Aoraciones: Purgatorio
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Oración a las Almas del Purgatorio: Invocando a la Virgen del Carmen y San Miguel Arcángel

 

Oración a las Almas del Purgatorio

Oh Santísima Trinidad, Padre, Hijo y Espíritu Santo,
Fuente de todo consuelo y misericordia,
te imploramos en este momento de súplica por las benditas Almas del Purgatorio.

Oh Virgen del Carmen, Madre compasiva y Estrella de la Mañana,
tú que conoces el fuego purificador y consuelas a tus hijos en la prueba,
acoge con tu manto de ternura a estas almas que anhelan la visión beatífica;
intercede ante tu Hijo, Jesús, para que alivie su pena y apure su paso hacia la gloria.

San Miguel Arcángel, príncipe valiente de los ejércitos celestiales,
defiende con tu espada de luz a estas almas cautivas por el temor y la culpa;
rompe las cadenas del purgatorio y guía sus corazones hacia la libertad eterna.

Señor Padre, Creador de todo lo visible e invisible,
mira con compasión el sufrimiento de tus hijos en el camino de la purificación.
Señor Hijo, Redentor nuestro, que derramaste tu Sangre para lavar todos los pecados,
extiende tu mano sanadora y apresura el fin de su expiación.
Señor Espíritu Santo, Consolador y Fuego Divino,
enciende en ellas la llama suave pero firme de la caridad y la esperanza.

Que nuestras oraciones, indulgencias y obras de misericordia
sean para ellas como brisas que avivan el rescoldo de su fe,
hasta que, purificadas, puedan elevarse en himnos eternos de gratitud.

Oh Almas benditas, unid vuestros sufrimientos a la Pasión de Cristo
y alegraos, pues muy pronto compartiréis la dicha del Cielo.
Confiamos en la intercesión de la Virgen del Carmen y de San Miguel Arcángel,
y en la infinita clemencia de la Santísima Trinidad.

Amén.

Rosario de los 100 Réquiem Por Las Almas del Purgatorio

 

Rosario de los 100 Réquiem por las Almas del Purgatorio
Rosario de los 100 Réquiem por las Almas del Purgatorio

Rosario de los 100 Réquiem (en latín, "descanso") por las Almas del Purgatorio

Rosario de intercesión por las almas del Purgatorio, según la tradición de Santa Catalina de Bolonia, con plegarias, instrucciones y el Salmo 130.

Santa Catalina de Bolonia dejó escrito que muchas veces se obtiene más fácilmente las gracias que deseamos por medio de las almas buenas que están en el purgatorio, que por la intercesión de los santos.

Instrucciones para rezar el Rosario

Para rezar el rosario se puede utilizar un rosario común (dos veces). Después de la señal de la cruz e invocando el auxilio del Espíritu Santo para hacer con fruto esta oración, se comienza con la siguiente invocación:

“Animas santas, ánimas que están purgando, rueguen a Dios por mí; que yo rogaré por ustedes, a fin de que cuanto antes se les conceda la gloria del Paraíso Celestial.”

En las cuentas grandes

  • Un Padrenuestro
  • Un Avemaría
  • Un Gloria

En las cuentas chicas (10 veces)

“Dales, Señor, el descanso eterno y brille sobre ellas la luz que no tiene fin.”

Terminada la primera decena, se repite la cuenta grande y las diez cuentas chicas hasta completar 10 decenas (dos rosarios), es decir, los 100 Réquiem.

Salmo 130 (129)

Canto de peregrinación.

Desde lo más profundo clamo a ti, Señor;
¡Señor, oye mi voz!
Estén tus oídos atentos al clamor de mi plegaria.
Si tienes en cuenta las culpas, Señor, ¿quién podrá subsistir?
Pero en ti se encuentra el perdón, para que seas temido.
Mi alma espera en el Señor, y yo confío en su palabra.
Mi alma espera al Señor, más que el centinela la aurora.
Como el centinela espera la aurora, espere Israel al Señor,
porque en él se encuentra la misericordia y la redención en abundancia:
él redimirá a Israel de todos sus pecados.
Gloria al Padre, al Hijo, etc.
Dales, Señor, el descanso eterno, brille para ellas la luz que no tiene fin.
De las puertas del infierno libra, Señor, sus almas, descansen en paz. Amén.

O también se puede terminar con un Padrenuestro y con otro Réquiem al final:

“Dales, Señor, el descanso eterno y brille sobre ellas la luz que no tiene fin.”

Oración Profunda por las Almas del Purgatorio

 

Velas encendidas en recuerdo de las almas del purgatorio - Aoraciones
Velas encendidas en memoria de las almas del purgatorio - Aoraciones

Oración por las almas del purgatorio

Ruega por las almas necesitadas de purificación y misericordia. Una súplica profunda por los difuntos que esperan la gloria del Cielo.

A cada invocación se contesta: Jesús mío, misericordia

  • Ayuda a mis hermanos y parientes, Jesús mío, misericordia
  • Ayuda a todos mis bienhechores espirituales y temporales, Jesús mío, misericordia
  • Ayuda a los que han sido mis amigos y súbditos, Jesús mío, misericordia
  • Ayuda a cuantos debo amor y oración, Jesús mío, misericordia
  • Ayuda a cuantos he perjudicado y dañado, Jesús mío, misericordia
  • Ayuda a los que han faltado contra mí, Jesús mío, misericordia
  • Ayuda a aquellos a quienes profesáis predilección, Jesús mío, misericordia
  • Ayuda a los que están más próximos a la unión con Vos, Jesús mío, misericordia
  • Ayuda a los que os desean más ardientemente, Jesús mío, misericordia
  • Ayuda a los que sufren más, Jesús mío, misericordia
  • Ayuda a los que están más lejos de su liberación, Jesús mío, misericordia
  • Ayuda a los que menos auxilio reciben, Jesús mío, misericordia
  • Ayuda a los ciegos que ahora reconocen su ceguera, Jesús mío, misericordia
  • Ayuda a los vanidosos que malgastaron su tiempo, Jesús mío, misericordia
  • Ayuda a los pobres que no buscaron las riquezas divinas, Jesús mío, misericordia
  • Ayuda a los tibios que muy poca oración han hecho, Jesús mío, misericordia
  • Ayuda a los perezosos que han descuidado tantas obras buenas, Jesús mío, misericordia
  • Ayuda a los de poca fe que descuidaron los santos Sacramentos, Jesús mío, misericordia
  • Ayuda a los reincidentes que sólo por un milagro de la gracia se han salvado, Jesús mío, misericordia
  • Ayuda a los padres que no vigilaron bien a sus hijos, Jesús mío, misericordia
  • Ayuda a los superiores poco atentos a la salvación de sus súbditos, Jesús mío, misericordia
  • Ayuda a los pobres hombres, que casi sólo se preocuparon del dinero y del placer, Jesús mío, misericordia
  • Ayuda a los de espíritu mundano que no aprovecharon sus riquezas o talentos para el Cielo, Jesús mío, misericordia
  • Ayuda a los necios, que vieron morir a tantos no acordándose de su propia muerte, Jesús mío, misericordia
  • Ayuda a los que no dispusieron a tiempo de su casa, estando completamente desprevenidos para el viaje más importante, Jesús mío, misericordia
  • Ayuda a los que juzgaréis tanto más severamente, cuánto más les fue confiado, Jesús mío, misericordia
  • Ayuda a los obispos y sus consejeros, Jesús mío, misericordia
  • Ayuda a los difuntos sacerdotes de esta diócesis, Jesús mío, misericordia
  • Ayuda a los sacerdotes y religiosos de la Iglesia Católica, Jesús mío, misericordia
  • Ayuda a los defensores de la Fe, Jesús mío, misericordia
  • Ayuda a los caídos en los campos de batalla, Jesús mío, misericordia
  • Ayuda a los sepultados en los mares, Jesús mío, misericordia
  • Ayuda a los muertos repentinamente, Jesús mío, misericordia
  • Ayuda a los fallecidos sin recibir los santos sacramentos, Jesús mío, misericordia

Dadles, Señor, a todas las almas el descanso eterno.
R/ Y brille para ellas la luz perpetua
Descansen en paz
R/ Amén

Oración de ofrecimiento por las almas del purgatorio

Amabilísimo y buen Dios, porque es Tu voluntad que oremos por las pobres almas del purgatorio, te ofrecemos por medio de las purísimas manos de María, nuestra Madre, todas las Misas celebradas en este día para gloria tuya y por la libertad de todas las almas del purgatorio.

Te rogamos humildemente que tengas piedad de todas ellas y canceles sus culpas, por los infinitos méritos de tu amadísimo Hijo.

Amén.

Oración Profunda al Fallecimiento de Un Ser Querido

 

Una súplica a Jesús por el consuelo eterno de quienes han partido y la esperanza del reencuentro celestial

Oración al fallecimiento de un ser querido

Una súplica a Jesús por el consuelo eterno de quienes han partido y la esperanza del reencuentro celestial.

¡Oh Jesús, único consuelo en las horas eternas del dolor, único sostén en el vacío inmenso que la muerte causa entre los seres queridos! Tú, Señor, a quien los cielos, la tierra y los hombres vieron llorar en días tristísimos.

Tú, Señor, que has llorado a impulsos del más tierno de los cariños sobre el sepulcro de un amigo predilecto; Tú, ¡oh Jesús!, que te compadeciste del luto de un hogar deshecho y de corazones que en él gemían sin consuelo.

Tú, Padre amantísimo, compadécete también de nuestras lágrimas. Míralas, Señor, como sangre del alma dolorida, por la pérdida de aquel que fue deudo queridísimo, amigo fiel, cristiano fervoroso.

¡Míralas, Señor, como tributo sentido que te ofrecemos por su alma, para que la purifiques en tu sangre preciosísima y la lleves cuanto antes al Cielo, si aún no te goza en él!

¡Míralas, Señor, para que nos des fortaleza, paciencia, conformidad con tu divino querer en esta tremenda prueba que tortura el alma!

¡Míralas, oh dulce, oh piadosísimo Jesús! y por ellas concédenos que los que aquí en la Tierra hemos vivido atados con los fortísimos lazos de cariño, y ahora lloramos la ausencia momentánea del ser querido, nos reunamos de nuevo junto a Ti en el Cielo, para vivir eternamente unidos en tu Corazón.

Amén.

Testimonio Poderoso del Purgatorio: Padre Berlioux

Testimonio  del Padre Berlioux sobre el Purgatorio


Testimonio  del Padre Berlioux sobre el Purgatorio

El Padre Jean-Baptiste Berlioux, sacerdote misionero del siglo XIX y canónigo de la diócesis de Grenoble, es recordado con reverencia por su profunda vida espiritual y por su celo pastoral dedicado a una de las realidades más olvidadas del cristianismo contemporáneo: el Purgatorio. Su fama se consolidó gracias a su obra clásica "El Purgatorio, según las revelaciones de los santos y los teólogos", un libro que, más allá de su riqueza doctrinal, ha despertado innumerables conversiones, actos de caridad y esperanza en miles de almas.

El Padre Berlioux no trató este misterio con frialdad teológica, sino con el ardor de un verdadero pastor de almas. En sus homilías y escritos, se dedicó a rescatar del olvido a las almas del Purgatorio, presentándolas no como seres abandonados, sino como miembros vivos del Cuerpo Místico de Cristo, que suplican silenciosamente la ayuda de los fieles de la Tierra.

En una de sus predicaciones más recordadas, narró el caso de una religiosa que falleció en olor de santidad, pero que aún debía expiar faltas ligeras. Según testigos de su convento, la religiosa se apareció a una de sus hermanas pidiendo oraciones. El Padre Berlioux se involucró personalmente en la celebración de misas en su nombre. Después de varios días, la religiosa se apareció nuevamente, pero esta vez envuelta en una luz resplandeciente, agradeciendo por su liberación. El sacerdote, conmovido hasta las lágrimas, aseguró que la oración y el sacrificio ofrecido con fe tienen un poder incalculable ante el Trono de Dios.

Además, recogió testimonios de santos como Santa Gertrudis, San Alfonso María de Ligorio y Santa Catalina de Génova, todos coincidiendo en la idea de que el Purgatorio es un fuego de amor, donde el alma se purifica con dolor pero también con esperanza. El Padre Berlioux no evitó hablar del sufrimiento que allí se padece, pero insistía en que se trataba de un sufrimiento con sentido, lleno de dulzura espiritual, porque prepara al alma para su unión definitiva con Dios.

En una carta privada a un hermano sacerdote, escribió:

“Cada misa celebrada, cada rosario ofrecido, cada sacrificio oculto… es como una gota de agua en un fuego ardiente. ¡Cuántas almas claman por esa gota que les libere!”

Vivía con intensidad esta devoción. Ofrecía su ayuno, su enfermedad, su cansancio, y hasta su insomnio por las almas del Purgatorio. En sus últimos años, sus sermones dominicales se centraron casi exclusivamente en esta causa, que consideraba una obra de misericordia olvidada por el mundo moderno. Para él, orar por los difuntos era un acto de justicia, amor y comunión espiritual.

El legado del Padre Berlioux perdura como un llamado urgente: no olvidar a los que esperan. Su obra y testimonio siguen siendo un faro de luz en tiempos donde muchas realidades espirituales son desatendidas. Su vida, ofrecida como oblación por las almas sufrientes, nos recuerda que el amor verdadero no muere, sino que se prolonga en la oración y en la esperanza de la eternidad.

Salmo 129 Penitencial

 

Salmo 129 - Aoraciones

Salmo 129 (130) – De Profundis

Esta oración, conocida como el Salmo penitencial De Profundis, es un canto del alma que clama desde lo más hondo hacia la misericordia de Dios. Ha sido rezado durante siglos por los fieles como súplica por el perdón y como intercesión por las almas de los difuntos.

De lo profundo, oh, Jehová, a ti clamo.

Señor, oye mi voz; Estén atentos tus oídos a la voz de mi súplica.

Señor, si mirares a los pecados, ¿quién, oh Señor, podrá mantenerse?

Pero en ti hay perdón, para que seas reverenciado.

Esperé yo a Jehová, esperó mi alma; en su palabra he esperado.

Mi alma espera a Jehová, más que los centinelas a la mañana, más que los vigilantes a la mañana.

Espere Israel a Jehová, porque en Jehová hay misericordia, y abundante redención con él;

Y él redimirá a Israel de todos sus pecados.

Oración por los Difuntos

Dales, Señor, el descanso eterno.

Entre los esplendores da luz perpetua.

Descansen en paz. Amén.

Reflexión Final

El Salmo 129 es una oración ideal para los momentos de duelo, para acompañar a las almas en su tránsito hacia la luz eterna y para confiar, con humilde esperanza, en la infinita misericordia del Señor.

Oración por un Alma en Pena

Imagen devocional por el alma en pena
Oración por un alma en pena – Virgen del Carmen y las almas del purgatorio

Oración por un alma en pena: que brille para ella la luz perpetua

Señor mío y Dios mío, fuente de vida y misericordia, hoy me postro ante Ti con el corazón dolido, para rogar por esa alma que aún no ha encontrado el descanso eterno. No sé su nombre, ni conozco su historia, pero Tú, que sondeas los corazones, sabes cuánto ha sufrido, cuánto espera y cuánto clama por Tu luz.

Te suplico, Padre amoroso, por los méritos infinitos de la Pasión, Muerte y Resurrección de Tu Hijo Jesús, que mi oración sea un rayo de esperanza para esa alma que vaga en pena, esperando ser purificada por el fuego de Tu amor.

Que cada lágrima que ha derramado, cada gemido de dolor silencioso, cada anhelo de verte, sea ahora transformado en gozo celestial.

Oh Jesús misericordioso, acuérdate de ella en Tu Reino. Límpiala con Tu Sangre redentora, y ábrele las puertas de Tu morada eterna. Que los ángeles la acompañen, que la Virgen María, Reina del Carmelo, la cubra con su manto maternal y la presente ante Ti como hija rescatada por la gracia.

Te lo ruego con humildad y fe, y junto a esta súplica pronuncio con esperanza las palabras sagradas:

Dale, Señor, el descanso eterno,
y brille para ella la luz perpetua.
Que por Tu misericordia descanse en paz.
Amén.

Publicado por para Aoraciones.

Oración por Nuestros Seres Queridos que Están en el Purgatorio

 

Oración por Nuestros Seres Queridos que Están en el Purgatorio

Oración por Nuestros Seres Queridos que Están en el Purgatorio

Confiada al Sagrado Corazón de Jesús y al Inmaculado Corazón de María

Señor Jesús, Amado Redentor y fuente de misericordia, hoy me postro ante tu Sacratísimo Corazón, lleno de amor ardiente por las almas, para suplicarte por aquellos a quienes amamos y que ahora purifican su alma en el purgatorio.

Tú que no desprecias al pecador arrepentido, mira con compasión a nuestros seres queridos difuntos. Purifícalos con la llama de tu amor divino, borra sus faltas con la Sangre de tu cruz y acógelos en los brazos de tu infinita ternura.

Oh Sagrado Corazón de Jesús, tesoro de perdón y consuelo, abre para ellos la puerta de tu Reino, donde no hay dolor ni lágrimas, sino paz y plenitud eternas.

Virgen Santísima, Reina del purgatorio y Madre del consuelo, acudimos a tu Inmaculado Corazón, refugio de las almas necesitadas. Intercede por ellos como sólo una madre sabe hacerlo, y acompáñalos con tu luz hacia la gloria del cielo.

Que nuestras oraciones, ofrecidas con amor, sean bálsamo y alivio para su purificación. Y que un día, cuando también nosotros crucemos el umbral, nos reencontremos en la alegría perfecta del Paraíso prometido.

Amén.

Oración por mi abuelita Carmen en el cielo

Oración por mi abuelita Carmen en el cielo

Oración a la Virgen del Carmen por mi abuelita

Logo de Aoraciones - Virgen del Carmen

Virgen del Carmen, Madre amorosa, hoy elevo esta oración llena de fe y esperanza por el alma de mi abuelita Carmen, quien partió de este mundo hace 15 años. Su memoria vive en mí como luz y consuelo.

Tú, que eres Madre de la Misericordia y refugio de los que sufren, cúbrela con tu manto sagrado. Intercede ante tu Hijo, nuestro Salvador, para que, si aún está en el purgatorio, sea purificada con ternura y llevada pronto a la gloria del cielo.

Gracias por su vida, por el bien que sembró en nuestras almas y por el amor que sigue encendido en mi corazón. Que su alma repose en la paz eterna, rodeada de tu luz maternal.

Señora del Carmen, abrázala en tu amor eterno. Hazle saber cuánto la extraño, cuánto la amo y cuánto confío en tu promesa de auxilio para quienes te invocan con fe.

Que pronto goce de la plenitud divina, del cielo prometido, donde reina la alegría sin fin y el descanso eterno.

Amén.

Reflexión y oraciones diarias en honor a la Virgen del Carmen y la Palabra de Dios. Publicado por Claret Coromoto.

El purgatorio

El Purgatorio – Aoraciones
El Purgatorio – Imagen devocional publicada por Aoraciones
Rara imagen piadosa antigua de 1919 procedente de Francia, "Soulagement des Ames du Purgatoire" (Alivio para las almas del Purgatorio) Desclée de Brouwer LeVintageDeFrance

Y el Purgatorio, ¿qué es?  

Explica san Josemaría Escrivá: 

“El Purgatorio es  una misericordia de Dios, para limpiar los defectos de  los que desean identificarse con Él”.  

Sabemos que nada manchado puede entrar al cielo  por este motivo existe una purificación final para limpiar nuestras almas y poder ir al Paraíso. 

“El alma se  presenta a Dios aún atada a los deseos y sufrimientos  que se derivan del pecado y esto hace imposible que  pueda disfrutar de la visión beatífica de Dios”,

escribió Santa Catalina, por eso elige voluntariamente purificarse para poder entrar al Paraíso y gozar de los dones celestiales y la visión de Dios. 

El purgatorio   ORaciones a la Virgen del Carmen


No es un castigo, como algunos piensan, es una  gracia que Dios nos concede, un estado transitorio de  purificación que nos asegura la salvación. El que está  en el Purgatorio sabe que de allí solamente irá al cielo  y que se ha salvado. Es doctrina de la Iglesia. Su existencia fue aceptada por los primeros cristianos, aunque  seguramente no lo llamaban igual.

Coronilla de 5 Aves Marías en favor de las Benditas Almas del Purgatorio

 

Coronilla de 5 Aves Marías en favor de las Benditas Almas del Purgatorio - Aoraciones

Coronilla de 5 Aves Marías en favor de las Benditas Almas del Purgatorio

1.- ¡Oh María, Reina del Purgatorio! Te ruego por aquellas almas, por las cuales tengo o puedo tener alguna obligación, sea de caridad o de justicia.
Dios te Salve María… Dales, Señor, el eterno descanso. Y luzca para ellas la luz eterna. Descansen en paz, así sea.

2.- ¡Oh María, Reina del Purgatorio! Te ruego por las almas más abandonadas y olvidadas, por las que nadie ruega. Tú, oh Madre, que te acuerdas de ellas, aplícales los méritos de la Pasión de Jesucristo, tus propios méritos y los de los santos, y así encontraran saludable refrigerio.
Dios te Salve María… Dales, Señor, el eterno descanso. Y luzca para ellas la luz eterna. Descansen en paz, así sea.

3.- ¡Oh María, Reina del Purgatorio! Te ruego, de una manera muy especial, por aquellas almas que han de estar más tiempo padeciendo y satisfaciendo a la Divina Justicia. Ten compasión de ellas, ya que no pueden merecer sino solo padecer. Abrevia sus penas y derrama sobre ellas el bálsamo de tus consuelos.
Dios te Salve María… Dales, Señor, el eterno descanso. Y luzca para ellas la luz eterna. Descansen en paz, así sea.

4.- ¡Oh María, Reina del Purgatorio! Te ruego por las almas que han de salir pronto de ese lugar de penas y expiación, para que cuanto antes vayan a cantar en tu compañía las eternas misericordias del Señor.
Dios te Salve María… Dales, Señor, el eterno descanso. Y luzca para ellas la luz eterna. Descansen en paz, así sea.

5.- ¡Oh María, Reina del Purgatorio! Te ruego finalmente, de una manera muy particular, por las almas que más padecen. Es verdad que todas sufren con resignación, pero sus penas son tan atroces que no podemos ni siquiera imaginarlas. Intercede por ellas, que Dios escucha siempre tus maternales plegarias.
Dios te Salve María… Dales, Señor, el eterno descanso. Y luzca para ellas la luz eterna. Descansen en paz, así sea.



























Fuente de la imagen: Una antigua carta expiatoria francesa, purgatorio, almas desamparadas

Nuestra Señora del Purgatorio Santas Almas Sufrientes

 Nuestra Señora del Purgatorio Santas Almas Sufrientes

Nuestra Señora del Purgatorio Santas Almas Sufrientes

Las almas de la Iglesia Sufriente siempre han implorado los sufragios de los miembros de la Iglesia Militante. Nuestras oraciones y ofrendas en su nombre son una fuente de tremendo alivio para ellos. Para los vivos, es un medio para una mayor santidad.


Reveló la Virgen María a santa Brígida lo siguiente:

 «Yo soy la Madre de todas las almas que estén en el purgatorio, y todas las penas que tienen que purgar por las faltas cometidas, constantemente son aliviadas y mitigadas por mis plegarias».


Nuestra Señora ejerce su misericordia en el Purgatorio especialmente los sábados y en sus diferentes fiestas, que se convierten en días festivos en el Purgatorio. Como se ve en las revelaciones de muchos santos, el sábado, día especialmente consagrado a ella, Nuestra Señora desciende a las mazmorras del Purgatorio para visitar y consolar a sus devotos. Según una creencia piadosa, ella libera a las almas que han usado su Escapulario y merecen el privilegio sabático, y luego brinda alivio y consuelo a otras almas que practicaron una verdadera devoción hacia ella.


Un ángel brinda alivio a un alma en el Purgatorio

Un testigo de esto fue el Ven. Sor Paula de Santa Teresa, religiosa dominicana del Convento de Santa Catalina en Nápoles. Un sábado cayó en éxtasis y fue transportada en espíritu al Purgatorio, donde lo encontró transformado en un paraíso de delicias, iluminado por una luz brillante en lugar de oscuridad. Luego vio a la Reina del Cielo rodeada de Ángeles, a quienes dio órdenes de liberar aquellas almas especiales y conducirlas al Cielo. 


La fiesta de su gloriosa Asunción parece ser una de liberación especial

San Pedro Damián afirma que en este día la Santísima Madre libera varios miles de almas.  Esto se debe a que Nuestra Señora se deleita en introducir a sus hijos en la gloria del Cielo el día en que Ella misma tuvo la visión beatífica.


Además de los consuelos recibidos de la Santísima Madre, las Pobres Almas también son consoladas por los Santos Ángeles, especialmente por sus Ángeles Guardianes. Los Doctores de la Iglesia enseñan que la misión protectora de los Ángeles Custodios sólo termina con la entrada de sus protegidos al Paraíso.


Si en el momento de la muerte un alma en estado de gracia aún no es digna de ver el rostro de Dios, el ángel de la guarda la conduce al lugar de la expiación y permanece allí para procurarle todos los auxilios y consuelos. en su poder.  El objetivo del Guardián devoto es ayudar a esa alma a entrar a su hogar en el Cielo.


En una aparición a Santa Margarita de Cortona que oraba por las Pobres Almas del Purgatorio, Nuestro Divino Redentor le dijo: «Los dolores que soportan son muy grandes, pero serían incomparablemente mayores si no fueran visitados y consolados por Mis Ángeles, la vista de quien los consuela en sus sufrimientos y los refresca en su purificación».


Los ángeles de la guarda informan a las almas del Purgatorio quiénes son sus benefactores y las exhortan a orar por ellas


Estas revelaciones son perfectamente consistentes con las enseñanzas de la Iglesia. Según muchos médicos de la Iglesia, los ángeles de la guarda informan a las almas del Purgatorio quiénes son sus benefactores y las exhortan a orar por ellas.


Ven. Inés de Jesús, que vivía en constante relación familiar con los santos ángeles, relata muchas apariciones en las que vio a los ángeles guardianes interceder por sus protegidos, llevándoles consuelos en medio de las llamas donde sufrían y conduciéndolos al cielo. cuando se cumpla el tiempo de su expiación. 


Nuestra Señora y los Santos Ángeles son los intermediarios naturales entre el Purgatorio y la tierra, como lo son entre el Cielo y el Purgatorio. ¡Qué consuelo es éste para quienes durante su vida han mostrado devoción a la Santísima Virgen y a sus Ángeles Custodios!


Santa Faustina habla de la Visita de la Virgen María al Purgatorio en su Diario

Pregunté a estas almas ¿Cuál es su mayor tormento? Y me contestaron unánimemente que su mayor tormento era la añoranza de Dios. Vi a la Madre de Dios que visitaba a las Almas del Purgatorio, las almas la llaman a María «La Estrella del Mar». Ella les trae alivio.


¿Por qué la llaman «Estrella del Mar»? 

Esta es la razón: Durante muchos siglos, los navegantes que cruzaban los mares confiaron en las estrellas para guiarse en las oscuras noches y llegar a buen puerto. En nuestra vida terrenal, la Virgen es esa «Estrella del Mar» que nos guía en los momentos más oscuros para que podamos encontrarnos con el Señor, nuestro puerto.


Las Almas del Purgatorio tienen la certeza de que se salvaron, pero aún no pueden participar de la visión beatífica, es decir, aún no pueden ver a Dios tal como es. Primero deben pasar un proceso de «purificación» de sus penas temporales.


Cuando están en este estado, si bien están felices de saber que podrán contemplar en algún momento a la Santísima Trinidad, sufren porque añoran ese encuentro.


Allí María se convierte en su «Estrella de Mar», que les muestra el camino y les da esperanza del futuro encuentro con Dios. Según otras revelaciones, la Virgen les lleva gracias y alivios a estas almas atribuladas.


«María se va entonces [del Cielo], con el corazón lleno de los dones divinos de agua y de sangre, hacia el Purgatorio, sobre el que ella abre su Corazón maternal: el agua y la sangre que ha depositado Jesús, se desbordan como en una lluvia bienhechora, María añade sus lágrimas y su amor y las almas reciben inmensos alivios».


El purgatorio no es el infierno sin algunos tormentos y grados; no es el Cielo sin alegría. No es un «Tercer Destino Final» de las almas. El purgatorio es simplemente el lugar donde las almas ya salvas son limpiadas de los efectos temporales del pecado antes de que se les permita ver el santo rostro de Dios Todopoderoso. Apocalipsis 21:27 nos dice que «…nada inmundo entrará [al cielo]». La Iglesia nos enseña que María acompaña a sus hijos en ese momento de purificación y santificación.


El Purgatorio: Textos bíblicos

Oración por las almas del purgatorio - Aoraciones
Oración por las almas del purgatorio - Aoraciones

El Purgatorio: Camino de Amor y Purificación

Autor:

El purgatorio no es castigo, es amor en proceso. Es el fuego del amor de Dios que purifica, como un amanecer que derrite suavemente las sombras del alma. No es un infierno, sino la sala de espera para el abrazo definitivo con Dios.

Fundamento bíblico

  • Mateo 12, 32: “Quien hable contra el Espíritu Santo no será perdonado ni en este mundo ni en el otro”.
  • 1 Corintios 3, 15: “Será salvo, pero como quien pasa por el fuego”.
  • 2 Macabeos 12, 43: “Es bueno orar por los difuntos para que sean liberados del pecado”.
  • Hebreos 12, 14: “Sin santidad, nadie verá al Señor”.
  • Apocalipsis 21, 27: “Nada manchado entrará en el cielo”.

Reflexión espiritual

Imagina que tras la muerte aparece ante ti un ser radiante que te ama infinitamente. Pero tú, aún imperfecto, sientes que no puedes abrazarlo hasta purificarte. Ese anhelo, esa espera, ese amor que quema y transforma… eso es el purgatorio.

El alma quiere amar con plenitud, pero necesita sanar primero. Como un enfermo que anhela respirar profundamente, pero necesita curarse. Es aquí donde nuestras oraciones, misas y sacrificios pueden ayudar: como medicina espiritual, como bálsamo para sus heridas.

Testimonio de los santos

Santa Teresa de Jesús, después de la muerte de un hermano jesuita, dijo haber visto su alma ascendiendo al cielo, acompañada por el Señor mismo. Entendió que era un regalo especial de Dios. (Paráfrasis espiritual)

Cita destacada

“El purgatorio es un deseo loco de amar a Dios, que hace sufrir dulcemente al alma”.

Invitación final

Oremos por nuestros difuntos. Ofrezcamos misas, indulgencias, obras de caridad. El cielo los espera... y nuestras oraciones pueden ser el puente que los lleve más rápido hacia el abrazo eterno del Amor.

Contenido original creado por Claret Coromoto para Aoraciones. Inspirado en la doctrina católica, la Biblia y enseñanzas de los santos. Todos los derechos reservados © 2025 por Claret Coromoto. Publicado en https://aoraciones.blogspot.com/

Oración por las Benditas Almas del Purgatorio

 


Oración por las Benditas Almas del Purgatorio


Oración por las Benditas Almas del Purgatorio 


 Dígnate, adorable Salvador mío, por tu preciosa Sangre, por

tu dolorosa Pasión y cruelísima muerte, por los tormentos que

tu augusta Madre sufrió al pie de la Cruz, cuando te vio

exhalar el último aliento: dígnate dirigir una mirada de piedad

al seno profundo del Purgatorio y sacar de allí las almas que

gimen privadas temporalmente de tu vista, y que suspiran por

el instante de reunirse contigo en el Paraíso celestial.

Principalmente te pido por el alma de (Nombre del difunto), y de aquellos por

quienes más particularmente debo pedir. No desoigas Señor,

mis ruegos, que uno a los que por todos los fieles difuntos te

dirige nuestra Santa Madre la Iglesia Católica, a fin de que tu

misericordia las lleve allá donde con el Padre y el Espíritu

Santo vives y reinas por todos los siglos. Amén, Jesús.

8 Súplicas a nuestro padre Jesús por las Almas Benditas

 

8 Súplicas a nuestro padre Jesús por las Almas Benditas del Purgatorio - aoraciones


8 Súplicas a nuestro padre Jesús por las Almas Benditas del Purgatorio

1ª. ¡Oh piadosísimo Jesús mío! Por aquel sudor de sangre
que padecísteis en el huerto de Getsemaní, apiadaos de las
benditas almas del Purgatorio y en particular de aquella que
fue más devota del misterio de la Santísima Trinidad. ¡Oh
padre amantísimo! Tened piedad de ella.

 Pater, Ave, Requiem.


 2ª. ¡Oh piadosísimo Jesús mío! Por los cruelísimos tormentos
que padecísteis en el misterio de los azotes, apiadaos de las
ánimas benditas, y en particular de aquella que fue más devota
de vuestra preciosísima Sangre. ¡Oh Padre amantísimo! Tened
piedad de ella.

 Pater, Ave, Requiem.


 3ª. ¡Oh piadosísimo Jesús mío! Por los dolores intensos que
sufrísteis en vuestra penosísima coronación de espinas,
apiadaos de las ánimas benditas, y en particular de aquella que
fue más devota de vuestro Divino Corazón. ¡Oh Padre
amantísimo! Tened piedad de ella.

 Pater, Ave, Requiem.


 4ª. ¡Oh piadosísimo Jesús mío! Por las angustias que
sufrísteis al subir cargado con la Cruz por el camino del
Calvario, apiadaos de las ánimas benditas, y en particular de
aquellas que están por salir de tan triste y dura cárcel. ¡Oh
Padre amantísimo! Tened piedad de ellas.

 Páter, Ave, Réquiem.


 5ª. ¡Oh piadosísimo Jesús mío! Por los desmayos que
sufrísteis en vuestra cruelísima Crucifixión, apiadaos de las
ánimas benditas, y en particular de aquella que fue más devota
de vuestra Santísima Madre. ¡Oh Padre amantísimo! Tened
piedad de ella.

 Páter, Ave, Réquiem.


 6ª. ¡Oh piadosísimo Jesús mío! Por las penas que padecísteis
en la Cruz durante las tres horas de vuestra amarguísima
agonía, apiadaos de las ánimas benditas y en particular de
aquellas que se halla más abandonada de sufragios. ¡Oh Padre
amantísimo! Tened piedad de ella.

 Páter, Ave, Réquiem.


 7ª. ¡Oh piadosísimo Jesús mío! Por el intenso dolor que
padecísteis cuando vuestra alma se separó del cuerpo,
apiadaos de las benditas ánimas, en particular de aquella que
fue más devota de vuestra dolorosísima Pasión. ¡Oh Padre
amantísimo! Tened piedad de ella.

 Páter, Ave, Réquiem.


 8ª. ¡Oh piadosísimo Jesús mío! Por el vivísimo dolor y
angustias mortales que sufrió vuestra Santísima Madre al pie
de la Cruz durante vuestras agonías, apiadaos de las ánimas
benditas, y en particular de aquella por la cual tengo más
obligación de orar. ¡Oh Padre amantísimo! Tened piedad de
ella.

Páter, Ave, Réquiem.


Señor, atended a mi oración.
 (Respuesta). Y mis clamores lleguen hasta Vos.

 Oremos 

Señor Dios, Criador y Redentor de todos vuestros fieles: conceded a las almas de vuestros siervos el perdón de todos sus pecados, a fin de que por nuestros piadosos ruegos alcancen de Vos la indulgencia que siempre desearon. Hacedlo,Señor Jesucristo, Vos que vivís y reináis con Dios Padre y el Espíritu Santo, por los siglos de los siglos. Amén.

Rosario para los difuntos hoy

 

Rosario para los difuntos + Misterios gozosos, dolorosos y gloriosos


Rosario para los difuntos + Misterios gozosos, dolorosos y gloriosos

Misterios gozosos

PRIMER MISTERIO

Anunciación del Ángel y Encarnación del Verbo en las entrañas virginales de María

PRIMER MISTERIO Anunciación del Ángel y Encarnación del Verbo en las entrañas virginales de María


 ¡Oh María Dulcísima, consuelo de las almas! Este Padrenuestro y diez Avemarías te ofrecemos por el gozo que tuviste cuando, saludada del Ángel, te anunció la Encarnación del hijo de Dios en tus entrañas; por él te suplicamos que el alma de nuestro hermano (Nombre de nuestro hermano difunto), y las demás almas del Purgatorio, reciban de los Ángeles, por tu intercesión, alegres nuevas de la gloria, a donde vayan a descansar por todos los siglos. Amén, Jesús.

SEGUNDO MISTERIO

Visitación de Nuestra Señora y

santificación del Bautista

SEGUNDO MISTERIO Visitación de Nuestra Señora y  santificación del Bautista


 ¡Oh María, refugio de pecadores! Este Padrenuestro y diez Avemarías te ofrecemos por el gozo que tuviste cuando, visitando a Santa Isabel, fuiste de ella reconocida por Madre de Dios, y el niño Juan, libre de las prisiones de la culpa; por este gozo te suplicamos visites y consueles el alma de nuestro hermano (Nombre de nuestro hermano difunto), y las demás almas del Purgatorio y las libres de las prisiones que padecen y salgan libres a la gloria. Amén, Jesús.

TERCER MISTERIO

El nacimiento del Hijo de Dios


TERCER MISTERIO El nacimiento del Hijo de Dios - AORACIONES


 ¡Oh María, estrella del mar, Norte fijo de la Iglesia! Este Padrenuestro y diez Avemarías te ofrecemos por el gozo que tuviste cuando, naciendo de tu vientre, como de la aurora, el Sol de Justicia, Cristo, alumbró a los que estaban en tinieblas; por Él suplicamos que el alma de nuestro hermano  (Nombre de nuestro hermano difunto), y las demás del Purgatorio, merezcan por Ti salir de las tinieblas de aquella obscura cárcel a los resplandores de la gloria. Amén, Jesús.

CUARTO MISTERIO

Presentación del Niño Jesús en el templo
y Purificación de Nuestra Señora

 ¡Oh purísima María, que sin obligarte la ley de la Purificación presentaste a tu Santísimo Hijo en el templo, con especial gozo de verle reconocido por verdadero Dios! Este Padrenuestro y diez Avemarías te ofrecemos, suplicando que el alma de nuestro hermano (Nombre de nuestro hermano difunto), y las demás almas del Purgatorio, sean purificadas para entrar en el templo de la gloria. Amén, Jesús.

QUINTO MISTERIO

El Niño perdido y hallado
en el templo

 ¡Oh María, seguro medio para hallar a Jesús! Este Padrenuestro y diez Avemarías te ofrecemos por el gozo que tuviste hallando en el templo al Niño Dios, sin culpa tuya perdido; por Él te suplicamos que el alma de nuestro hermano (Nombre de nuestro hermano difunto), y las demás del Purgatorio, tengan por tus ruegos el alivio de sus penas, mirando a Jesús en el templo de su gloria. Amén. Jesús.

Misterios dolorosos

PRIMER MISTERIO

La Oración del Huerto

 ¡Oh dolorosísima Madre de Jesús, quien, despedido y apartado de tu compañía, oró con mortales agonías en el huerto, donde por un Ángel fue confortado! Este Padrenuestro y diez Avemarías te ofrecemos, suplicándote que por tu intercesión el alma de nuestro hermano (Nombre de nuestro hermano difunto), y las demás almas del Purgatorio, sean confortadas por los Ángeles en sus penas. Amén, Jesús.

SEGUNDO MISTERIO

Desnudo Jesús
es cruelmente azotado


SEGUNDO MISTERIO Desnudo Jesús es cruelmente azotado - aoraciones



 ¡Oh María, mar de dolores! Este Padrenuestro y diez Avemarías te ofrecemos en memoria del gravísimo dolor que tuviste viendo desnudo y azotado cruelmente al Hijo de tus entrañas; por Él te suplicamos que el alma de nuestro hermano (Nombre de nuestro hermano difunto), y las demás del Purgatorio, sean libres de los azotes que allí padecen de la Divina Justicia, por virtud de los azotes que Jesús llevó por su misericordia. Amén, Jesús.

TERCER MISTERIO

Coronan a Jesús
de espinas

TERCER MISTERIO Coronan a Jesús de espinas


 ¡Oh María, cárdeno lirio entre espinas! Este Padrenuestro y diez Avemarías te ofrecemos en honra del agudísimo dolor que tuviste viendo a tu amado Hijo, hermoso lirio de los valles, afeado y coronado de espinas: te suplicamos por este dolor, que el alma de nuestro hermano (Nombre de nuestro hermano difunto), y las demás almas del Purgatorio, sean libres de las espinas de penas que padecen, y coronadas en la gloria. Amén, Jesús.

CUARTO MISTERIO

Jesús, condenado a muerte y con la Cruz
a cuestas, se encuentra con María,
su tierna Madre

CUARTO MISTERIO Jesús, condenado a muerte y con la Cruza cuestas, se encuentra con María, su tierna Madre - aoraciones


 ¡Oh María, traspasada de dolor en la calle de la Amargura por encontrar en ella a tu inocente Hijo, sentenciado a muerte y agobiado con el grave peso de la Cruz! Este Padrenuestro y diez Avemarías te ofrecemos suplicándote que el alma de nuestro hermano (Nombre de nuestro hermano difunto), y las demás del Purgatorio, por tus ruegos sean libres de la cruz de penas que padecen. Amén, Jesús.

QUINTO MISTERIO

Crucifixión de Jesús y soledad de María

QUINTO MISTERIO Crucifixión de Jesús y soledad de María


 ¡Oh desconsolada Reina, afligida Madre y desamparada Virgen! Este Padrenuestro y diez Avemarías te ofrecemos, pidiéndote por el agudo dolor que atravesó tu amante corazón al ver morir entre tantas afrentas y dolores a tu Santísimo Hijo para redimir con su muerte al género humano, que el alma de nuestro hermano (Nombre de nuestro hermano difunto), y las demás del Purgatorio, donde están solas y afligidas; la Sangre de tu Hijo les alivie las penas y su muerte les dé vida de gloria. Amén, Jesús.

Misterios gloriosos

PRIMER MISTERIO

La Resurrección del Señor


PRIMER MISTERIO La Resurrección del Señor


 ¡Oh María, Señora, alegría de los justos y consuelo de los pecadores! Este Padrenuestro y diez Avemarías te ofrecemos en memoria de la alegría que tuviste viendo resucitado y glorioso a tu Santísimo Hijo: te suplicamos, que así como con la presencia de Jesús recibieron alegría las almas de los Santos Padres en el Limbo, la tengan el alma de nuestro hermano (Nombre de nuestro hermano difunto), y las demás almas del Purgatorio. Amén, Jesús.


SEGUNDO MISTERIO

Ascensión de Cristo Nuestro Señor a los Cielos


SEGUNDO MISTERIO Ascensión de Cristo Nuestro Señor a los Cielos


 ¡Oh María, Madre de Dios, llena de sumo gozo en la subida a los Cielos de tu Santísimo Hijo, en compañía de los Santos Padres que libertó de la oscura cárcel del Limbo, llevándolos consigo a la gloria! Este Padrenuestro y diez Avemarías te ofrecemos, suplicándote que el alma de nuestro hermano (Nombre de nuestro hermano difunto), y las demás almas del Purgatorio, sean libres de aquellas penas, y llevadas por manos de los santos Ángeles a la gloria. Amén, Jesús.

TERCER MISTERIO

Venida del Espíritu Santo

 ¡Oh María, dulce esposa del Espíritu Santo! Este Padrenuestro y diez Avemarías te ofrecemos por el gozo que tuviste cuando bajó el Divino Espíritu sobre Ti y sobre todos los Apóstoles, para que con la ausencia de Jesús no quedáseis huérfanos: por Él te suplicamos que el alma de nuestro hermano N..., y las demás almas del Purgatorio, salgan a gozar de los brazos de su Esposo Jesús en la gloria. Amén, Jesús.

CUARTO MISTERIO

Dichoso tránsito de María Santísima


¡Oh dichosísima María, que entregaste tu purísimo espíritu en la hora de la muerte, en manos de tu Santísimo Hijo, y después  unido al cuerpo, resucitásteis glorioso! Este Padrenuestro y diez Avemarías te ofrecemos pidiéndote que el alma de nuestro hermano (Nombre de nuestro hermano difunto), y las demás almas del Purgatorio, sean libres de sus penas y te acompañen en la gloria. Amén, Jesús

QUINTO MISTERIO

Asunción y Coronación de María Santísima


¡Oh soberana Virgen María, Madre de Dios, que, resucitada en cuerpo y alma, fuiste sublimada a la gloria y coronada por Emperatriz de los Ángeles y de los hombres! Este Padrenuestro y diez Avemarías te ofrecemos, suplicándote que el alma de nuestro hermano (Nombre de nuestro hermano difunto), y las demás almas del Purgatorio, merezcan por tus ruegos ser libres de las penas que padecen, para que sean coronadas de gloria, y que en compañía de tu Santísimo Hijo te amen por todos los siglos. Amén, Jesús.





OFRECIMIENTO



Por estos misterios santos
de que hace el alma recuerdo,
te pedimos ¡oh María!,
con tierno y devoto pecho
de nuestra fe sacrosanta
la conservación y aumento.
Torna tus divinos ojos
hacia tu cristiano pueblo,
da a tu Iglesia la victoria
y al mundo grato sosiego; 
serena las tempestades
que airado descarga el Cielo.
Y del Pontífice augusto
mitiga el dolor acerbo;
las terrenas potestades
sigan de Dios los preceptos,
porque la justicia torne
y al bien vayan sus esfuerzos.
Que a Dios el gentil conozca,
su error abjure el soberbio.
Que de la verdad aparta
corazón y entendimiento.
Que la culpa nos inspire
dolor profundo y perfecto.
Halle puerto el navegante
y la salud el enfermo.
Las almas del Purgatorio
gozosas vayan al Cielo;
y aqueste santo ejercicio
tenga ¡oh Madre! tal aumento
en todo el orbe cristiano,
que fiel adora al Dios bueno,
que de continua alabanza
sean tus glorias objeto
y por tu amor merezcamos
gozar del eterno premio.

Dios te salve, María Santísima, Hija de Dios Padre, Virgen purísima antes del parto: Dios te salve. María, llena eres de gracia,… etcétera.

Dios te salve, María Santísima, Madre de Dios Hijo, Virgen purísima en el parto: Dios te salve, María, llena eres de gracia,… etcétera.

Dios te salve, María Santísima, Esposa de Dios Espíritu Santo, Virgen purísima después del parto: Dios te salve, María, llena eres de gracia,… etcétera.

Dios te salve, María Santísima, templo y sagrario de la Santísima Trinidad, Virgen concebida sin pecado original. Amén. Gloria Patri, Dios te salve Reina y Madre de misericordia,… etcétera.

Letanías de la Virgen María


Señor, ten piedad de nosotros.
Cristo, ten piedad de nosotros.
Señor, ten piedad de nosotros.
Cristo, óyenos.
Cristo, escúchanos.
Dios Padre celestial – (Ten misericordia
de nosotros).
Dios Hijo Redentor del mundo – (Ten misericordia
de nosotros).
Dios Espíritu Santo – (Ten misericordia
de nosotros).
Trinidad Santa un solo Dios – (Ten misericordia de nosotros).
Santa María - (Ruega por nosotros).
Santa Madre de Dios - (Ruega por nosotros).
Santa Virgen de las Vírgenes - (Ruega por nosotros).
Madre de Jesucristo - (Ruega por nosotros).
Madre de la divina gracia - (Ruega por nosotros).
Madre purísima - (Ruega por nosotros).
Madre castísima - (Ruega por nosotros).
Madre Virgen - (Ruega por nosotros).
Madre inmaculada - (Ruega por nosotros).
Madre amable - (Ruega por nosotros).
Madre admirable - (Ruega por nosotros).
Madre del buen consejo - (Ruega por nosotros).
Madre del Creador - (Ruega por nosotros).
Madre del Salvador - (Ruega por nosotros).
Virgen prudentísima - (Ruega por nosotros).
Virgen venerable - (Ruega por nosotros).
Virgen laudable - (Ruega por nosotros).
Virgen poderosa - (Ruega por nosotros).
Virgen Misericordiosa - (Ruega por nosotros).
Virgen fiel - (Ruega por nosotros).
Espejo de justicia - (Ruega por nosotros).
Trono de la eterna sabiduría - (Ruega por nosotros).
Causa de nuestra alegría - (Ruega por nosotros).
Vaso espiritual de veneración - (Ruega por nosotros).
Vaso precioso de la gracia - (Ruega por nosotros).
Vaso de verdadera devoción - (Ruega por nosotros).
Rosa mística - (Ruega por nosotros).
Torre de David - (Ruega por nosotros).
Torre de marfil - (Ruega por nosotros).
Casa de oro - (Ruega por nosotros).
Arca de la Alianza - (Ruega por nosotros).
Puerta del Cielo - (Ruega por nosotros).
Estrella de la mañana - (Ruega por nosotros).
Salud de los enfermos - (Ruega por nosotros).
Refugio de los pecadores - (Ruega por nosotros).
Consoladora de los afligidos - (Ruega por nosotros).
Auxilio de los cristianos - (Ruega por nosotros).
Reina de los Ángeles - (Ruega por nosotros).
Reina de los Patriarcas - (Ruega por nosotros).
Reina de los Profetas - (Ruega por nosotros).
Reina de los Apóstoles - (Ruega por nosotros).
Reina de los Mártires - (Ruega por nosotros).
Reina de los Confesores - (Ruega por nosotros).
Reina de las Vírgenes - (Ruega por nosotros).
Reina concebida sin pecado original - (Ruega por nosotros).
Reina de todos los Santos - (Ruega por nosotros).
Reina subida a los cielos - (Ruega por nosotros).
Reina del Santísimo Rosario - (Ruega por nosotros).
Reina de la Paz - (Ruega por nosotros).
Cordero de Dios, que quitas los pecados
del mundo – (Perdónanos, Señor).
Cordero de Dios, que quitas los pecados
del mundo – (Escúchanos Señor).
Cordero de Dios, que quitas los pecados
del mundo – (Ten piedad de nosotros).

Oración: Rosario para los difuntos hoy


 ¡Padre Eterno, soberano Dios! Enviad vuestros Ángeles a sacar del Purgatorio esta alma por quien es mi intención rogar; os suplico la presentéis en vuestra gloria y os pido Señor, que la parte que le falte satisfacer por sus culpas se la perdonéis por los méritos de las penas de vuestro Hijo, mi Señor Jesucristo, y os ruego, mi Criador misericordioso, no seáis riguroso en mi juicio y no nos dejéis caer en la tentación, librándonos de todo mal. Amén, Jesús. Oración

 ¡Dios os salve, ánimas cristianas! Jesucristo, que os redimió con su preciosísima Sangre, tenga por bien libraros de vuestras penas y daros lugar y asiento entre los coros de los Ángeles, donde os acordéis de nosotros, y supliquéis a Dios que nos lleve a vuestra compañía para ser coronados en el Cielo. Amén, Jesús.

Otra Oración

Rosario para los difuntos + Misterios gozosos, dolorosos y gloriosos


 Señor mío, Jesucristo, que no viniste a perder sino a librar las almas de los hombres, de quienes te constituiste remedio y libertad dando tu vida por su rescate; humildemente imploramos tu clemencia y misericordia inefables, para que te apiades de todas las almas de los fieles difuntos, que son atormentadas en las penas del Purgatorio, a fin de que las que justamente son por sus pecados afligidas, sean por tu benignidad perdonadas; y pues las has redimido con tu preciosa Sangre, consigan por los méritos e intercesión de la Beatísima Virgen María y de todos tus Santos, que las libres de las penas que sufren y las lleves a la gloria, donde te alaben y gocen por los siglos de los siglos. Amén
Rosario para los difuntos hoy