Aoraciones

Misterios Luminosos Meditados (jueves)

Misterios Luinosos Meditados (jueves) - aoraciones


MISTERIOS LUMINOSOS Meditados: dia jueves

El Rosario está compuesto por veinte "misterios" (acontecimientos, momentos significativos) de la vida de Jesús y de María, divididos desde la publicación de la Carta apostólica Rosarium Virginis Mariae, en cuatro "rosarios".

El primer "rosario" comprende los misterios gozosos (lunes y sábado), el segundo los luminosos (jueves), el tercero los dolorosos (martes y viernes) y el cuarto los gloriosos (miércoles y domingo).

«Esta indicación no pretende limitar una conveniente libertad en la meditación personal y comunitaria, según las exigencias espirituales y pastorales y, sobre todo, las coincidencias litúrgicas que pueden sugerir oportunas adaptaciones» (Rosarium Virginis Mariae, n. 38).

¿Cómo se reza el Rosario?

En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. 
Dios mío, ven en mi auxilio.
Señor, date prisa en socorrerme.
Gloria al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo. 
Como era en el principio, ahora y siempre, 
por los siglos de los siglos. Amén.

Se enuncia en cada decena el "misterio", por ejemplo, en el primer misterio: 
"La Encarnación del Hijo de Dios".
Después de una breve pausa de reflexión, se rezan:
 un Padre nuestro, diez Avemarías y un Gloria.
A cada decena del "rosario" se puede añadir una invocación.
Al final del Rosario se recita la Letanía Lauretana, u otras oraciones marianas.
 
Padre nuestro, que estás en el cielo, santificado sea tu nombre, venga a nosotros tu reino, hágase tu voluntad, en la tierra como en el cielo. Danos hoy nuestro pan de cada día, perdona nuestras ofensas, como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden. No nos dejes caer en la tentación, y líbranos del mal. Amén

Dios te Salve, María, llena eres de gracia, el Señor está contigo. Bendita tú eres entre todas las mujeres y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús. Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén

Gloria al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo. Como era en el principio ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.

Letanías de la Virgen


Dios te Salve, Reina y Madre de misericordia, vida, dulzura y esperanza nuestra, Dios te salve.
A ti llamamos los desterrados hijos de Eva; a ti suspiramos, gimiendo y llorando, en este valle de lágrimas. Ea, pues, Señora, abogada nuestra, vuelve a nosotros esos tus ojos misericordiosos, y, después de este destierro, muéstranos a Jesús, fruto bendito de tu vientre. ¡Oh clementísima, oh piadosa, oh dulce Virgen María!

 

1er Misterio Luminoso: El Bautismo de Jesús en el Río Jordan

El Bautismo de Jesús en el Río Jordan


Evangelio de San Mateo 3, 13-17: 

Entonces llegó Jesús desde Galilea al Jordán y se dirigió a Juan para que le bautizara. Pero Juan trataba de impedírselo diciendo: Soy yo el que necesito que tú me bautices, y ¿eres tú el que viene a mí? Jesús le respondió: Deja eso ahora; porque conviene que de este modo cumplamos lo que Dios ha dispuesto. Entonces Juan accedió. Nada más ser bautizado, Jesús salió del agua y, mientras salía, se abrieron los cielos y vio al Espíritu de Dios que bajaba como una paloma y venía sobre él. Y una voz del cielo decía: Este es mi Hijo amado, en quien me he complacido. Palabra de Dios.

Podríamos imaginar a Jesús despidiéndose de su Madre para iniciar la misión que le fue encomendada, la cual duraría aproximadamente tres años. Llega al Río Jordán donde sabía que estaría Juan el Bautista preparándole el camino. Juan hacia confesar a la gente sus pecados y los bautizaba con agua para llamar al arrepentimiento y a la conversión. Jesús se presenta en medio de quienes también esperaban su turno para ser bautizados y pide públicamente el ser bautizado. Juan al verlo le dice asombrado “yo soy el que necesito que tu me bautices!”,  reconociendo a Jesús como nuestro salvador delante de todos,  quien viene a bautizarnos con el Espíritu Santo para liberarnos del pecado original y hacernos hijos amados de Dios Padre; pero Jesús lo invita a unirse a El para cumplir la Voluntad de Dios.

Jesús nos muestra su humildad porque aun siendo el Hijo de Dios, se hace bautizar delante de tanta gente, permitiéndonos entender con este hecho la importancia que ha de tener el Sacramento del Bautismo en nuestras vidas. Juan Bautista nos deja el testimonio de haber visto el Espíritu de Dios en forma de paloma posarse sobre Jesús y haber escuchado la voz de un Padre complacido.

En este Evangelio se nos enseña que uniéndonos a Jesús nos unimos al Padre a través del Espíritu Santo, un misterio inexplicable de fe.

Divina Unión, Santa Unión, Misteriosa Unión que nos bendice en el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo, ayúdanos a imitar la humildad de Cristo, a crecer como verdaderos hijos de Dios, a obedecer sus mandamientos y a unirnos a El para que se cumpla siempre la Voluntad de Dios. Amen
 

2do Misterio Luminoso: El primer milagro de Jesús en las Bodas de Cana

El primer milagro de Jesús en las Bodas de Cana


Evangelio de San Juan 2, 1-5: 

Tres días más tarde se celebraba una boda en Caná de Galilea, y la madre de Jesús estaba allí. También fue invitado Jesús a la boda con sus discípulos. Sucedió que se terminó el vino preparado para la boda, y se quedaron sin vino. Entonces la madre de Jesús le dijo: «No tienen vino.» Jesús le respondió: «Mujer, ¿por qué te metes en mis asuntos? Aún no ha llegado mi hora.» Pero su madre dijo a los sirvientes: «Hagan lo que él les diga.». Palabra de Dios.

Podemos imaginar a Jesus, María y a los discípulos de Jesus, entre muchos familiares y amigos cercanos disfrutando de una boda bendecida con la presencia de Jesus. El Señor nos muestra en este Evangelio su complacencia en la santa unión de un hombre y una mujer, porque alli en esa Boda instituye el sacramento del Matrimonio al realizar su primer milagro.

El Evangelio nos dice claramente que “la Madre de Jesus estaba allí”. Si,  la Madre de Jesus siempre esta alli, donde esta Jesus. Ella esta velando por las necesidades de los demas y se preocupa por el bienestar de sus hijos. Nuestra Virgen Maria,  esta junto a Jesus para decirle, “no tienen vino”, no tienen salud, no tienen trabajo, no tienen vida, no tienen esperanza, no tiene fe, si, allí esta nuestra Madre procurando colaborar en los asuntos de Jesus, y con sus palabras humildes nos pide simplemente “Hagan, lo que El les diga”, nos dice claramente confíen, no pierdan la esperanza, entreguense a El y escuchenlo!

Santa Madre de Dios, dulce Virgen María, sabemos que siempre vigilas nuestras necesidades y te adelantas a abogar por nuestras carencias. Y Tu Señor, nos dejas ver claramente en este Evangelio el amor tan grande que sientes por tu Madre y que eres debil a sus peticiones. Así como Tu Señor, deseamos amar a María, y complacerla como Tu lo haces, porque Ella tan solo quiere que hagamos, lo que Tu nos digas. Amen

3er Misterio Luminoso: El Anuncio del Reino de Dios

El Anuncio del Reino de Dios


 Evangelio de San Marcos 1,14-15: 

Después de ser Juan encarcelado, Jesús fue a Galilea a predicar el evangelio de Dios; y decía: “Se ha cumplido el tiempo y el reino de Dios está cerca. Arrepiéntanse y crean en el evangelio”.  Palabra de Dios.

En este Evangelio Jesús nos invita a la conversión. Convertirse significa dejarlo todo para seguir a Jesús. Convertirse significa actuar por Cristo y en Cristo. Convertirse significa descubrir y agradecer las virtudes de la fe, la esperanza y la caridad. Convertirse significa cruzar las fronteras de nuestro egoísmo y ver a Jesús en nuestros hermanos. Convertirse requiere abandonarse a la voluntad de Dios y estar agradecidos incluso en las desavenencias, enfermedades, humillaciones, falsos testimonios y descubrir en ellos que aceptándolos nos permiten demostrarle al Señor cuan inmenso es nuestro amor, porque amamos también lo que El dispone para nosotros y para nuestra salvación.

Convertirse es amar con sinceridad. Convertirse es colocar a Dios en el centro de nuestras vidas y amarlo con todas las fuerzas. Para convertirse es necesario dejar en manos de Dios todo nuestro ser en cuerpo y alma.

Convertirse muchas veces es saber callar para escuchar y saber hablar cuando necesitan de nuestro consuelo. Convertirse es colocar al Señor siempre en primer lugar, convertirse es olvidarse de nuestros intereses y comodidades. Convertirse es ser obedientes, es apartarnos nosotros para que sea el Señor quien protagonice. Convertirse es hablar con Dios primero y luego hablar de El con nuestros hermanos. Convertirse es no temer a ser criticados por dar testimonio de cuanto Jesús nos ama y como ha transformado nuestras vidas.

Convertirse es darse y servir a los demás, es buscar tiempo donde no lo hay y disfrutar de emplearlo para servir a un solo Dios. Convertirse es emplearse como obrero del Señor, declararse peón, servidor, el menos útil de todos. Convertirse es sentirse nada, es vaciarse de uno mismo y llenarse de Dios. Convertirse es reconocer que nuestra conversión y las conversiones de nuestros hermanos son méritos solamente de Dios.

Señor, convierte nuestras almas en la tuya, para predicar tu Palabra con humildad, para ser solo instrumentos inútiles en la construcción de Tu Reino. Amen

4to Misterio Luminoso: La Transfiguración

La Transfiguración - Aoraciones


Evangelio de San Mateo 17, 1-2: 

Seis días después, Jesús tomó consigo a Pedro, a Santiago y a su hermano Juan, y los llevó aparte a un monte alto. A la vista de ellos su aspecto cambió completamente: su cara brillaba como el sol y su ropa se volvió blanca como la luz. Palabra de Dios.

Jesús tomo a tres de sus discípulos, Pedro, Santiago y Juan. Pedro, quien lo negaría tres veces, pecador arrepentido y perdonado por Cristo, encomendado para recibir la llave de la Iglesia. Pedro quien iría a Roma a testimoniar el amor y las enseñanzas de Jesús.

Santiago quien se traslado a España, seria el primer mártir de los discípulos y fue a su vez a quien la Virgen María le apareciese aun en vida y le animara a construir una Iglesia para su Hijo. Según la tradición, antes de su muerte, Santiago fue a Jerusalén para despedirse de María y del apóstol Juan, allí la Virgen le profetizo su martirio.

El Apóstol  Juan, el discípulo amado de Jesús, fue el único de los apóstoles que permaneció a los pies de la Cruz y por orden de Jesús tomo a María para llevarla a su casa y cuidar de ella. Estos tres apóstoles vieron a Jesús transfigurarse, fueron testigos de la gloria divina del Señor y recibieron la gracia de ver el Cielo. Eran tanta la felicidad que sentían que los tres deseaban quedarse allí.

En este Evangelio Jesus nos enseña que existe un lugar mucho mejor que este lugar donde vivimos; donde muchas veces el sufrimiento nos confunde, las desaveniencias nos llenan de desesperanza y nuestros pobres sentimientos de envidia y egoismo nos hacen debiles a las malas tentaciones. Las tribulaciones y el ruido humano disturba nuestros sentidos. Y muchas veces las necesidades materiales vacian nuestro espiritu y endurecen nuestro corazon.

Asi como los apostoles, Jesus desea que nos apartemos y en el silencio encontremos al Padre porque asi lo hacia El. Nos invita a valorar la oracion y a vivir el mandamiento que nos dejó: “Amense los unos a los otros como Yo los he amado”, para que? Para que cuando nos encontremos cara a cara con el Padre podamos decirle cuanto hemos amado a nuestros hermanos.

Señor, el ruido de este mundo nos atrapa y nos aleja de Ti, deseamos buscarte en el silencio y encontrarnos alli contigo. Sabemos que el camino al Cielo lo vamos construyendo diariamente con nuestras acciones. Te pedimos que podamos transfigurar nuestros sentimientos en los tuyos para amar a nuestros hermanos de la misma manera que tu nos amas. Amen

5to Misterio Luminoso: La Institución de la Eucaristía y el Sacerdocio

La Institución de la Eucaristía y el Sacerdocio


Evangelio de San Mateo 17, 1-2: 

Durante la cena Jesús tomó pan, lo bendijo, lo partió y se lo dio, diciendo: “Tomad, esto es mi cuerpo”. Después tomó un cáliz, dio gracias, se lo pasó a ellos y bebieron de él todos. Y les dijo: “Ésta es mi sangre, la sangre de la alianza, que será derramada por todos”. Palabra de Dios.

Podríamos imaginar a los discipulos alrededor de Jesus, escuchando palabras que quizas no comprendían, puesto que para ellos y para cualquiera de nosotros sería dificil entender que un pedazo de pan y una porción de vino puedan convertirse en el Cuerpo y la Sangre de Cristo. Para esto se requiere de una gracia especial que solamente viene de Dios y que es recibida solo por aquellos de corazon humilde “que creen sin haber visto”. Como diría Jesus a Santo Tomas en el momento de la Resurreccion.

Los misterios luminosos nos alumbran un camino que inicia desde el momento en que somos bautizados, luego nos conduce a entender la debilidad de Jesus ante el amor de su Madre; mostrandonos el poder de intercesión de María como abogada nuestra. Mas adelante nos invita a convertirnos con sinceridad y a creer en el Evangelio para llevarlo precisamente allí donde los sacerdotes no pueden llegar. Pero para esto Jesus nos pide tener un corazon humilde, un espiritu transfigurado en el Suyo y nos llama aparte para imitarlo en la oración. Luego, los apostoles nos ilustran a Jesus en su gloria divina, nos describen un lugar mas bello que este mundo y nos alientan a comprender que el sufrimiento es la esperanza de nuestra salvación. Y en este ultimo misterio Jesus nos revela que se queda con nosotros en el Pan Eucarístico y nos pide “coman y beban de el porque este es mi Cuerpo”. Jesus nos dice claramente “Quien come mi carne y bebe mi sangre tiene vida eterna y yo le resucitaré en el último día”.

En este Evangelio Jesus tambien instituye la Orden Sacerdotal, puesto que pide a sus Apostoles “Hagan esto en memoria mia”, que repitan lo que El hizo en la Ultima Cena. Los Apostoles de Jesus no han dejado de cumplir este mandato, porque sus sucesores han dejado todo para seguirlo y esos son nuestros santos sacerdotes.

Pidamos al Señor que nos regale la virtud de la fe, para que creer firmemente en la Santa Eucaristia, para disponer de un tiempo para acompañar a Jesus en el Sagrario fuente de gracia que sacia nuestro espiritu y lo fortalece. Para asistir a la celebracion de la Santa Eucaristia, la Santa Misa. Para que con nuestras buenas acciones podamos día a día construir el camino de nuestra salvación, para ser dignos de entrar en su Reino y vivir junto a El por toda la eternidad.

Pedimos al Señor santidad para nuestros sacerdotes, fortaleza para todos los seminaristas y religiosos que se encuentran en momentos de dicernimiento. Le pedimos tambien por abundancia de vocaciones en el mundo que puedan apoyar a Jesus en la misión de su Iglesia. Amen

San Estanislao

 San Estanislao Obispo y Mártir - Aoraciones

San Estanislao Obispo y Mártir

Este santo nació en Szczepanowski (Polonia) hacia el año 1030, de padres más bien pobres. Hizo sus primeros estudios con los benedictinos de Cracovia, y después los perfeccionó en Bélgica y en París. Cuando regresó a la patria, se distinguió por su celo y por las benéficas iniciativas que realizó con caridad e inteligencia. Muerto el obispo de Cracovia, el Papa Alejandro II lo nombró su sucesor. Su nombramiento fue promovido no sólo por el pueblo y el clero, sino también por el rey Boleslao II, que en los primeros años colaboró en la obra de evangelización de toda la región y en la formación del clero local, secular, que poco a poco debería ocupar el puesto de los monjes benedictinos en la administración de la Iglesia polaca.


La buena armonía entre el obispo y el soberano duró hasta cuando el valiente Estanislao tuvo que anteponer sus deberes de pastor a la tolerancia para con las faltas del amigo, pues la reprochable conducta del soberano podía fomentar las malas costumbres de los súbditos.

En efecto, las crónicas del tiempo narran que el rey se enamoró de la bella Cristina, esposa de Miecislao y, sin pensarlo dos veces, la hizo raptar con grave escándalo para todo el país. Estanislao lo amenazó con la excomunión y después lo excomulgó; entonces el rey Boleslao se enfureció y ordenó asesinar a Estanislao en Cracovia, en la iglesia de santa Matilde, durante la celebración de la misa. Parece que el horrible “asesinato en la catedral” lo cometió el mismo soberano, después que los guardias se vieron obligados a retirarse por una fuerza misteriosa. 

Era el 11 de abril de 1079, y desde el mismo día de su martirio, los polacos comenzaron a venerarlo.

San Estanislao fue canonizado el 17 de agosto de 1253 en la basílica de san Francisco de Asís, y desde entonces se difundió su culto en toda Europa y América.

Jesús en Tí Confio

 

Jesús en Tí Confio

Jesús en Tí Confio: Sor M. Faustina

Oh Amor Eterno, mandas pintar Tu Santa Imagen 

Y nos revelas la fuente inconcebible de la misericordia,

Bendices a quien se acerca a Tus rayos,

Y el alma negra se convierte en nieve.


Oh dulce Jesús, aquí has establecido el trono deTu misericordia

Para dar alegría y ayudar al pecador,

De Tu Corazón abierto, como de un manantial puro,

Fluye el consuelo para el alma y el corazón contrito.

Que el honor y la gloria para esta imagen

No dejen de fluir de las almas de los hombres,

Que cada corazón glorifique la Divina Misericordia

Ahora y por los siglos de los siglos y en cada hora.


Oh, Dios mío

Cuando miro hacia el futuro, me atemorizo,

Pero ¿por qué sumergirse en el futuro?

Para mi solamente el momento actual es de gran valor,

Ya que quizá el futuro nunca llegue a mi alma.

El tiempo que ha pasado no está en mi poder.


Cambiar, corregir o agregar,

No pudo hacerlo ningún sabio ni profeta,

Así que debo confiar a Dios lo que pertenece al pasado.

Oh momento actual, tú me perteneces por completo,

Deseo aprovecharte cuanto pueda,

Y aunque soy débil y pequeña,

Me concedes la gracia de Tu omnipotencia.

Por eso, confiando en Tu misericordia,

Camino por la vida como un niño pequeño

Y cada día Te ofrezco mi corazón

Inflamado del amor por Tu mayor gloria.


Dios y las almas

Oh, Rey de Misericordia, guía mi alma.

Del Santísimo Sacramento

 Oh Jesús mío, por la confianza en Ti

Trenzo miles de coronas y sé

Que todas florecerán,

Y sé que florecerán todas cuando las

ilumine el Sol Divino.


+ Oh gran y Divino Sacramento

Que ocultas a mi Dios,

Jesús acompáñame en cada momento,

Y ningún temor invadirá mi corazón.

Mi silencio para Jesús: Diario de Santa Maria Faustina Kowalska

 

Mi silencio para Jesús - Jesús en tí confío - aoraciones


Mi silencio para Jesús: Procurar mantener un gran silencio por Jesús. 

En medio del mayor ruido, Jesús siempre encontraba silencio en mi corazón, aunque a veces eso me costó mucho. Pero por Jesús, ¿qué puede resultar grande por Aquel a quien amo con toda la fuerza de mi alma? 

 ✝️ Hoy, Jesús me dijo: 

Deseo que conozcas mas profundamente el amor que arde en Mi Corazón por las almas y tu comprenderás esto cuando medites Mi Pasión. Apela a Mi misericordia para los pecadores, deseo su salvación. Cuando reces esta oración con corazón contrito y con fe por algún pecador, le concederé la gracia de la conversión. Esta oración es la siguiente:

 Oh Sangre y Agua que brotaste del Corazón de Jesús como una Fuente de Misericordia para nosotros, en Ti confío.




Diario de Santa Maria Faustina Kowalska





 

Oración de Monfort a Jesús

Oración de Monfort a Jesús - Aoraciones

Oración de Monfort a Jesús: Dejadme, Amabilísimo Jesús mío, que me dirija a Vos

Dejadme, Amabilísimo Jesús mío, que me

dirija a Vos, para atestiguaros mi

reconocimiento por la merced que me

habéis hecho con la devoción de la

Esclavitud, dándome a vuestra Santísima

Madre para que sea Ella mi abogada delante

de vuestra Majestad, y en mi grandísima

miseria mi universal suplemento. ¡Ay, Señor!

tan miserable soy, que, sin esta buena

Madre, infaliblemente me hubiera perdido.


Sí, que a mí me hace falta María, delante de

Vos y en todas partes; me hace falta para

calmar vuestra justa cólera, pues tanto os he

ofendido y todos los días os ofendo; me

hace falta para detener los eternos y

merecidos castigos con que vuestra justicia

me amenaza, para pediros, para acercarme

a Vos y para daros gusto; me hace falta para

salvar mi alma y la de otros; me hace falta,

en una palabra, para hacer siempre vuestra

voluntad, buscar en todo

vuestra mayor gloria.


¡Ah, si pudiera yo publicar por todo el

universo esta misericordia que habéis tenido

conmigo! ¡Si pudiera hacer que conociera

todo el mundo que si no fuera por María

estaría yo condenado! ¡Si yo pudiera

dignamente daros las gracias por tan grande

beneficio! María está en mí. Haec facta est

mihi (esto me pasó a mi).


¡Oh, mi tesoro! ¡Oh, qué consuelo! Y, de

ahora en adelante, ¿no seré todo para Ella?

¡Oh, qué ingratitud! Antes la muerte.

Salvador mío queridísimo, que permitas tal

desgracia, que mejor quiero morir que vivir

sin ser todo de María. Mil y mil veces, como

San Juan Evangelista al pie de la cruz, la he

tomado en vez de todas mis cosas.


¡Cuántas veces me he entregado a Ella!

Pero si todavía no he hecho esta entrega a

vuestro gusto, la hago ahora, mi Jesús

querido, como vos queréis que la haga. Y si

en mi alma o en mi cuerpo veis alguna cosa

que no pertenezca a esta Princesa augusta,

arrancadla, os ruego arrojadla lejos de mí;

que no siendo de María, indigna

es de Vos.


¡Oh, Espíritu Santo! Concédeme todas las

gracias, plantad, regad y cultivad en mi alma

el árbol de la vida verdadera, que es la

amabilísima María, para que crezca y

florezca y dé con abundancia el fruto de

vida.


¡Oh, Espíritu Santo! Dadme mucha devoción

y mucha afición a María; que me apoye

mucho en su seno maternal, y recurra de

continuo a su misericordia, para que en ella

forméis dentro de mí a Jesucristo, al natural,

crecido y vigoroso hasta la plenitud de su

edad perfecta. Amén.


Oración a Nuestra Señora de San Luis María Grignion de Montfort

 Oración a Nuestra Señora de San Luis María Grignion de Montfort

Oración a Nuestra Señora de San Luis María Grignion de Montfort

¡Salve María, amadísima Hija del Eterno

Padre; salve María, Madre admirable del

Hijo; salve María, fidelísima Esposa del

Espíritu Santo; salve María, mi amada

Madre, mi amable Maestra, mi poderosa

Soberana; salve gozo mío, gloria mía, mi

corazón y mi alma!

Sois toda mía por misericordia, y yo soy todo

vuestro por justicia, pero todavía no lo soy

bastante. De nuevo me entrego a Ti todo

entero en calidad de eterno esclavo, sin

reservar nada, ni para mí, ni para otros.

Si algo ves en mí que todavía no sea tuyo,

tómalo enseguida, te lo suplico, y hazte

dueña absoluta de todos mis haberes para

destruir y desarraigar y aniquilar en mí todo

lo que desagrada a Dios y plantar y levantar

y producir todo lo que os guste.


La luz de tu fe disipe las tinieblas de mi

espíritu; tu humildad profunda ocupe el lugar 

de mi orgullo; tu contemplación sublime

detenga las distracciones de mi fantasía

vagabunda; tu continua vista de Dios llene

de su presencia mi memoria, el incendio de

caridad de tu corazón abrase la tibieza y

frialdad del mío; cedan el sitio a tus virtudes

mis pecados; tus méritos sean delante de

Dios mi adorno y suplemento. En fin,

queridísima y amadísima Madre, haz, si es

posible, que no tenga yo más espíritu que el

tuyo para conocer a Jesucristo y entender

sus divinas voluntades; que no tenga más

alma que la tuya para alabar y glorificar al

Señor; que no tenga más corazón que el

tuyo para amar a Dios con amor puro y con

amor ardiente como Tú.


No pido visiones, ni revelaciones, ni gustos,

ni contentos, ni aun espirituales. Para Ti el

ver claro, sin tinieblas; para Ti el gustar por

entero sin amargura; para Ti el triunfar

gloriosa a la diestra de tu Hijo, sin

humillación; para Ti el mandar a los ángeles,

hombres y demonios, con poder absoluto,

sin resistencia, y el disponer, en fin, sin

reserva alguna de todos los bienes de Dios.


Ésta es, divina María, la mejor parte que se

te ha concedido, y que jamás se te quitará,

que es para mí grandísimo gozo. Para mí y

mientras viva, no quiero otro sino el experimentar 

el que Tú tuviste: creer a secas, sin nada ver y gustar; sufrir con

alegría, sin consuelo de las criaturas; morir

a mí mismo, continuamente y sin descanso;

trabajar mucho hasta la muerte por Ti, sin

interés, como el más vil de los esclavos.


La sola gracia, que por pura misericordia te

pido, es que en todos los días y en todos los

momentos de mi vida diga tres amén: 

amén: - así sea -, a todo lo que hiciste en la tierra cuando vivías; 

amén, a todo lo que haces en el presente en el cielo; 

amén, a todo lo que obras en mi alma, para que en ella no haya nada más que Tú, para glorificar plenamente a Jesús en mí, ahora y en la eternidad.

Amén.

Agrega el REZO DEL SANTO ROSARIO a tus oraciones a la hora que puedas

Cinco Minutos con el Espíritu Santo + Audio

 

Cinco Minutos con el Espíritu Santo

Cinco Minutos con el Espíritu Santo

 

 

 

Letanías al Espíritu Santo

Letanías al Espíritu Santo - Oraciones a la Virgen del Carmen

Letanías al Espíritu Santo

 ✝️Señor, ten piedad. Señor, ten piedad.
✝️Cristo ten piedad. Cristo ten piedad.
✝️Señor, ten piedad. Señor, ten piedad.
✝️Cristo, óyenos. Cristo, óyenos.
✝️Cristo, escúchanos. Cristo, escúchanos.
✝️Dios Padre Celestial, ten misericordia de nosotros.
✝️Dios, Hijo, Redentor del mundo, ten

misericordia de nosotros.

✝️Dios, Espíritu Santo, ten misericordia de nosotros.

Trinidad Santa, un solo Dios, ten misericordia de nosotros.

✝️Espíritu que procede del Padre y del Hijo, ilumínanos y santifícanos.
✝️Espíritu del Señor, que al comienzo de la creación planeando sobre las aguas las

fecundaste, ilumínanos y santifícanos.

✝️Espíritu por inspiración del cual han hablado los profetas, ilumínanos y santifícanos.
✝️Espíritu cuya unción nos enseña todas las cosas, ilumínanos y santifícanos.
✝️Espíritu que das testimonio de Cristo, ilumínanos y santifícanos.
✝️Espíritu de verdad que nos instruyes sobre todas las cosas, ilumínanos y santifícanos.
✝️Espíritu que sobreviene a María, ilumínanos y santifícanos.
✝️Espíritu del Señor que llena todo el orbe, ilumínanos y santifícanos.
✝️Espíritu de Dios que habita en nosotros, ilumínanos y santifícanos.
✝️Espíritu de sabiduría y de entendimiento, ilumínanos y santifícanos.
✝️Espíritu de consejo y de fortaleza, ilumínanos y santifícanos.
✝️Espíritu de ciencia y de piedad, ilumínanos y santifícanos.
✝️Espíritu de temor del Señor, ilumínanos y santifícanos.
✝️Espíritu de gracia y de misericordia, ilumínanos y santifícanos.
✝️Espíritu de fuerza, de dilección, del amor reflexivo y de sobriedad, ilumínanos y santifícanos.
✝️Espíritu de fe, de esperanza, de amor y de paz, ilumínanos y santifícanos.
✝️Espíritu de humildad y de castidad, ilumínanos y santifícanos.
✝️Espíritu de benignidad y de mansedumbre, ilumínanos y santifícanos.
✝️Espíritu de multiforme gracia, ilumínanos y santifícanos.
✝️Espíritu que escrutas los secretos de Dios, ilumínanos y santifícanos.
✝️Espíritu que ruegas por nosotros con gemidos inenarrables, ilumínanos y santifícanos.
✝️Espíritu que descendiste sobre Cristo en forma de paloma, ilumínanos y santifícanos.
✝️Espíritu en el cual renacemos, ilumínanos y santifícanos.
✝️Espíritu por el cual se difunde la caridad en nuestros corazones, ilumínanos y santifícanos.
✝️Espíritu de adopción de los hijos de Dios, ilumínanos y santifícanos.
✝️Espíritu que en lenguas de fuego sobre los apóstoles apareciste, ilumínanos y santifícanos.
✝️Espíritu con el cual fueron los apóstoles henchidos, ilumínanos y santifícanos.
✝️Espíritu que distribuyes tus dones a cada uno como quieres, ilumínanos y santifícanos.

✝️Sednos propicio, perdónanos, Señor.
✝️Sednos propicio, escúchanos, Señor.

✝️De todo mal, líbranos, Señor.
✝️De todo pecado, líbranos, Señor.

✝️De tentaciones e insidias del demonio, líbranos, Señor.
✝️De la presunción y desesperación, líbranos, Señor.
✝️De la resistencia a la verdad conocida, líbranos, Señor.
✝️De la obstinación y de la impertinencia, líbranos, Señor.
✝️De la impureza de la mente y del cuerpo, líbranos, Señor.
✝️Del espíritu de fornicación, líbranos, Señor.
✝️De todo espíritu del mal, líbranos, Señor. 

✝️Por tu eterna procesión del Padre y del Hijo. Te rogamos óyenos.
✝️Por tu descenso sobre Cristo en el Jordán. Te rogamos óyenos.
✝️Por tu advenimiento sobre los discípulos. Te rogamos óyenos.

✝️En el día del juicio, nosotros pecadores. Te rogamos óyenos.

Para que así como vivimos del Espíritu, obremos también por Él. Te rogamos óyenos.

Para que recordando que somos templo del Espíritu Santo, no lo profanemos. Te rogamos óyenos.

Para que viviendo según el Espíritu, no cumplamos los deseos de la carne. Te rogamos óyenos.

A fin de que en el Espíritu mortifiquemos las obras de la carne. Te rogamos óyenos.

Para que no te contristemos a Ti, Espíritu Santo de Dios. Te rogamos óyenos.

Para que seamos solícitos en guardar la unidad del Espíritu en el vínculo de la paz. Te rogamos óyenos.

Para que no creamos a todo espíritu. Te rogamos óyenos. 

Para que probemos a los espíritus si son de Dios. Te rogamos óyenos.

Para que te dignes renovar en nosotros el espíritu de rectitud. Te rogamos óyenos.

Para que nos confirmes por tu Espíritu soberano. Te rogamos óyenos.

✝️Cordero de Dios, que quitas el pecado del mundo, perdónanos, Señor.
✝️Cordero de Dios, que quitas el pecado del mundo, escúchanos, Señor.
✝️Cordero de Dios, que quitas el pecado del mundo, ten piedad de nosotros.

Oración

Asístenos, te pedimos Señor, con la virtud del Espíritu Santo, que purifique clemente nuestros corazones, y nos preserve de todo mal. Te lo pedimos por el mismo Jesucristo Nuestro Señor. Amén.