Aoraciones: cuaresma
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Súplica a la Virgen del Carmen


Súplica a la Virgen del Carmen

Súplica a la Virgen del Carmen


Oh Santísima Virgen del Carmen,

Madre misericordiosa y estrella del mar,

acudo a ti con el corazón en las manos y el alma rendida.

Tú que todo lo puedes ante tu Hijo Jesús,

intercede por mí en esta hora de necesidad.

Cúbreme con tu santo escapulario,

protégeme de todo mal, de todo peligro y desesperanza.

No me dejes solo, Madre del cielo,

guíame, consuélame y fortaléceme.

Dame paz en la tormenta, fe en la oscuridad

y amor en cada paso que dé.

A ti me entrego, dulce Virgen del Carmen,

ahora y para siempre. 

Amén.







Cuaresma

 

La Cuaresma: reflexión y penitencia 

Cuaresma @aoraciones



La Cuaresma no solo es un tiempo de reflexión y penitencia, sino también una invitación a la transformación profunda. Es un período para dejar atrás viejos hábitos que nos limitan, para liberarnos de lo que nos pesa, y para renacer con una mayor claridad de propósito. En este tiempo, podemos replantearnos nuestras prioridades y tomar consciencia de lo que realmente importa: nuestra paz interior, nuestras relaciones, y nuestra conexión con lo divino.


Es el momento perfecto para hacer un balance honesto de nuestra vida, reconociendo tanto nuestras fortalezas como nuestras debilidades, y tener la valentía de trabajar en ellas. El sacrificio y la abstinencia no son solo renuncias a lo material, sino una oportunidad para aprender a cultivar lo que realmente nos nutre espiritualmente. Es en la renuncia que descubrimos nuestra verdadera fortaleza, y en el silencio interior hallamos la voz que nos guía hacia un propósito mayor.


La Cuaresma nos invita a dar un paso hacia el crecimiento, a liberarnos de lo superficial para abrazar lo esencial, recordándonos que la verdadera transformación comienza desde adentro. Es el tiempo de purificar el alma, de renovar el corazón y de abrazar la esperanza de un futuro más lleno de luz. No es solo un camino de sacrificio, sino un camino de oportunidad, crecimiento y renacimiento.


Reflexión del Miércoles Santo

 


Reflexión del Miércoles Santo - Aoraciones


Reflexión del Miércoles Santo ¿Que hizo hoy Jesús?


Jesús se queda en Betania. Simón, el leproso que había sido curado por Jesús, invita al Señor a comer en su casa, por lo agradecido que le estaba. Mientras están comiendo, entra en la casa una mujer del pueblo llamada María; rompe un frasco de perfume carísimo y lo echa a los pies del Señor. Los besa y los seca con sus cabellos. A Jesús le gustó ese detalle de cariño.

Es entonces cuando Judas busca a los jefes del pueblo judío y les dice: "¿Qué me dais si os lo entrego?". Ellos se alegraron y prometieron darle dinero.

¿Eres agradecido como Simón por las veces que a ti también te ha curado de tus pecados? Cada vez, después de confesarte, dale gracias por haberte perdonado.

A Jesús le gustará que hoy tengas algún detalle de cariño con Él, como María. Piensa ahora uno concreto y regálaselo.

Rosario de Mar a Mar


JESÚS TIENE SED

“Jesús quiere hacernos beber su cáliz hasta las heces (…) no le neguemos nada. ¡Tiene tanta necesidad de amor y está tan sediento, que espera de nosotras esa gota de agua que pueda refrescarlo…!Demos sin medida, que un día él dirá:” Ahora me toca a mí”. Santa Teresita del Niño Jesús (carta nº 107, a Celina 19 de mayo 1890)

Jesús tiene sed. Esta sediento en la puerta de tu corazón…te pide esa “gota de agua” que puede refrescarlo…

Teresita hoy te invita a saciar la sed de almas de Jesús, entregándole tu vida, diciéndole si a todo lo que Él te pida, no negándole nada…¡Démosle sin medida!!! 

Sábado de Pasión

 

El Sábado de Pasión, día ideal para reflexionar sobre el sentido de la Semana Santa - Aoraciones


El Sábado de Pasión, día ideal para reflexionar sobre el sentido de la Semana Santa


Es importante no confundirlo con el Sábado Santo, que se celebra una semana después, la víspera del Domingo de Resurrección. En la tradición de la Iglesia, la última semana previa al Domingo de Ramos se denominaba Semana de Pasión y así se calificaba a cada uno de los días de esta semana, que comenzaba el Domingo V de Cuaresma o Domingo de Pasión y concluía el sábado anterior al Domingo de Ramos, también denominado Sábado de Pasión. Tan solo recibía una denominación especial el viernes que, por celebrarse ese día los Siete Dolores de la Virgen María, pasó a denominarse Viernes de Dolores. Este sobrenombre “de dolores” le correspondía tan sólo al viernes. No lo recibieron nunca ni el jueves, ni el sábado que recibían el calificativo “de pasión”. La Semana de Pasión, última semana de la Cuaresma, es el momento ideal para reflexionar sobre el sentido de la Semana Santa, de los actos y momentos que se vivirán en la semana siguiente al recordar la Pasión, Muerte y Resurrección de Cristo.




Rosario de Mar a Mar

Peticiones a la Santísima Trinidad por los Sacerdotes

 

Peticiones a la Santísima Trinidad por los Sacerdotes



Peticiones a la Santísima Trinidad por los Sacerdotes


"Ayúdanos a nuestros sacerdotes a ser fuertes en su vocación. Enciende sus almas con amor por tu pueblo. Concédeles la sabiduría, el entendimiento y la fuerza que necesitan para seguir los pasos de Jesús. Inspíralos con la visión de tu Reino. Dales las palabras que necesitan para difundir el Evangelio. Permítales experimentar gozo en su ministerio. Ayúdalos a convertirse en instrumentos de tu divina gracia. Te lo pedimos por Jesucristo, que vive y reina como nuestro Sacerdote Eterno. Amén".


Lectura: Mt 28, 16 - 20 (Bautismo en el nombre de la Trinidad)

Peticiones a la Santísima Trinidad por los Sacerdotes


El Evangelio de Mateo nos muestra una de las apariciones en Galilea y las palabras de Jesús constituyen su testamento para todos sus seguidores, no solo para los Apóstoles. Hemos de llevar su palabra hasta los confines del Universo y sabemos que Él, el Señor, estará con nosotros hasta el final de los siglos. Recibamos este mensaje con la aclamación del Aleluya.

Oración universal

A cada plegaria repitan, por favor:

Dios Uno y Trino, escúchanos

1. Padre: protege, cuida y anima al Papa N. para que continúe guiando a tu pueblo y propagando el mensaje de la Buena Nueva que nos trajo tu Hijo. OREMOS

2. Jesús: tú que fuiste como nosotros y conoces nuestras debilidades, ayuda los que dudan, a los que viven inquietos e invítales a llevar tu carga mucho más liviana. OREMOS

3. Espíritu Santo: Penetra en el alma de los que desoyeron la voz de Jesús e indícales con la dulzura que te es propia, el camino del Padre. OREMOS.

4. Padre: Ilumina a los que dirigen los pueblos de la tierra; haz que velen por la Paz y que lleven la prosperidad a sus naciones. OREMOS.

5. Jesús: Te quedaste con nosotros en la Eucaristía, haz que todos aquellos que hoy compartimos tu pan llevemos una vida más acorde a la de discípulos tuyos. OREMOS.

6. Espíritu Santo: Conforta a aquellos que están enfermos y a los que les acompañan. Que sea tu fuerza la que les ayude en estos difíciles momentos. OREMOS.


Exhortación final

Hoy te proclamamos, Dios-Padre, Dios-Hijo y Dios-Espíritu Santo, como el único Dios de vida frente a los múltiples ídolos muertos.

Bendito seas, Padre, que por Cristo y Espíritu nos haces hijos y nos admites en el círculo trinitario de tu amor y tu amistad.

Ahí radica nuestro gozo y esperanza, y la fuerza para el camino.

Concédenos experimentar y vivir nuestra adopción filial, viviendo según el Espíritu y venciendo las obras de la carne.

Para eso, líbranos de la tiranía de los ídolos de muerte: dinero, lujuria, soberbia, poder, cuerpo, belleza y placer, a los que rendimos culto exacto y vasallaje gustoso.

No queremos otro Dios que el de nuestro Señor Jesucristo.

Amén


(Tomado de B. Caballero: La Palabra cada domingo, San Pablo, España, 1993, p. 302)


  1. Señor que nuestros Sacerdotes sepan dar un eficaz y sincero testimonio de tu Amor.  Que hablen siempre con la verdad y que conserven siempre un corazon puro y humilde como el tuyo. Para poder asi atesorar riquezas en el cielo.
  2. Señor que el dolor nunca quede atrapado en sus corazones. Qué ese dolor pueda ser transformado en fuente de vida para los hombres. Qué ellos sean capaces de alcanzar la virtud de tu confianza, porque quien en ti confía, no hay dolor que no pueda soportar. Amén
  3. Padre que tus Sacerdotes tengan el valor de hablar siempre con la verdad. Tengan la capacidad de saber responder la maldad con la generosidad.  Sepan defender la Iglesia, ante toda violencia. Y que nunca dejen de invitarte en tu mansedumbre y humildad.
  4. Señor que tus Sacerdotes carguen como baluarte tu gran Misericordia.  Y demuestren al mundo cuán grande es tu Amor. Qué sean ejemplos de comprension, perdon y  que llenos del Espíritu Santo, se les conceda  en todo acto, la reparación de tu Amor. Qué Dios los bendiga siempre
  5. Señor que cada día, los obstáculos en su camino sean para ellos una prueba de conversión capaces de superar victoriosamente.  Qué logren imitarte y dar testimonio de ello y que les permita alcanzar la paz en abundancia. Qué sean fuertes y valientes para que salgan vencedores en estás batallas espirituales. Y sí aún fueran vencidos, que el Espíritu Santo los acompañe siempre y aún vencidos, no dejen de amarte. Amen
Por la Eucaristía


Oración


Padre tu que me has dado la vida, hijo que me cubres con tu sangre y espíritu que me otorgas el libre albedrío que todos los seres creyentes tenemos, les pido que me cubran con su abrigo, que me den la luz que necesito y pueda tomar el camino que me hace falta para seguir.

Santísima trinidad de Dios cuídame, protege a mis seres amados y bendícenos cada día de lo que nos quede de vida hasta que tengamos la dicha de poder estar contigo y nos reciban con los brazos abiertos. Mientras no estemos junto a ti, derrama la sangre bendita y purificada de Cristo y que no haya casos imposibles o complejos que nos puedan dañar.

Domingo de Ramos: Soy yo el traidor

 

Domingo de Ramos - Aoraciones

DOMINGO DE RAMOS: La entrada triunfal

Este es el inicio de la Semana Santa. Representa la llegada de Jesús a Jerusalén sobre un burro. Al llegar a Tierra Santa, los fieles lo recibieron con ramas de olivo y palmas, como símbolo de una fe renovada.

Lo que se hace es ir a misa y bendecir un ramo. Luego, se juntan estas palmas y son quemadas el Miércoles de Ceniza.

Tanto la gente que iba delante de él como la que iba detrás gritaba: —¡Hosanna al Hijo de David!

—¡Bendito el que viene en el nombre del Señor! —¡Hosanna en las alturas!

Cuando Jesús entró en Jerusalén, toda la ciudad se conmovió. —¿Quién es este? —preguntaban.

—Este es el profeta Jesús, de Nazaret de Galilea —contestaba la gente.

(Mateo 21:9-11)


Domingo de Ramos: Soy yo el traidor, Judas traidor

Domingo de Ramos - Aoraciones



“Estando a la mesa comiendo dijo Jesús: Os aseguro que uno de vosotros me va a entregar: uno que está comiendo conmigo. Ellos, consternados, empezaron a preguntarle uno tras otro: ¿Seré yo? Respondió: Uno de los doce, el que está mojando en la misma fuente que yo”.  (Mc 14, 18-20)


La Semana Santa se abre con el domingo de Ramos y, en esta fiesta tan alegre, se encierra ya la futura tragedia. Los mismos que un día aplaudieron cuando el Señor entró en Jerusalén son los que callan a los pocos días o, yendo aún más allá, cambian el significado de sus gritos para pedir que le crucifiquen después de haber gritado poco antes el himno de bienvenida del hosanna. Así es el hombre. Así ha sido y así sigue siendo. Los amigos de las horas de éxito desaparecen o incluso se tornan en enemigos cuando llegan los momentos malos.

Por eso debemos vivir la Semana Santa en una clave personal, intentando introducirnos en cada uno de los personajes que intervienen en la misma para descubrir nuestra similitud con ellos. Porque hay momentos en la vida en que nosotros somos el Cristo inocente y crucificado, mientras que hay otros –los más- en que somos el Judas traidor o el Pedro que niega conocer al Señor. Tampoco faltan, afortunadamente, instantes en que nos convertimos en el Cireneo que ayuda al que está aplastado por el peso de su cruz. Descubramos, pues, nuestra participación en la Pasión del Señor y que crezca nuestro amor a Él y nuestro deseo de evitarle todo tipo de sufrimiento. Lo conseguiremos en la medida en que nos demos cuenta de que Cristo ha sufrido y ha muerto por nosotros, por cada uno de nosotros, pues han sido nuestras traiciones y nuestros pecados los que le han llevado al Calvario.

Propósito: Cuando vea a alguien hacer el mal o dejar de hacer el bien, me preguntaré ¿Y yo qué? Quizá no haga algo tan grave, pero es posible que sea peor lo mío aunque sea menor.

Oraciones a Jesús de Nazareno

 

Oraciones a Jesús de Nazareno - Aoraciones



Oraciones a Jesús de Nazareno



Amadísimo Jesús Nazareno, señor y redentor tu que ayudas a los más urgidos, te amo, reconozco el gran sacrificio que hiciste por todos nosotros que hoy vivimos en esta tierra, oh gran amado Jesús de Nazareno eres bendito por los siglos, de los siglos, te envió desde lo más puro de mi alma esta oración, con ella te hago llegar este ruego a tu sagrado Corazón por favor dame la bendición de tu poderoso brazo.

Jesús de Nazareno tu corazón es dulce y misericordioso, tú que por nosotros cargaste esa pesada Cruz sobre tus hombros, siendo insultado, escupido y maltratado, caminaste hacia el Calvario y al llegar fuiste clavado en ella, reconozco ser un pobre pecador, te alabo y te doy gracias por todo el amor que nos has mostrado.

Llevaste sobre tus sagrados hombros la Cruz de tu martirio para pagar por nuestros pecados, pedimos tu perdón  postrados a tus pies, reconocemos cada uno de nuestros pecados. A ti imploramos misericordia porque te reconocemos como nuestro salvador  lleno de bondad y misericordia. Quita nuestras culpas con tu hermosa sangre.

Juro que con tu perdón seré una mejor persona, prometo amarte y ser fiel a ti, a tus palabras y a tu ejemplo por todos los días de mi vida y después de ella también, vengo hoy hasta ti amado Jesús de Nazaret para pedir tu ayuda, en esta urgente necesidad de ti de tu misericordia porque me encuentro desesperado y estoy sufriendo.

Amado Jesús de Nazareno ayúdame a (anunciar tu petición), te lo suplico hincado de rodillas, con mi corazón elevado a ti, en total rendición entrego a ti mi fe y esperanza, porque confío en que escucharas mi petición y obtendré respuesta.

Ayuda a este pobre hombre afligido y atormentado, tú que me conoces sabes que necesito de tu ayuda, desvía tu mirada hacia mí y aumenta tu gloria con tu compasión. Bendícenos, ampáranos, resguárdanos  amado  Jesús, de Nazareno, por los siglos de los siglos.

Amén.


Oración a 
Jesús de Nazareno de San Pablo por la sanación


Oración a Jesús de Nazareno por la sanación


Querido y adorado Nazareno de San Pablo hoy me dirijo a ti para solicitar de tu misericordia un gran favor, tú conoces de todas mis necesidades amado Señor, las conoces bien, pero hoy deseo acercarme a ti para que de mí las conozcas y de esta manera interceder ante tu corazón para obtener respuesta, mi Señor.

Me encuentro inclinada a tus pies con mi cabeza inclinada también Señor en señal de mi humildad y entrega, sé muy bien que tu bondad infinita notará mi presencia y escucharas mi solicitud de sanación. Sabes que padezco (menciona la enfermedad), y necesito que me ayudes a sanar, en ti confió mi Altísimo Nazareno de San Pablo.

Reconozco mis pecados ante ti y con mi corazón limpio y sano acudo a pedir por la sanación de mi cuerpo, respeto tu voluntad mi señor y repito tus palabras: “que sea tu voluntad y no la mía”, tú que conoces de sufrimiento el cual no es comparable con el mío y sabes lo que es bueno para mí, te pido escuches mi ruego Señor.

Amén.

Oración Milagrosa a Santísimo Jesús Nazareno

Oración Milagrosa a Santísimo Jesús Nazareno


Santísimo Jesús Nazareno, tú que eres ser de Luz, de Amor, de Clemencia, de Bondad, tú que con tu amor llenas todo lo que te rodea. Quiero que sepas que siempre estas presente en mis acciones, en mis decisiones y en cada uno de los pasos que doy.

Mi amor por ti es verdadero y puro amado Jesús de Nazaret, así que no dudaré en hacértelo saber todos los días de mi vida, porque tu amado Señor que entregaste tu vida en la Cruz y sufriste dolores y maltratos que ningún otro ser humano hubiera soportado, debes conocer por mis palabras por mis acciones  este deseo de amor que repetiré siempre.

Oh mi amado Jesús de Nazareno, tú que eres nuestro adorado redentor y en reconocimiento de tu gran pasión te pido con mi corazón elevado al cielo que me ayudes e intercedas por mí para recibir (menciona la petición). Si mi solicitud es conveniente para tu Gloria y Honra, también lo será para el bien de mi alma amado Señor.

Amén.

Los devotos de Jesús de Nazaret han sido tocados por el Espíritu Santo y por ello la oración al Nazareno es tan reconocida y le tienen mucha fe. Cuando se ora se debe hacer de corazón, con honestidad y pedir con la seguridad de que nuestras súplicas serán escuchadas y obtendremos respuestas. A continuación dejamos otras oraciones al Nazareno.


Oración a Amadísimo Jesús Nazareno

Amadísimo Jesús Nazareno, tú que como manso cordero recibiste y aceptaste llevar sobre tus hombros el madero de tu suplicio, para purificar en él nuestros pecados. Perdónanos, oh amado y buen Jesús. Ante ti con vergüenza reconocemos nuestras culpas, pero también admiramos con humildad tu inmensa bondad al borrar cada uno de ellos con tu preciosa Sangre.

Te amamos por sobre todas las cosas, prometemos serles fiel a tu palabra y designios hasta la muerte. Sostennos con tus sagradas manos y guíanos por el camino correcto para poder ser merecedores de tu reino celestial. Tu amado Dios Redentor que llevaste sobre tus sagrados hombros la cruz, que la llevaste hasta el Calvario para ser clavado en ella.  Nosotros fuimos la causa de tu Pasión dolorosísima, te alabamos y te damos Gracias por escuchar nuestras alabanzas y peticiones.

Amén.

Oración a Amadísimo Jesús Nazareth 

¡Oh Jesús Nazareno!, en honor de tu Pasión sacrosanta te pido (se realiza la petición), me sea concedida por ti Padre amado, solo si ella te honra, solo si ella bien vale tu Gloria. Te entrego mi alma que en ti confía y guarda mi esperanza.

Amén.


La Cuaresma es la Superación Victoriosa de las Pruebas y Dificultades

 

La Cuaresma es la Superación Victoriosa de las Pruebas y Dificultades


La Cuaresma es la Superación Victoriosa de las Pruebas y Dificultades: La cuaresma es CRUZ


Signo y presencia permanente durante toda la cuaresma. Prefigurada en el Antiguo Testamento y patentizada con el ejemplo de Jesucristo y como su llamada a cargar con ella como condición para el seguimiento.


¡En estos tiempos tan difíciles vivamos una cuaresma comprometida y en ofrecimiento por la conversión de todos los seres humanos!


La Semana Santa

La Semana Santa es el momento litúrgico más intenso del año, esta semana es un pequeño momento para dedicarse a la oración, la reflexión, los misterios de la pasión, muerte y resurrección de Jesucristo, la grandeza y la gracia de Dios.



Aprovechar la semana santa es darle a Dios el primer lugar y participar en toda la riqueza de las celebraciones propias de este tiempo. A la semana santa se le llamaba en un principio “la Gran Semana” pero ahora se le llama Semana Santa o Semana Mayor y a sus días se les conoce como Días Santos.


Esta semana comienza con el Domingo de Ramos y termina con el Domingo de Pascua. Vivir la Semana Santa, es acompañar a Jesús con nuestra oración, sacrificios y el arrepentimiento de nuestros pecados. 


Debemos asistir al sacramento de la penitencia para morir al pecado y resucitar con Cristo el día de Pascua. Lo importante de este tiempo no es el recordar con tristeza lo que Jesús padeció, sino, entender por qué murió y resucitó; es celebrar y revivir su entrega a la muerte por amor al hombre y el poder de su resurrección que es primicia de la nuestra.


La Semana Santa, fue la última semana de Jesús en la tierra, su resurrección nos recuerda que los hombres fuimos creados para vivir eternamente junto a Dios.


Rosario de Mar a Mar





Con María en el Momento de la Cuaresma

 

Con María en el Momento de la Cuaresma



¡Con María en el Momento de la Cuaresma!


¡María, Madre, cuánto tengo que aprender de Ti, que junto a la Cruz alcanzaste la máxima expresión de tu Amor por Jesús, tu fidelidad a la voluntad del Padre! 


¡María, tu me enseñas la importancia de confiar y de creer, de ser firme en la fe, para entregarme en mi vida cristiana! ¡De tu mano me es más fácil aceptarlo todo y estar de acuerdo con todo lo que sucede en mi vida! ¡En este tiempo, Madre, ayúdame a profundizar como hiciste Tú en la Palabra de Dios, a ser más constante y fiel en la oración, a retener y meditar en lo más profundo de mi corazón todo lo que el Padre quiere transmitirme! 


¡Concédeme, María, la fuerza para responder cada día a la llamada de Dios con autenticidad y responsabilidad! ¡Ayúdame, Madre, a seguir los pasos de Jesús, a ser como Él, a crecer en las cosas de Dios, a aumentar mi fe, a esperar en la esperanza y a vivir en el amor! ¡Gracias, María, por caminar junto a mi en el camino de la Cruz!


Rosario de Mar a Mar

Qué es un acto de contricción perfecta

 

Qué es un acto de contricción perfecta o de caridad - aoraciones



Qué es un acto de contricción perfecta o de caridad


Existe la contrición perfecta e imperfecta.

Contrición proviene del vocablo latino contritio y alude al arrepentimiento.


Existen dos tipos de contrición

1.- La contrición perfecta o de caridad:

Es cuando el penitente, se duele por amor a Dios de sus pecados; es decir, cuando la persona siente tristeza o pena porque le falló a Dios.


“Semejante contrición perdona las faltas veniales; obtiene también el perdón de los pecados mortales, si comprende la firme resolución de recurrir tan pronto como sea posible a la confesión sacramental”. (Catecismo de la Iglesia Católica, 1452)


2.- La contrición imperfecta o atrición:

Es cuando la persona se arrepiente de haber pecado por temor al castigo, a la condenación eterna; o bien, a otras penas, como el infierno.


“Tal conmoción de la conciencia puede ser el comienzo de una evolución interior que culmina, bajo la acción de la gracia, en la absolución sacramental. Sin embargo, por sí misma la contrición imperfecta no alcanza el perdón de los pecados graves, pero dispone a obtenerlo en el sacramento de la Penitencia”. (Catecismo de la Iglesia católica, 1453)

Existe la contrición perfecta e imperfecta, te explicamos en qué consisten:


Contrición proviene del vocablo latino contritio y alude al arrepentimiento.


El acto de contrición perfecta es una acción del penitente que es movido por el amor a Dios a dolerse de sus pecados; es decir, que la persona se siente mal de haber pecado por haber ofendido con sus actos a Aquel que es Amor infinito.

De acuerdo con lo que enseña el Catecismo de la Iglesia Católica. 


“Es un dolor del alma y una detestación del pecado cometido, con la resolución de no volver a pecar”, así lo explica el Concilio de Trento: DS 1676.


Todo pecado es grave, porque el pecado establece una distancia entre nosotros y Dios. Dios no es quien nos aleja, pero nos da la libertad de alejarlo a El.


Y cualquier persona de la tierra utiliza esta libertad de una manera menos que ideal. Las Escrituras lo dicen claramente: “todos pecaron, todos están privados de la presencia salvadora de Dios”; (Rom 3, 23). “Si decimos que no tenemos pecado, nos estamos engañando a nosotros mismos y la verdad no está en nosotros” (1 Jn 1,8).


El autoengaño es el peor tipo de mentira, porque agrega un elemento de falsedad a todo lo que decimos y hacemos. Es algo que opaca nuestra comprensión del mundo y de la gente que nos rodea. Hace que la realidad se vuelva irreal.


Cuando pecamos, nos alejamos de Dios y de la luz divina.


A menos que veamos a nuestro mundo —y a la gente a la que amamos— a la luz de Dios, no podemos hacer nada correctamente. El pecado nos obstaculiza. Perturba nuestras amistades, nuestra vida de familia e inclusive nuestro trabajo.


Todo pecado es grave, pero algunos pecados son más graves que otros (1 Juan 5, 16-17). Ciertas acciones son inmediatamente mortíferas para el alma, así como hay ciertas acciones que son inmediatamente mortíferas para el cuerpo. A estas transgresiones mortíferas las llamamos “pecados mortales”. El negar la fe católica es un pecado mortal. El asesinato y el adulterio son otros ejemplos obvios. Un pecado mortal es una acción mala que involucra materia grave y pleno consentimiento de la voluntad.


Otros pecados no matan inmediatamente el alma, pero la debilitan y la hieren. La tradición católica les llama a éstos “pecados veniales”. Sin embargo, deberíamos estar conscientes de que incluso estas ofensas, relativamente pequeñas, tienen consecuencias reales. Si hacemos un hábito de ellas, pueden, con el tiempo, destruirnos. Podemos llegar a pensar que ofender a Dios es algo normal. Las ofensas habituales y deliberadas, incluso si son relativamente pequeñas, con el tiempo llegarán a destruir una relación.


La buena noticia es que Dios no quiere que vivamos en el pecado y la miseria, y debido a eso nos ha proporcionado un “camino de escape” (1 Corintios 10, 13). El pecado puede ser una condición universal, pero no es inevitable.


San Juan nos dice: “Si confesamos nuestros pecados, él, que es fiel y justo, nos los perdonará y nos limpiará de toda maldad” (1 Jn 1, 9). San Pablo aclara que la “confesión” es algo que “declaramos con nuestra boca” y no sólo con nuestro corazón y nuestra mente (Rom 10, 10).


Al darle a su clero el poder de perdonar los pecados (Jn 20,23), Jesús estableció una manera ordinaria por la que podemos buscar el perdón. Él nos facilitó mucho el acceso a una “vía de escape”. Nos dio el sacramento de la confesión —reconciliación— o penitencia.


Rosario de Mar a Mar

Los misterios del Santo Rosario: La importancia de rezarlo en Cuaresma

 


Los misterios del Santo Rosario - El Santo Rosario en Cuaresma


Los misterios del Santo Rosario - El Santo Rosario en Cuaresma


En el tiempo de Cuaresma, además del ayuno, la penitencia y la abstinencia, también es importante rezar el Santo Rosario a la Virgen María. Es un tiempo de gracia en donde nos preparamos para meditar los misterios de la pasión y muerte de Nuestro Señor Jesucristo, mientras mantenemos entre nuestras manos las cuentas del Rosario, con que intensamente al rezarlo, vamos manifestando en cada uno de los decenarios, nuestra fe.


Los misterios del Santo Rosario - El Santo Rosario en Cuaresma

La Virgen María siendo la Madre de Jesús, por lo tanto, también Madre Nuestra, nos acompaña, aconseja y nos proteje de todo mal.


Cuando rezamos las oraciones del Santo Rosario, nos va acercando cada vez mas a Jesucristo para seguirle amando.


Rezar el Santo Rosario durante la Cuaresma, puede ayudar a los fieles católicos a conseguir indulgencias plenarias o temporales, bien sea para uno mismo o en sufragio de las almas que aún penan en el purgatorio.

Los misterios del Santo Rosario - El Santo Rosario en Cuaresma


La indulgencia es una forma de perdón ante Dios de la pena temporal por los pecados, por lo que un fiel, cumpliendo determinadas condiciones las puede obtener a través de la mediación de la Santa Iglesia Católica.

ACOMPAÑEMOS A JESÚS EN ADORACION

( Aún más durante la cuaresma)

La Cuaresma es tal vez el período más importante de la liturgia católica apostólica romana. Este período va desde el Miércoles de Ceniza hasta el Jueves Santo, y como su nombre lo indica, se extiende por cuarenta días.

Se espera que durante este tiempo el buen cristiano se arrepienta genuinamente de sus pecados y que pueda cambiar desde lo más profundo de su interior, de modo de ser mejor persona y poder vivir más cerca de Jesucristo, rezando y haciendo obras de bien y de caridad. Se lo considera un tiempo de luto y penitencia (plasmado en el color morado), también de reflexión y, sobre todo, de entrega hacia un cambio espiritual y reconciliación fraterna.

Señor mío, Jesucristo, creo firmemente que estás aquí; en estos pocos minutos de oración que empiezo ahora quiero pedirte y agradecerte. Pedirte la gracia de darme más cuenta de que tú vives, me escuchas y me amas; tanto, que has querido morir libremente por mí en la cruz y renovar cada día en la misa ese sacrificio. Y agradecerte con obras lo mucho que me amas: ¡Tuyo soy, para ti nací! ¿Qué quieres, Señor, de mí?

Conviértenos a ti, Dios salvador nuestro, y ayúdanos a progresar en el conocimiento de tu palabra, para que así la celebración de esta Cuaresma dé en nosotros fruto abundante. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, quien contigo vive y reina en unidad con el Espíritu Santo, por los siglos de los siglos. Amén.


Rosario de Mar a Mar