
Novena al Sagrado Corazón de Jesús
Novena profunda y tradicional para la devoción al Sagrado Corazón de Jesús, con oraciones antiguas y reflexiones contemporáneas.
Día 1: El Amor del Corazón de Jesús
Oración antigua: “Oh dulcísimo Corazón de Jesús, manantial eterno de amor, en Ti confío y a Ti me entrego. Hazme digno de tu ternura.”
Señor Jesús, que me amaste hasta derramar tu Sangre, haz que mi corazón no sea de piedra ante tu llamado. Enséñame a amar como Tú, con entrega y sin medida, aun cuando cueste, aun cuando duela.
Jaculatoria: Sagrado Corazón de Jesús, haz mi corazón semejante al Tuyo.
Día 2: Corazón paciente en el dolor
Oración antigua: “Corazón doliente de Jesús, por el sufrimiento que soportaste por mí, hazme paciente en la tribulación y firme en la fe.”
Tu Corazón no maldijo cuando fue herido, ni huyó de la cruz. Enséñame a sufrir contigo, no como castigo, sino como medio de redención y unión. Que cada dolor sea semilla de esperanza.
Jaculatoria: Sagrado Corazón de Jesús, en la cruz me refugio.
Día 3: Corazón que perdona sin límite
Oración antigua: “Corazón amantísimo de Jesús, que perdonaste incluso a tus enemigos, enséñame a perdonar desde lo profundo del alma.”
Hoy dejo en tus manos todo rencor, toda herida. Dame la gracia de liberar a quienes me han herido, así como Tú me liberaste del peso del pecado. Que tu perdón me transforme.
Jaculatoria: Corazón de Jesús, fuente de perdón, sana mi alma.
Día 4: Corazón manso y humilde
Oración antigua: “Jesús, manso y humilde de Corazón, forma mi alma según tu dulzura. Vence mi orgullo con tu humildad divina.”
Hoy me postro ante Ti, renunciando a mis vanidades. Hazme pequeño en mi pensar y grande en el amar. Que tu humildad brille en mí como luz en medio del mundo.
Jaculatoria: Jesús manso y humilde, haz mi corazón semejante al tuyo.
Día 5: Corazón eucarístico
Oración antigua: “Corazón Sacratísimo de Jesús, oculto en el Sacramento del Altar, fortalece mi alma con tu presencia viva.”
Cada comunión es un milagro de amor. Que no me acostumbre jamás a tu presencia. Haz de mi corazón un sagrario viviente que te adore y te alabe, incluso en silencio.
Jaculatoria: Sagrado Corazón eucarístico, ven a morar en mí.
Día 6: Corazón encendido en caridad
Oración antigua: “Corazón ardiente de Jesús, inflama mi alma con la llama de tu caridad, para que viva para Ti y para los demás.”
El amor verdadero nace de Ti. Que no me detenga en palabras vacías, sino que sirva con entrega, ore con fuego y ame con todo lo que soy.
Jaculatoria: Enciende, Señor, mi corazón con tu caridad.
Día 7: Corazón que consuela
Oración antigua: “Sagrado Corazón de Jesús, consuelo de los afligidos, sé mi consuelo en esta hora difícil.”
Nadie me comprende como Tú, Jesús. Vengo a Ti con mis angustias, mis soledades, mis noches oscuras. Abrázame. No quiero más respuestas, sino tu paz.
Jaculatoria: Corazón de Jesús, ñbálsamo de mi alma herida.3}
Día 8: Corazón fiel y protector
Oración antigua: “Jesús, refugio del pecador, no permitas que me aleje jamás de tu Corazón abierto.”
Guárdame, Señor, cuando el mundo me arrastre. Sé mi escudo, mi roca, mi fortaleza. Si me aparto, llámame. Si caigo, levántame.
Jaculatoria: Sagrado Corazón, sé mi refugio y mi salvación.
Día 9: Corazón Rey del Universo y de mi vida
Oración antigua: “Reina, oh Sagrado Corazón, en cada alma, en cada familia, en toda la tierra. Sé Tú nuestro único Rey.”
Hoy te corono, Señor, con mi vida. Reina en mis pensamientos, mis palabras, mis decisiones. Reina en mi familia, en mis dolores y alegrías. Sé el centro y el fin.
Jaculatoria: Sagrado Corazón de Jesús, reina por siempre en mi corazón.
Novena al Sagrado Corazón de Jesús
Oraciones iniciales (para todos los días)
¡Oh Corazón divinísimo de mi amado Jesús, en quien la Santísima Trinidad depositó tesoros inmensos de celestiales gracias! Concédeme un corazón semejante al tuyo, y la gracia que te pido, si es para mayor gloria de Dios, tu sagrada devoción y el bien de mi alma. Amén.
¡Oh Corazón sacratísimo, dulcísimo y manso de Jesús, que, con ferventísimos deseos y ardentísimo amor, deseas corregir y desterrar la sequedad y tibieza, de nuestros corazones! Inflama y consume las maldades e imperfecciones del mío, para que se abrase en tu amor; dame la gracia de resarcir las injurias e ingratitudes hechas contra Ti, oh amantísimo Corazón, y la que te pido ahora, si es para mayor gloria de Dios, culto tuyo y bien de mi alma. Amén.