Relatos gozosos, luminosos y dolorosos del Evangelio
Introducción
Te invitamos a contemplar los relatos sobre la infancia y vida pública de Jesús. Estos misterios del Rosario nos acercan a los inicios de la familia de Nazaret, donde el proyecto de amor del Padre se manifestó plenamente. Así podemos aprender a unirnos a la misión de Jesús en nuestro trabajo, familia y estudios, sabiendo que el Señor está presente en las personas y situaciones concretas.
Al rezar estos misterios, trae al corazón todas las familias del mundo: diversidad de etnias, culturas y situaciones de vida, verdaderos tesoros que debemos proteger y honrar de manera tangible.
Relatos gozosos del Evangelio
Contemplamos los relatos sobre la infancia de Jesús. En cada decena de estos misterios, tráelo a la oración para que protejamos y acompañemos a todas las familias, como verdaderos tesoros de la humanidad.
1. La Anunciación – según San Lucas 1, 26-38
El Señor mira nuestras pobrezas, necesidades y flaquezas, y elige que el Hijo se haga hombre para enseñarnos a vivir en el amor. María es la elegida: «Alégrate, llena de gracia, el Señor está contigo… vas a concebir y darás a luz un hijo, a quien pondrás por nombre Jesús». Jesús nos invita a decir “sí” al Señor para llevarlo a los demás.
El Papa Francisco afirma: «nuestra alegría es Jesucristo, su amor fiel e inagotable». Nuestras vidas deben ser testimonio para quienes están alejados de la fe. Objetivo de la decena: reza por quienes se han alejado de la fe, para que mediante nuestra oración y testimonio redescubran la belleza de la vida cristiana.
2. La visita de María a Isabel – según San Lucas 1, 39-45
María, tras recibir la noticia de su misión, parte sin demora para ayudar a Isabel. El niño Juan salta de gozo en el vientre de Isabel ante la presencia de Jesús en María. «En cuanto oyó Isabel el saludo de María, saltó de gozo el niño en su seno».
María e Isabel representan dos madres colaboradoras de la salvación. Objetivo de la decena: ofrécele esta decena por las mujeres del mundo entero, especialmente por las que viven situaciones de marginación, para que sean honradas y su aporte social sea valorizado.
3. El nacimiento – según San Lucas 2, 1-20
María y José, fuera de su casa por el censo, encuentran un establo para el alumbramiento: «Mientras estaban allí, se le cumplieron los días del alumbramiento y dio a luz a su hijo primogénito». Quédate con ellos en el pesebre y ofrece ayuda imaginaria.
El Papa Francisco afirma: «Las familias son un tesoro; el ritmo de vida actual y la presión laboral las ponen en peligro. Es necesario promover medidas concretas que protejan a las familias».
Objetivo de la decena: reza para que las grandes opciones económicas y políticas reconozcan a la familia como tesoro de la humanidad y la protejan.
4. La presentación del niño en el Templo – según San Lucas 2, 21-26
La familia de Nazaret concurre al Templo para presentar a Jesús según la Ley de Moisés: «Cuando se cumplieron los días en que debían purificarse, llevaron a Jesús a Jerusalén para presentarle al Señor».
Ana y Simeón reconocen en el Niño al Mesías: Simeón alza al Niño y alaba a Dios. Objetivo de la decena: reza por los niños obligados a empuñar armas, para que se respete su dignidad y termine esta forma de esclavitud.
5. El niño perdido y hallado en el Templo – según San Lucas 2, 41-50
Jesús, con doce años, se queda en Jerusalén tras la fiesta de la Pascua. Sus padres lo buscan ansiosos: «Y hallándolo, le dijeron: ‘Hijo, ¿por qué nos has hecho esto? He aquí tu padre y yo te buscábamos con angustia’» (Lc 2, 48).
El Papa Francisco dice: «La familia es uno de los bienes más preciosos y vulnerables de la humanidad». Objetivo de la decena: reza por las familias en dificultad económica, de salud o de cualquier tipo, para que reciban apoyo y los niños crezcan en ambientes sanos y serenos.
Relatos luminosos del Evangelio
Ahora contemplamos la Vida Pública de Jesús, del Bautismo a la Última Cena. En cada decena de estos misterios acompañamos a Jesús en su misión de compasión y generamos la cultura del encuentro.
1. El bautismo del Señor – según San Mateo 3, 13-17
Jesús se hace solidario al ser bautizado: «Entonces vino Jesús desde Galilea al Jordán, donde estaba Juan para ser bautizado por él. Juan se oponía, diciendo: 'Yo necesito ser bautizado por ti, ¿y tú vienes a mí?'» (Mt 3, 13-14). Jesús cumple toda justicia y el Padre lo reconoce: «Este es mi Hijo amado, en quien me complazco» (Mt 3, 17).
Objetivo de la decena: reza por los jóvenes de África, para que tengan acceso a la educación y al trabajo en sus propios países.
2. Las bodas de Caná – según San Juan 2, 1-10
Jesús convierte el agua en vino en una boda en Caná: «Y el tercer día se celebró una boda en Caná de Galilea, y estaba allí la madre de Jesús… Hagan todo lo que él les diga» (Jn 2, 1-5). Jesús inicia su primer milagro, trayendo abundancia y gozo.
Objetivo de la decena: reza por los jóvenes, especialmente de América Latina, para que respondan al llamado del Señor y comuniquen la alegría del Evangelio al mundo.
3. El anuncio del Reino de Dios – según San Mateo 5, 1-12
Jesús proclama las Bienaventuranzas: «Bienaventurados los pobres en espíritu, los que lloran, los mansos, los que tienen hambre y sed de justicia…» (Mt 5, 3-10). Estas palabras hacen eco en el corazón de quienes predican el Reino de Dios.
Objetivo de la decena: reza por los laicos que están en primera línea, para que cumplan su misión bautismal y sean testigos del Reino con creatividad y esperanza.
4. La Transfiguración – según San Mateo 17, 1-13
Jesús lleva a Pedro, Santiago y Juan a un monte y se transfigura: «Se transfiguró delante de ellos… y vino una voz del cielo: 'Este es mi Hijo amado; a él oíd'» (Mt 17, 2-5). El Padre confirma la divinidad de Jesús.
Objetivo de la decena: reza para que fomentemos la cultura del encuentro en la sociedad y contribuyamos a la paz.
5. La institución de la Eucaristía – según San Mateo 26, 26-29
Jesús en la Última Cena entrega su Cuerpo y Sangre: «Mientras comían, tomó pan, bendijo, partió y dio a sus discípulos, diciendo: 'Tomad y comed; esto es mi cuerpo'» (Mt 26, 26). Con este gesto, Jesús nos deja la Eucaristía como memorial de su entrega.
Objetivo de la decena: reza por los sacerdotes, para que encuentren fortaleza en la amistad con el Señor y en la comunión fraterna.
Relatos dolorosos del Evangelio
Contemplamos la pasión y muerte de Jesús. Su entrega por todos nos invita a vencer la indiferencia y a instaurar la revolución de la ternura en nuestros ambientes.
1. La oración de Jesús en Getsemaní – según San Lucas 22, 39-46
Jesús, consciente de su pasión inminente, ora en el huerto: «Padre, si quieres, aparta de mí este cáliz; pero no se haga mi voluntad, sino la tuya» (Lc 22, 42). En su entrega total, se hace solidario con todos los dolores humanos.
Objetivo de la decena: reza por quienes son perseguidos por su fe, para que experimenten el apoyo de la Iglesia en oración y ayuda material.
2. La flagelación – según San Juan 19, 1-3
Jesús es azotado injustamente por Pilato: «Pilato los mandó azotar a Jesús, y los soldados trenzaron una corona de espinas» (Jn 19, 1-2). El Maestro calla ante la injusticia, invitándonos a no ser cómplices del sufrimiento ajeno.
Objetivo de la decena: reza por las víctimas de la trata de personas y de la prostitución forzada, para que reciban acogida y libertad.
3. La coronación de espinas – según San Marcos 15, 16-20
Los soldados colocan una corona de espinas en la cabeza de Jesús: «Lo cubrieron de un manto púrpura, colocaron en su cabeza una corona de espinas» (Mc 15, 17). Jesús acepta este dolor por amor a la humanidad.
Objetivo de la decena: reza por los responsables de las naciones, para que se comprometan a poner fin al comercio de armas y así evitar muertes inocentes.
4. Jesús con la cruz a cuestas – según San Juan 19, 16-17
Jesús carga la cruz rumbo al Calvario: «Tomaron a Jesús, que cargando con su cruz salió hacia el lugar llamado Gólgota» (Jn 19, 17). Lo acompañan su Madre, las mujeres y algunos amigos.
Objetivo de la decena: reza por los emigrantes y refugiados, para que los países que los acogen obtengan fuerza y solidaridad para acompañarlos.
5. La crucifixión y muerte – según San Juan 19, 18
Jesús es crucificado junto a dos malhechores: «Allí lo crucificaron, y con él a otros dos, uno a cada lado suyo» (Jn 19, 18). Jesús muere por amor a todos, incluso a quienes lo rechazan.
Objetivo de la decena: reza para que cada persona, en su ambiente, contribuya al bien común y a la construcción de una sociedad centrada en la dignidad humana.
Relatos gloriosos del Evangelio
Introducción
La Resurrección del Señor es el centro de la contemplación de estos misterios. El Padre ha resucitado al Hijo y ha confirmado de este modo el estilo de vida de Jesús y su misión. La muerte ha sido vencida y no tiene la última palabra. La promesa y la esperanza se abren para quien cree en Jesús Vivo y Resucitado. La paz y el oficio de consolar es lo que Jesús Resucitado lleva a sus apóstoles y amigos. Y a todos ellos envía a una misión de compasión por el mundo. Lleva, a la contemplación de estos misterios, el mundo que el Señor tanto ama, para que a partir de una conversión que nos una a todos cuidemos nuestra tierra, herencia común, y a todos sus habitantes.
Relatos gloriosos del Evangelio
1. La Resurrección – según San Marcos 16, 9 ss
El Señor ha vencido a la muerte y sus amigos son los primeros en saberlo. A San Ignacio de Loyola le gustaba pensar que Jesús resucitado salió primero al encuentro de su Madre. El evangelista Marcos nos dice que «Jesús resucitó en la madrugada, el primer día de la semana, y se apareció primero a María Magdalena…», y las mujeres que lo seguían. Y también «estando a la mesa los once discípulos, se les apareció…». Los apóstoles lo reconocen en esos encuentros y Jesús resucitado los envía en misión a continuar lo que habían comenzado juntos: «Vayan por todo el mundo y proclamen la Buena Nueva a toda la creación… en mi nombre expulsarán demonios, hablarán en lenguas nuevas, tomarán serpientes en sus manos». Hoy también eres enviado como discípulo misionero, como apóstol, a colaborar en la misión de compasión por el mundo haciendo presente a Jesucristo en tus ambientes. El Papa Francisco nos dice que vivimos en ciudades que construyen torres, centros comerciales, hacen negocios inmobiliarios… pero abandonan a una parte de sí en las márgenes, las periferias. Masas de personas sin trabajo, sin horizontes, sin salida. Reza esta decena por aquellos que están agobiados, especialmente los pobres, los refugiados y los marginados, para que encuentren acogida y apoyo en nuestras comunidades.
2. La Ascensión – según San Mateo 28, 19-20
Jesús Resucitado volvió con el Padre, y los apóstoles y las mujeres fueron testigos. El evangelista Mateo nos cuenta que antes de partir les dijo: «Id, pues, y haced discípulos a todas las gentes, bautizándolas en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo, y enseñándoles a guardar todo lo que yo os he mandado. Y estad seguros de que yo estaré con vosotros día tras día, hasta el fin del mundo». El Señor te dice a ti estas cosas y te invita a ser su apóstol en tus ambientes, para que estés dispuesto a embarcarte en una misión de compasión abierta al mundo, a las muchas necesidades de tantas personas. Necesitamos «leer desde dentro» lo que el Señor nos pide, para vivir en el amor y ser continuadores de esta su misión de amor. El tiempo en el que vivimos nos exige desarrollar una profunda capacidad para discernir, de entre todas las voces, cuál es la voz del Señor que nos conduce a la Vida y la voz que nos libra de caer en la «cultura de la muerte». Reza esta decena para que toda la Iglesia reconozca la urgencia de la formación en el discernimiento espiritual, en el plano personal y comunitario.
3. La venida del Espíritu Santo – Hechos de los Apóstoles 2, 1-13
El Señor Resucitado envía a sus apóstoles en misión y, para fortalecerlos y confirmarlos, les da el Espíritu Santo que los renueva, los conforta y les da luz. Este don les permitirá a los apóstoles continuar la misión de Jesucristo con fidelidad y perseverancia, adaptándose a las circunstancias a su paso. En el libro de los Hechos de los Apóstoles, San Lucas nos narra que «entonces quedaron todos llenos de Espíritu Santo y se pusieron a hablar en diversas lenguas, según el Espíritu les concedía expresarse». Imagina la escena de gozo ante la visita del Espíritu consolador que ayuda a mirar la realidad y trabajar en ella con el estilo de Jesús. Pide su venida y su luz en el mundo actual. Reza esta decena pidiendo por el mundo digital y el uso de las redes sociales para que sirvan a la misión de Jesús. El Papa nos dice que Internet es un don de Dios y una gran responsabilidad que abre posibilidades de encuentro y solidaridad. Reza para que las redes sociales no anulen la propia personalidad, sino que favorezcan la solidaridad y el respeto del otro en sus diferencias.
4. La Asunción de la Virgen María – según San Juan 19, 25-27
Nuestra Madre ha sido preservada y llevada al Cielo. Ha pasado a disfrutar de la vida plena de Dios y desde allí nos cuida y nos ayuda en el camino de la vida. Ella ha sido la elegida del Padre para ser Madre de su Hijo y Madre de todos los hombres y mujeres. Toma unos minutos para pensar que nuestra Madre está con Cristo inseparablemente unida a Él. Contempla la escena del Evangelio de Juan y deja que las palabras resuenen en tu corazón: «Jesús, viendo a su madre y junto a ella al discípulo a quien amaba, dijo a su madre: “Mujer, ahí tienes a tu hijo”. Luego dijo al discípulo: “Ahí tienes a tu madre”. Y desde aquella hora el discípulo la acogió en su casa». Aprovecha esta decena para pedir a María, que es Madre, por toda la Iglesia para que la proteja de las acechanzas del mal. En tiempos de tormenta y de crisis, el Papa nos pide rezar un Rosario diario para que la Virgen María proteja a la Iglesia.
5. La coronación de María – Apocalipsis 12, 1
Es bonito pensar en esta afirmación: María, una mujer, una de las nuestras, además de ser nuestra Madre y Madre del Señor, es Reina. El libro del Apocalipsis nos trae una descripción de esta visión: «Apareció en el cielo un signo sorprendente: una Mujer vestida de sol, con la luna bajos sus pies y tocada con una corona de doce estrellas». Contempla una imagen de María que te despierte amor y devoción y tenla cerca al rezar esta decena. María quiere reinar en tu vida y llevarte cerca del corazón de su Hijo. Reza esta decena por Asia, un enorme continente con una variedad de culturas, tradiciones, religiones y etnias, para que María se muestre Madre y Reina allí entre poblaciones tan numerosas. Reza especialmente por los cristianos de Asia para que favorezcan el diálogo, la paz y la comprensión mutua, especialmente con aquellos que pertenecen a otras religiones.