Aoraciones: Jesús en tí confío
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Oración Fuerte a los Ángeles para la Protección de Hijos

 

Oración Fuerte a los Ángeles para la Protección de Hijos y Nietos

Oración Fuerte a los Ángeles para la Protección de Hijos y Nietos

Amados Ángeles del Señor,
poderosos mensajeros de la luz,
acudo a ustedes con humildad y esperanza,
implorando su protección para mis hijos y nietos.

Envuelvan con sus alas de luz cada paso que den,
iluminen sus caminos y alejen toda sombra de peligro,
toda envidia, enfermedad, accidente o maldad.

Arcángel San Miguel, defiéndelos con tu espada de justicia,
Arcángel San Gabriel, anúnciales siempre la paz y la esperanza,
Arcángel San Rafael, cúralos y acompáñalos en su salud y caminos.

Ángeles de la guarda de mis hijos y nietos,
no los dejen ni de día ni de noche,
protégelos de todo mal visible e invisible,
líbralos de caídas, tentaciones y de toda trampa del enemigo.

Cubran sus hogares, escuelas, trabajos y caminos,
para que nada ni nadie pueda tocarles con maldad.
Que cada paso que den sea guiado por ustedes,
que cada decisión sea inspirada por la luz divina,
que sus corazones permanezcan en la gracia de Dios.

Los coloco bajo la custodia de los Coros Celestiales,
para que sean defendidos por legiones de ángeles guerreros,
y sus vidas estén selladas con la Sangre de Cristo.

Ángeles del Señor, no los abandonen nunca,
llévenlos siempre por senderos de paz, salud y salvación,
hasta que, un día, podamos alabar a Dios unidos en el Cielo.

Amén.

Oración para Aceptar a Jesús

Oración para Aceptar a Jesús | Aoraciones

Oración para Aceptar a Jesús, Inspirada en los Salmos

• por

Señor Jesús,

Tú que dijiste: El Señor es mi pastor; nada me faltará (Salmo 23,1).

Como el ciervo busca las corrientes de agua, mi alma anhela contemplar Tu rostro (Salmo 42,2). Reconozco mi sed de Ti, mi sed de Vida, y confieso mis pecados con el corazón contrito: Crea en mí, oh Dios, un corazón limpio, y renueva un espíritu recto dentro de mí (Salmo 51,10).

Jesús, Hijo de Dios vivo, hoy te elijo como mi Señor y Salvador. Te abro las puertas de mi corazón y te recibo con gozo y gratitud. Sé Tú mi luz y mi salvación: El Señor es mi luz y mi salvación; ¿a quién he de temer? (Salmo 27,1).

Perdona mis dudas, mis miedos y mis caídas. Como el salmista exclamó: Vuélvete, Señor, y libra mi alma; sálvame por tu misericordia (Salmo 6,4), así confío en tu compasión.

Jesús, abrazo tu Cruz y tu Resurrección. En Ti hallo fuerza para caminar y esperanza para renacer cada día. El Señor da fuerza a su pueblo; el Señor bendice a su pueblo con paz (Salmo 29,11).

Espíritu Santo, ven a habitar en mí, hazme templo de la presencia divina. Que mi vida refleje el canto agradecido: Bendeciré al Señor en todo tiempo; mi boca proclamará tu alabanza (Salmo 34,1).

Amado Jesús, gracias por amarme primero, por morir por mí y resucitar para mi salvación. Toma mi voluntad, mis sueños y mis luchas; haz de mí un instrumento tuyo para llevar tu amor a todos.

Hoy sello mi compromiso: eres Tú mi Pastor, mi Rey y mi Amigo. En tu iglesia y en tu palabra quiero morar, hasta el día en que camine contigo en la gloria eterna.

Amén.

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Oración por la Paz en Tierra Santa y en el Mundo

✨ Oración por la Paz en Tierra Santa y en el Mundo

📿 Oh Dios de la Paz y de la Justicia, Padre de todos los pueblos y naciones, elevamos hacia Ti nuestras súplicas en este tiempo de angustia, cuando la guerra tiñe de sangre la tierra donde naciste, donde vivió tu Hijo, y donde aún hoy tantos claman por consuelo. 


 Mira, Señor, con piedad a tus hijos en Israel, en Gaza, en Irán, en Líbano y en cada rincón del mundo donde reina la violencia. Tú que sabes cuánto sufre una madre por la pérdida de un hijo, escucha el llanto de tantas familias que claman al cielo en medio del dolor. 


 Envía, Señor, tu Espíritu Santo, para que disipe el odio, confunda a los violentos y renueve los corazones endurecidos. Haz que los gobernantes abandonen el camino de las armas y abracen el sendero de la verdad y del diálogo. 


 Te pedimos, Reina de la Paz, Virgen María, que intercedas por tus hijos heridos y desplazados, que cubras con tu manto a los niños que ya no tienen hogar y a las madres que buscan a sus desaparecidos. Que esta oración atraviese los cielos y llegue como incienso a tu Trono de Misericordia, para que en tu Nombre, oh Dios nuestro, se levante un nuevo amanecer de esperanza. 

 Amén.

Oración a Jesucristo Nuestro Sumo y Eterno Sacerdote

Señor Jesucristo nuestro Sumo Sacerdote - Aoraciones
Señor Jesucristo, nuestro Sumo Sacerdote — Aoraciones

Oración a Jesucristo, Sumo y Eterno Sacerdote

Señor Jesucristo, Sumo y Eterno Sacerdote, que ofreciste al Padre el sacrificio perfecto en la cruz y nos diste la Eucaristía como memorial de tu entrega, te adoramos y bendecimos con todo el fervor de nuestro corazón.

Tú que fuiste ungido por el Espíritu Santo y enviado a anunciar la Buena Nueva a los pobres, a sanar los corazones heridos y a liberar a los oprimidos, extiende hoy tu bendición sobre todos los sacerdotes del mundo, tus ministros y servidores.

Fortalece, Señor, a quienes has llamado a compartir tu sacerdocio. Que vivan en fidelidad, castidad y entrega total, transformando el pan y el vino en tu Cuerpo y tu Sangre, y transformando también sus vidas en hostias vivas por amor a tu pueblo.

Oh Jesús Sacerdote Eterno, consérvalos en la santidad de tus llagas, protégelos con el manto de tu Madre Inmaculada y líbralos de todo mal, tentación o escándalo. Que ardan en celo apostólico y sean siempre puentes entre el cielo y la tierra.

Te pedimos, Señor, que suscites nuevas vocaciones sacerdotales, generosas, humildes y fieles. Mueve los corazones de los jóvenes para que, al escuchar tu llamado, respondan con un “sí” lleno de amor y confianza, como el de María.

Jesucristo, Sacerdote y Víctima, haznos comprender la grandeza del sacerdocio y ayúdanos a sostener a nuestros pastores con la oración, el afecto y el respeto. Que sepamos reconocer en ellos a hombres escogidos por Ti para guiarnos hacia el Reino.

Te adoramos, Señor, en todos los Sagrarios del mundo, donde permaneces como Pan Vivo para alimentar nuestra alma. Haznos también a nosotros ofrenda agradable al Padre, viviendo en caridad, obediencia y comunión contigo.

Amén.

Escrita por Claret Coromoto para Aoraciones — https://aoraciones.blogspot.com/

Solemnidad de la Ascensión del Señor

 

Solemnidad de la Ascensión del Señor - Aoraciones


Solemnidad de la Ascensión del Señor


A los cuarenta días de la resurrección del Señor, la Iglesia Universal celebra esta fiesta donde Jesucristo asciende al cielo.


San Juan Pablo II al meditar esta Solemnidad, en su homilía del 24 de mayo de 2001, señaló que “la contemplación cristiana no nos aleja del compromiso histórico. El ‘cielo’ al que Jesús ascendió no es lejanía, sino ocultamiento y custodia de una presencia que no nos abandona jamás, hasta que él vuelva en la gloria”.


“Mientras tanto -continúa San Juan Pablo II- es la hora exigente del testimonio, para que en el nombre de Cristo ‘se predique la conversión y el perdón de los pecados a todos los pueblos’”
.


Uno de los pasajes bíblicos que narra este episodio de la vida del Señor está en el Evangelio de San Marcos 16, 15-20, que dice así:


“Conclusión del santo evangelio según san Marcos: En aquel tiempo, se apareció Jesús a los Once y les dijo: ‘Id al mundo entero y proclamad el Evangelio a toda la creación. El que crea y se bautice se salvará; el que se resista a creer será condenado. A los que crean, les acompañarán estos signos: echarán demonios en mi nombre, hablarán lenguas nuevas, cogerán serpientes en sus manos y, si beben un veneno mortal, no les hará daño. Impondrán las manos a los enfermos, y quedarán sanos’. Después de hablarles, el Señor Jesús subió al cielo y se sentó a la derecha de Dios. Ellos se fueron a pregonar el Evangelio por todas partes, y el Señor cooperaba confirmando la palabra con las señales que los acompañaban”.















Fuente:

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Jesús en Tí Confio

 

Jesús en Tí Confio

Jesús en Tí Confio: Sor M. Faustina

Oh Amor Eterno, mandas pintar Tu Santa Imagen 

Y nos revelas la fuente inconcebible de la misericordia,

Bendices a quien se acerca a Tus rayos,

Y el alma negra se convierte en nieve.


Oh dulce Jesús, aquí has establecido el trono deTu misericordia

Para dar alegría y ayudar al pecador,

De Tu Corazón abierto, como de un manantial puro,

Fluye el consuelo para el alma y el corazón contrito.

Que el honor y la gloria para esta imagen

No dejen de fluir de las almas de los hombres,

Que cada corazón glorifique la Divina Misericordia

Ahora y por los siglos de los siglos y en cada hora.


Oh, Dios mío

Cuando miro hacia el futuro, me atemorizo,

Pero ¿por qué sumergirse en el futuro?

Para mi solamente el momento actual es de gran valor,

Ya que quizá el futuro nunca llegue a mi alma.

El tiempo que ha pasado no está en mi poder.


Cambiar, corregir o agregar,

No pudo hacerlo ningún sabio ni profeta,

Así que debo confiar a Dios lo que pertenece al pasado.

Oh momento actual, tú me perteneces por completo,

Deseo aprovecharte cuanto pueda,

Y aunque soy débil y pequeña,

Me concedes la gracia de Tu omnipotencia.

Por eso, confiando en Tu misericordia,

Camino por la vida como un niño pequeño

Y cada día Te ofrezco mi corazón

Inflamado del amor por Tu mayor gloria.


Dios y las almas

Oh, Rey de Misericordia, guía mi alma.

Del Santísimo Sacramento

 Oh Jesús mío, por la confianza en Ti

Trenzo miles de coronas y sé

Que todas florecerán,

Y sé que florecerán todas cuando las

ilumine el Sol Divino.


+ Oh gran y Divino Sacramento

Que ocultas a mi Dios,

Jesús acompáñame en cada momento,

Y ningún temor invadirá mi corazón.

Oración de Monfort a Jesús

Oración de Monfort a Jesús - Aoraciones

Oración de Monfort a Jesús: Dejadme, Amabilísimo Jesús mío, que me dirija a Vos

Dejadme, Amabilísimo Jesús mío, que me

dirija a Vos, para atestiguaros mi

reconocimiento por la merced que me

habéis hecho con la devoción de la

Esclavitud, dándome a vuestra Santísima

Madre para que sea Ella mi abogada delante

de vuestra Majestad, y en mi grandísima

miseria mi universal suplemento. ¡Ay, Señor!

tan miserable soy, que, sin esta buena

Madre, infaliblemente me hubiera perdido.


Sí, que a mí me hace falta María, delante de

Vos y en todas partes; me hace falta para

calmar vuestra justa cólera, pues tanto os he

ofendido y todos los días os ofendo; me

hace falta para detener los eternos y

merecidos castigos con que vuestra justicia

me amenaza, para pediros, para acercarme

a Vos y para daros gusto; me hace falta para

salvar mi alma y la de otros; me hace falta,

en una palabra, para hacer siempre vuestra

voluntad, buscar en todo

vuestra mayor gloria.


¡Ah, si pudiera yo publicar por todo el

universo esta misericordia que habéis tenido

conmigo! ¡Si pudiera hacer que conociera

todo el mundo que si no fuera por María

estaría yo condenado! ¡Si yo pudiera

dignamente daros las gracias por tan grande

beneficio! María está en mí. Haec facta est

mihi (esto me pasó a mi).


¡Oh, mi tesoro! ¡Oh, qué consuelo! Y, de

ahora en adelante, ¿no seré todo para Ella?

¡Oh, qué ingratitud! Antes la muerte.

Salvador mío queridísimo, que permitas tal

desgracia, que mejor quiero morir que vivir

sin ser todo de María. Mil y mil veces, como

San Juan Evangelista al pie de la cruz, la he

tomado en vez de todas mis cosas.


¡Cuántas veces me he entregado a Ella!

Pero si todavía no he hecho esta entrega a

vuestro gusto, la hago ahora, mi Jesús

querido, como vos queréis que la haga. Y si

en mi alma o en mi cuerpo veis alguna cosa

que no pertenezca a esta Princesa augusta,

arrancadla, os ruego arrojadla lejos de mí;

que no siendo de María, indigna

es de Vos.


¡Oh, Espíritu Santo! Concédeme todas las

gracias, plantad, regad y cultivad en mi alma

el árbol de la vida verdadera, que es la

amabilísima María, para que crezca y

florezca y dé con abundancia el fruto de

vida.


¡Oh, Espíritu Santo! Dadme mucha devoción

y mucha afición a María; que me apoye

mucho en su seno maternal, y recurra de

continuo a su misericordia, para que en ella

forméis dentro de mí a Jesucristo, al natural,

crecido y vigoroso hasta la plenitud de su

edad perfecta. Amén.


Las Laudes para el Domingo De la Divina Misericordia


Las Laudes para el Domingo De la Divina Misericordia - Aoraciones

Domingo II de Pascua de la Divina Misericordia: Las Laudes para el Domingo De la Divina Misericordia

Invocación Inicial


V/. Señor, ábreme los labios.

R/. Y mi boca proclamará tu alabanza


Invitatorio


Se reza el invitatorio cuando laudes es la primera oración del día.


Ant. Verdaderamente ha resucitado el Señor. Aleluya.


Salmo 94: Invitación a la Alabanza Divina

Invitación a la Alavanza Divina - Aoraciones


Venid, aclamemos al Señor,

demos vítores a la Roca que nos salva;

entremos a su presencia dándole gracias,

aclamándolo con cantos.


Porque el Señor es un Dios grande,

soberano de todos los dioses:

tiene en su mano las simas de la tierra,

son suyas las cumbres de los montes;

suyo es el mar, porque él lo hizo,

la tierra firme que modelaron sus manos.


Entrad, postrémonos por tierra,

bendición al Señor, creador nuestro.

Porque él es nuestro Dios,

y nosotros su pueblo,

el rebaño que él guía.


Ojalá escuchéis hoy su voz:

«No endurezcáis el corazón como en Meribá, como el día de Masá en el desierto;

cuando vuestros padres me pusieron a prueba

y me tentaron, aunque habían visto mis obras.

Durante cuarenta años

aquella generación me asqueó, y dije:

«Es un pueblo de corazón extraviado,

que no reconoce mi camino;

por eso he jurado en mi cólera

que no entrarán en mi descanso».»

Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.

Como era en el principio, ahora y siempre,

por los siglos de los siglos. Amén.

HIMNO

Cristo,

alegría del mundo,

resplandor de la gloria del Padre.

¡Bendita la mañana

que anuncia tu esplendor al universo!


En el día primero,

tu resurrección alegraba

el corazón del Padre.

En el día primero,

vio que todas las cosas eran buenas

porque participaban de tu gloria.


La mañana celebra

tu resurrección y se alegra

con claridad de Pascua.

Se levanta la tierra

como un joven discípulo en tu busca,

sabiendo que el sepulcro está vacío.


En la clara mañana,

tu sagrada luz se difunde

como una gracia nueva.

Que nosotros vivamos

como hijos de luz y no pequemos

contra la claridad de tu presencia. Amén.


Salmo 62: El alma sedienta de Dios

El alma sedienta de Dios - Aoraciones


Ant. Cristo ha resucitado y con su claridad ilumina al pueblo rescatado con su sangre. Aleluya.


Oh Dios, tú eres mi Dios, por ti madrugo,

mi alma está sedienta de ti;

mi carne tiene ansia de ti,

como tierra reseca, agostada, sin agua.


¡Cómo te contemplaba en el santuario

viendo tu fuerza y tu gloria!

Tu gracia vale más que la vida,

te alabarán mi labios.


Toda mi vida te bendeciré

y alzaré las manos invocándote.

Me saciaré como de enjundia y de manteca,

y mis labios te alabarán jubilosos.


En el lecho me acuerdo de ti

y velando medito en ti,

porque fuiste mi auxilio,

y a la sombra de tus alas canto con júbilo;

mi alma está unida a ti,

y tu diestra me sostiene.


Gloria al Padre al Hijo y al Espíritu Santo

Como era en el principio, ahora y siempre,

por los siglos de los siglos.


Ant. Cristo ha resucitado y con su claridad ilumina al pueblo rescatado con su sangre. Aleluya.


Cántico de Daniel: Toda la cración alabe al Señor

Toda la cración alabe al Señor


Ant. Ha resucitado del sepulcro nuestro Redentor; cantemos un himno al Señor, nuestro Dios. Aleluya.


Criaturas todas del Señor, bendecid al Señor,

Ensalzadlo con himnos por los siglos.


Ángeles del Señor, bendecid al Señor;

cielos, bendecid al Señor.


Aguas del espacio, bendecid al Señor;

ejércitos del Señor, bendecid al Señor.


Sol y luna, bendecid al Señor;

Astros del cielo, bendecid al Señor.


Lluvia y rocío, bendecid al Señor;

Vientos todos, bendecid al Señor.


Fuego y calor, bendecid al Señor;

fríos y heladas, bendecid al Señor.


Rocíos y nevadas, bendecid al Señor;

témpanos y hielos, bendecid al Señor.


Escarchas y nieves, bendecid al Señor;

noche y día, bendecid al Señor.


Luz y tinieblas, bendecid al Señor;

rayos y nubes, bendecid al Señor.


Bendiga la tierra al Señor,

ensálcelo con himnos por los siglos.


Montes y cumbres, bendecid al Señor;

cuanto germina en la tierra, bendiga al Señor.


Manantiales, bendecid al Señor;

mares y ríos, bendecid al Señor.


Cetáceos y peces, bendecid al Señor;

aves del cielo, bendecid al Señor.


Fieras y ganados, bendecid al Señor;

ensalzadlo con himnos por los siglos.


Hijos de los hombres, bendecid al Señor;

bendiga Israel al Señor.


Sacerdotes del Señor, bendecid al Señor;

siervos del Señor, bendecid al Señor.


Almas y espíritus justos, bendecid al Señor;

santos y humildes de corazón, bendecid al Señor.


Ananías, Azarías y Misael, bendecid al Señor

ensalzadlo con himnos por los siglos.


Bendigamos al Padre y al Hijo con el Espíritu Santo,

ensalcémoslo con himnos por los siglos.


Bendito el Señor en la bóveda del cielo,

alabado y glorioso y ensalzado por los siglos.


Ant. Ha resucitado del sepulcro nuestro Redentor; cantemos un himno al Señor, nuestro Dios. Aleluya.


Salmo 149: Alegría de los Santos

Alegría de los Santos - Aoraciones


Ant. Aleluya. Ha resucitado el Señor, tal como lo había anunciado. Aleluya.


Cantad al Señor un cántico nuevo,

resuene su alabanza en la asamblea de los fieles,

que se alegre Israel por su Creador,

los hijos de Sión por su Rey.


Alabad su nombre con danzas,

cantadle con tambores y cítaras;

porque el Señor ama a su pueblo

y adorna con la victoria a los humildes.


Que los fieles festejen su gloria

y canten jubilosos en filas:

con vítores a Dios en la boca

y espadas de dos filos en las manos:


para tomar venganza de los pueblos

y aplicar el castigo a las naciones,

sujetando a los reyes con argollas,

a los nobles con esposas de hierro.


Ejecutar la sentencia dictada

es un honor para todos sus fieles.


Gloria al Padre al Hijo y al Espíritu Santo

Como era en el principio, ahora y siempre,

por los siglos de los siglos.


Ant. Aleluya. Ha resucitado el Señor, tal como lo había anunciado. Aleluya.


LECTURA: Hch 10, 40-43

LECTURA Hch 10, 40-43 - Aoraciones

Dios resucitó a Jesús al tercer día y nos lo hizo ver, no a todo el pueblo, sino a los testigos que él había designado: a nosotros, que hemos comido y bebido con él después de su resurrección. Nos encargó predicar al pueblo, dando solemne testimonio de que Dios lo ha nombrado juez de vivos y muertos. El testimonio de los profetas es unánime: que los que creen en él reciben, por su nombre, el perdón de los pecados.


En lugar del responsorio breve, se dice:


Antífona. Éste es el día en que actuó el Señor, sea nuestra alegría y nuestro gozo. Aleluya.


Cántico Evangélico

Cántico Evangélico - Aoraciones


Ant. Mete tu mano y mira el agujero de los clavos; y no seas incrédulo, sino creyente. Aleluya.


Benedictus. El Mesías y su Precursor


Bendito sea el Señor, Dios de Israel,

porque ha visitado y redimido a su pueblo,

suscitándonos una fuerza de salvación

en la casa de David, su siervo,

según lo había predicho desde antiguo

por la boca de sus santos profetas.


Es la salvación que nos libra de nuestros enemigos

y de la mano de todos los que nos odian;

realizando la misericordia

que tuvo con nuestros padres,

recordando su santa alianza

y el juramento que juró a nuestro padre Abrahán.


Para concedernos que, libres de temor,

arrancados de la mano de los enemigos,

le sirvamos con santidad y justicia,

en su presencia, todos nuestros días.


Y a ti, niño, te llamarán profeta del Altísimo,

porque irás delante del Señor

a preparar sus caminos,

anunciando a su pueblo la salvación,

el perdón de sus pecados.


Por la entrañable misericordia de nuestro Dios,

nos visitará el sol que nace de lo alto,

para iluminar a los que viven en tinieblas

y en sombra de muerte,

para guiar nuestros pasos

por el camino de la paz.


Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.

Como era en el principio, ahora y siempre,

por los siglos de los siglos. Amén.


Ant. Mete tu mano y mira el agujero de los clavos; y no seas incrédulo, sino creyente. Aleluya.


Preces

Preces - Aoraciones


Invoquemos a Dios, Padre todopoderoso, que resucitó a Jesús, nuestro jefe y salvador, y aclamémosle, diciendo:


Ilumínanos, Señor, con la luz de Cristo.


Padre santo, que hiciste pasar a tu Hijo amado de las tinieblas de la muerte a la luz de tu gloria,

— haz que podamos llegar también nosotros a tu luz admirable.

Ilumínanos, Señor, con la luz de Cristo.

Tú que nos has salvado por la fe, — haz que vivamos hoy según la fe que profesamos en nuestro bautismo.

Ilumínanos, Señor, con la luz de Cristo.

Tú que quieres que busquemos los bienes de allá arriba, donde está Cristo sentado a tu derecha,  — líbranos de la seducción del pecado.

Ilumínanos, Señor, con la luz de Cristo.

Se pueden añadir algunas intenciones libres

Ilumínanos, Señor, con la luz de Cristo.

Haz que nuestra vida, escondida con Cristo en ti, brille en el mundo — como signo que anuncie el cielo y la tierra nuevos.

Ilumínanos, Señor, con la luz de Cristo.

Digamos ahora, todos juntos, la oración que nos enseñó el mismo Señor: 

Padre nuestro que estás en el cielo, santificado sea tu nombre; venga a nosotros tu reino; hágase tu voluntad, en la tierra como en el cielo. Danos hoy nuestro pan de cada día; perdona nuestras ofensas como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden; no nos dejes caer en la tentación, y líbranos del mal. Amén.


Oración

Dios de misericordia infinita - Aoraciones

Dios de misericordia infinita, que reanimas la fe de tu pueblo con el retorno anual de las fiestas pascuales, acrecienta en nosotros los dones de tu gracia, para que comprendamos mejor la inestimable riqueza del bautismo que nos ha purificado, del Espíritu que nos ha hecho renacer y de la sangre que nos ha redimido. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos.


Amén.


Oración Final


V/. El Señor nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida eterna.

R/. Amén.
























Fuentes:
https://alforjasdepastoral.wordpress.com/
Grupo Católico
https://chat.whatsapp.com/Ew96pfbCB1h8xBAEmdlShP   

Ofrecimiento de está Coronilla🕯️

 

Ofrecimiento de está Coronilla - oración a la virgen del carmen

Ofrecimiento de está Coronilla🕯️🙏

T𝗲 𝗼𝗳𝗿𝗲𝗰𝗲𝗺𝗼𝘀 𝗲𝘀𝘁a *Coronilla de la Divina Misericordia

Por los integrantes de cada miembro que conforma este  grupo, sus necesidades corporales , materiales y espirituales. Por el fin de la guerra, la conversión de todos, por los lideres de las naciones, por la Iglesia Católica, por los  Sacerdotes, las Familias, Enfermos, por los niños que han sido abortados y los que seran hoy abortados, por las Almas del Purgatorio, y las intenciones de tu Corazón, las del  Inmaculado Corazón de María  y las del Castïsimo Corazón de San José.

Jesús Confío en Ti

Novena a la Divina Misericordia 

Hoy, tráeme a las almas tibias y sumergelas en el abismo de mi Misericordia. Estas almas son las que mas dolorosamente hieren mi Corazón. A causa de las almas tibias, mi alma experimentó la mas intensa repugnancia en el Huerto de los Olivos. A causa de ellas dije: Padre, aleja de mi este cáliz, si es tu voluntad.
Para ellas, la ultima tabla de salvación consiste en recurrir a mi misericordia.
Jesús Misericordiosísimo, que eres la compasión misma, te traigo a las almas tibias a la morada de tu piadosísimo Corazón. Que estas almas heladas que se parecen a cadáveres y te llenan de gran repugnancia se calienten con el fuego de tu amor puro. Oh, Jesús compasivísimo, ejercita la omnipotencia de tu misericordia y atráelas al mismo ardor de tu amor y concédeles el amor santo, porque Tu lo puedes todo.
Padre Eterno, mira con misericordia a las almas tibias que, sin embargo, están encerradas en el piadosísimo Corazón de Jesús. Padre de la Misericordia, te suplico por la amarga pasión de tu Hijo y por su agonía de tres horas en la cruz, permite que también ellas glorifiquen el abismo de tu Misericordia. Amén.

Rezo Coronilla de la Divina Misericordia


Devoción  a la divina misericordia - aoraciones



Esta es la increíble historia.👇🏼

➡️ Sabias que la devoción a la Divina Misericordia estuvo suprimida durante muchos años y estuvo a punto de perderse para siempre.

🔴El Cardenal Alfredo Ottaviani, jefe del Santo Oficio (predecesor del Dicasterio para la Doctrina de la Fe, el departamento de vigilancia teológica del Vaticano), intentó persuadir al Papa Pío XII para que firmara una condena de las obras de Santa Faustina pero fue rechazado.

😯Cuando el Papa Juan XXIII fue elegido Pontífice en 1958, el Cardenal Ottaviani tuvo otra oportunidad e incluyó las obras de Santa Faustina en una lista de libros a prohibir.

📄El 6 de marzo de 1959, el Santo Oficio finalmente emitió un documento prohibiendo el uso de “imágenes y escritos que promuevan la devoción a la Divina Misericordia en las formas propuestas por la Hermana Faustina”.

🟡El pueblo polaco estaba devastado, incluida gran parte del clero. Una de esas personas fue Karol Wojtyła (ahora San Juan Pablo II), una “estrella en ascenso” en la jerarquía de la iglesia. Fue influyente en la redacción de varios documentos clave del Concilio Vaticano II y fue nombrado Arzobispo de Cracovia a la joven edad de 43 años.

👉🏻En menos de un año de haber asumido su nuevo cargo, y con la aprobación del Vaticano, inició una nueva investigación sobre las obras de Santa Faustina.

🔍Wojtyła descubrió que la condena anterior se debía en su mayoría a que aquellos en el Vaticano no leyeron las obras en su polaco original, sino a través de traducciones deficientes en francés e italiano.

✨Luego, en abril de 1978, después de décadas de trabajo y oración por parte de los seguidores de la devoción a la Divina Misericordia, ¡el Vaticano revocó su prohibición anterior! ¡Católicos de todo el mundo se regocijaron!

💙Pocos meses después, el ahora Cardenal Wojtyła, quien había liderado el esfuerzo, fue nombrado Papa Juan Pablo II.

🫶🏻El Papa Juan Pablo II personalmente beatificó a Faustina en 1993 y la canonizó en 2000.

🙏🏻¡Por tu dolorosa pasión, ten misericordia de nosotros y del mundo entero!











📸 Créditos: Gov.pl, CC BY 3.0 PL, Wikimedia Commons / Dominio público.

Tomado de 🔗 @churchpop_es



Oración a Jesús Sacramentado

 

Oración a  Jesús Sacramentado - Aoraciones

Oración a  Jesús Sacramentado: Santísimo Sacramento del Altar

¡Oh Jesús de mi alma, encanto único de mi corazón!, heme aquí postrado a tus plantas, arrepentido y confuso, como llegó el hijo pródigo a la casa de su padre.
Cansado de todo, sólo a Ti quiero, sólo a Ti busco, sólo en Ti hallo mi bien. Tú, que fuiste en busca de la Samaritana; Tú, que me llamaste cuando huía de Ti, no me arrojarás de tu presencia ahora que te busco.
Señor, estoy triste, bien lo sabes, y nada me alegra; el mundo me parece un desierto. Me hallo en oscuridad, turbado y lleno de temor e inquietudes; te busco y no te encuentro, te llamo y no respondes, te adoro, clamo a Ti y se acrecienta mi dolor.

 ¿Dónde estás, Señor, dónde, pues no gusto las dulzuras de tu presencia, de tu amor?

 Pero no me cansaré, ni el desaliento cambiará el afecto que me impulsa hacia Ti. ¡Oh buen Jesús! Ahora que te busco y no te encuentro recordaré el tiempo en que Tú me llamabas y yo huía... Y firme y sereno, a despecho de las tentaciones y del pesar, te amaré y esperaré en Ti.


Jesús bueno, dulce y regalado padre y amigo incomparable, cuando el dolor ofusque mi corazón, cuando los hombres me abandonen, cuando el tedio me persiga y la desesperación clave su garra en mí, al pie del Sagrario, cárcel donde el amor te tiene prisionero, aquí y sólo aquí buscaré fuerza para luchar y vencer.

 

No temas que te abandone, cuando más me huyas, más te llamaré y verteré tantas lágrimas que, al fin, vendrás. Sí, vendrás, y al posarte, disfrutaré en la tierra las delicias del cielo.


Dame tu ayuda para cumplir lo que te ofrezco; sin Ti nada soy, nada puedo, nada valgo. Fortaléceme, y desafiaré las tempestades.


Jesús, mío, dame humildad, paciencia y gratitud, amor, amor, porque si te amo de veras, todas las virtudes vendrán en pos del amor.

Te ruego por los que amo. Tú los conoces, Tú sabes las necesidades que tienen; socórrelos con generosidad. Acuérdate de los pobres, de los tristes, de los huérfanos, consuela a los que padecen, fortalece a los débiles, conmueve a los pecadores para que no te ofendan y lloren sus extravíos.


Ampara a todos tus hijos, Señor, más tierno que una madre.

 

Y a mí, que te acompaño cuando te abandonan otros, porque he oído la voz de la gracia; a mí, que no te amo por el cielo, ni por el infierno te temo; a mí, que sólo busco tu gloria y estoy recompensado con la dicha de amarte, auméntame este amor y dadme fortaleza para luchar y obtener el apetecido triunfo.

Adiós, Jesús de mi alma salgo de tu presencia, pero te dejo mi corazón; en medio del bullicio del mundo estaré pensando en Ti, y a cada respiración, entiende. oh Jesús, que deseo ser tuyo.


Amén.