San Agustín de Hipona: Vida, Conversión y Legado
Fecha de nacimiento: 13 de noviembre del 354
Festividad: 28 de agosto
Lugar: Tagaste, Norte de África (hoy Souk-Ahras)
1. Primeros años de San Agustín
San Agustín, nacido como Aurelio Agustín, vino al mundo el 13 de noviembre del año 354 en Tagaste, un pequeño pueblo del norte de África romana. Su padre, Patricio, era un pagano que aspiraba a ver a su hijo convertido en un hombre de saber. Su madre, Santa Mónica, una cristiana devota, oraba con fervor por la conversión de su hijo y su crecimiento en la fe. Desde temprana edad, Agustín fue testigo de la tensión entre el mundo secular y el anhelo espiritual.
2. Agustín estudiante
Durante sus primeros once años, estudió en su pueblo natal, donde mostró más travesura que entusiasmo académico. A los once, fue enviado a Madaura para continuar su formación, costeada por los esfuerzos de su padre. Allí descubrió su amor por la lengua latina, aunque rechazó el griego. Su carácter vivaz y su inclinación por el placer comenzaron a perfilar su personalidad.
A los quince años regresó a Tagaste. Poco después, fue enviado a Cartago, a 196 km de distancia, donde la gran ciudad lo sedujo con sus placeres: el teatro, los baños, el amor. A los 17 años, inició una relación con una joven con la que tuvo a su hijo, Adeodato. Su inteligencia y pasión por la filosofía le valieron el respeto de muchos. En este periodo, también se unió a los maniqueos, buscando la verdad en doctrinas alternativas al cristianismo.
3. Agustín profesor
A los 19 años regresó a Tagaste como profesor de Gramática. Luego de la pérdida de un amigo, se trasladó nuevamente a Cartago y después a Roma, en busca de un mejor futuro. En el 384 se trasladó a Milán, donde obtuvo la cátedra de Retórica. A pesar del prestigio, su alma seguía inquieta.
En Milán comenzó a frecuentar la catedral donde predicaba el obispo Ambrosio, cuya elocuencia lo atrajo profundamente. Poco a poco, las palabras del obispo sembraron dudas en sus creencias anteriores y encendieron su deseo por la verdad eterna.
4. Agustín cristiano
El punto de quiebre llegó en un jardín, mientras meditaba en su crisis existencial. Escuchó unas palabras de la carta a los Romanos: “No en comilonas ni borracheras, sino revestíos de Nuestro Señor Jesucristo” (Rom 13,13). Su corazón se llenó de luz. Fue bautizado por San Ambrosio en la Pascua del año 387, junto a su hijo Adeodato y su amigo Alipio. Comenzaba una nueva vida: la del hombre reconciliado con Dios.
5. Agustín monje
Al volver a África tras la muerte de su madre en Ostia, Agustín vendió sus bienes, repartió su herencia entre los pobres y fundó una comunidad monástica en Tagaste. Allí vivió en oración y estudio con sus compañeros. La muerte de su hijo lo marcó profundamente, pero también lo afianzó en su propósito de servir a Dios en todo.
6. Agustín obispo
En el año 391 viajó a Hipona para invitar a un amigo a su monasterio. Pero terminó siendo ordenado sacerdote por petición popular y del obispo Valerio. Fundó un monasterio en el jardín del obispo, donde vivió en comunidad con otros religiosos. En el 395 fue nombrado obispo de Hipona, cargo que ocupó durante 35 años. Su labor pastoral, intelectual y espiritual marcaría para siempre a la Iglesia.
7. Agustín fundador y defensor de la fe
San Agustín fue un incansable defensor de la ortodoxia cristiana. Fundó comunidades, escribió cartas y libros que se volvieron fundamentales. Se enfrentó a herejías como el maniqueísmo, el donatismo y el pelagianismo. A partir del 398 comenzó a escribir obras como Las Confesiones, El Tratado sobre la Trinidad y, más adelante, La Ciudad de Dios, un hito en la filosofía de la historia cristiana.
8. Agustín Santo
En el año 430, durante el asedio de los vándalos a Hipona, San Agustín enfermó. Rodeado de sus discípulos y amigos, murió el 28 de agosto, entregando su alma al Señor. Fue declarado santo y Doctor de la Iglesia. Su pensamiento ha influido en teólogos como Santo Tomás de Aquino y ha inspirado generaciones enteras de creyentes. Hoy es uno de los Padres más venerados de la Iglesia Occidental.
9. Principales obras de San Agustín
- Confesiones: una autobiografía espiritual donde relata su búsqueda de Dios.
- La Ciudad de Dios: reflexión sobre el destino de la humanidad frente al poder político y el Reino de Dios.
- Tratado sobre la Trinidad: exploración profunda del misterio trinitario.
- Enchiridion o Manual sobre la fe, la esperanza y la caridad
- Comentarios a los Salmos y al Evangelio de San Juan