Aoraciones

Veni Sancte Spiritus

 

Veni Sancte Spiritus, Ven Espíritu Divino

Veni Sancte Spiritus, Ven Espíritu Divino


Ven Espíritu Divino,

manda tu luz desde el cielo,

Padre amoroso del pobre;

don en tus dones espléndido;

luz que penetra las almas;

fuente del mayor consuelo.


Ven, dulce huésped del alma,

descanso de nuestro esfuerzo,

tregua en el duro trabajo,

brisa en las horas de fuego,

gozo que enjuga las lágrimas

y reconforta en los duelos.


Entra hasta el fondo del alma,

divina luz y enriquécenos.


Mira el vacío del hombre

si Tú le faltas por dentro;

mira el poder del pecado

cuando no envías tu aliento.


Riega la tierra en sequía,

sana el corazón enfermo,

lava las manchas, infunde

calor de vida en el hielo,

doma el espíritu indómito,

guía al que tuerce el sendero.


Reparte tus Siete Dones

según la fe de tus siervos.


Por tu bondad y tu gracia

dale al esfuerzo su mérito;

salva al que busca salvarse

y danos tu gozo eterno.


Amén

Oración a Santa Faustina

 

Oración a Santa Faustina gran devota



Oración a Santa Faustina gran devota 

Oh Jesús, que hiciste de Santa Faustina una gran devota de tu infinita misericordia, concédeme por su intercesión, si fuere esto conforme a tu santísima voluntad, la gracia de _______________, que te pido. Yo, pecador/a, no soy digno/a de tu misericordia, pero dígnate mirar el espíritu de entrega y sacrificio de Sor Faustina y recompensa sus virtudes atendiendo las súplicas que a través de ella te presento confiando en tí. Amén.

Beata María de San José

 

Beata María de San José siempre oraba de rodillas

🪔 Beata María de San José: Ejemplo de Oración de Rodillas ante el Santísimo Beata 

María de San José: Una vida de amor y oración de rodillas Si algo he aprendido en mi camino espiritual es que la oración de rodillas no es una costumbre anticuada, sino un acto profundo de humildad y amor. Así lo entendió la Beata María de San José, quien, con su ejemplo, me ha inspirado a perseverar en mi amor por Jesús Sacramentado. Beata María de San José siempre oraba de rodillas. No era solo un gesto, era la manifestación externa de un corazón que vivía enamorado de la Eucaristía. Durante sus jornadas en la oficina, mientras elaboraba las hostias, se levantaba constantemente para hacer visitas al Santísimo, siempre de rodillas, aun en medio de sus faenas diarias, porque su trabajo era una prolongación de su oración. 

 ¿Quién fue la Beata María de San José y cuál fue su legado?

 Nacida en Venezuela, la Beata María de San José se convirtió en un referente de entrega a Dios y al prójimo, fundadora de la Congregación Agustinas Recoletas del Sagrado Corazón de Jesús. Su amor al Señor Sacramentado la impulsó a vivir con sencillez, caridad y oración continua, destacándose por su radicalidad en vivir de cara a Dios, transformando cada acto ordinario en una ofrenda. Su vida nos enseña que la santidad es posible para quienes aman profundamente a Jesús, llevando en el corazón un deseo de reparar los ultrajes que Él recibe en la Eucaristía. 

 La devoción eucarística: El Santísimo en el centro de su vida 

Para la Beata María de San José, la Eucaristía no era una devoción más, sino el centro de su existencia. Vivía para adorar al Señor y su oficina estaba junto a la capilla para poder entrar constantemente a visitarlo, postrarse de rodillas y adorarlo. En mi propia experiencia, entender este amor radical me ha movido a valorar más cada visita al Santísimo. Ella nos recuerda que el Sagrario es un faro encendido de amor, donde podemos encontrar la fuerza para nuestras luchas diarias. 

 El valor de la oración de rodillas: Un acto de humildad y amor 

Orar de rodillas puede parecer incómodo en un mundo que busca comodidad. Pero la Beata María de San José comprendía que postrarse es reconocer a Dios como Señor y a nosotros como pequeños ante Él. No importaba si su cuerpo se cansaba: su corazón permanecía firme en adoración. Al ver su ejemplo, me cuestiono cuánto estoy dispuesto a renunciar a mi comodidad por amor a Jesús. Ella demuestra que arrodillarnos no es un simple formalismo, sino un acto de amor que rinde nuestro orgullo ante la grandeza de Dios. 

 La Beata María de San José y sus visitas diarias al Santísimo Sacramento 

Durante la elaboración de las hostias, se levantaba una y otra vez para adorar al Santísimo. “Ay Dios, ¿por qué no te aman como mereces?”, repetía, ensimismada, con su alma consumida en amor. Esta frase me retumba cuando estoy frente al Sagrario. Me invita a unirme a su súplica y a reparar, con mi pobre amor, la indiferencia que muchas veces recibe Jesús Sacramentado. 

 Su amor inquebrantable por Jesús Sacramentado en medio del dolor 

Días antes de morir, la Beata María de San José asistió a misa durante su enfermedad. El reclinatorio había sido retirado para su comodidad, pero ella se arrodilló en el suelo. Al ser cuestionada por las hermanas, respondió con sencillez: 

 “¿Para qué lo quitaron?”
 Después de la comunión, permaneció de rodillas por dos horas ante Jesús Eucaristía, hasta que casi a la fuerza la levantaron para que tomara algo de alimento. Era un testimonio silencioso de amor, fortaleza y fe.

 Una anécdota de fortaleza: Su última Pascua de rodillas 

Durante su última Pascua, en su lecho de dolor, con voz clara y firme asistió a misa y se arrodilló en el suelo para adorar a Jesús. Aquella frase “¡Ay Dios! ¿por qué no te aman como mereces?” se convirtió en un clamor que aún resuena, invitándonos a no ser indiferentes. Este ejemplo me impulsa a no dejar que la enfermedad o el cansancio sean excusas para dejar de amar al Señor con todo el corazón, incluso en lo pequeño, como permanecer de rodillas en su presencia. 

 ¿Por qué es importante orar de rodillas hoy? 

La oración de rodillas es un testimonio silencioso de humildad y entrega. Es recordarle a nuestra alma que no estamos frente a cualquier persona, sino ante Dios mismo. La Beata María de San José me enseña que en tiempos donde muchos olvidan el valor de la reverencia, postrarnos es un acto de amor que habla por nosotros y es un gesto de fe que el Señor mira con agrado. 

 Lo que podemos aprender de la Beata María de San José sobre la adoración 

Su vida me ha enseñado que adorar no se limita a las palabras o cantos hermosos. Adorar es un acto de presencia, de amor en silencio, de permanecer, de mirar a Jesús y dejar que Él nos mire. La Beata María de San José hizo de cada visita al Santísimo un momento de intimidad donde se ofrecía completamente. Cada vez que me arrodillo frente a Jesús, repito sus palabras: “¡Ay Dios! ¿por qué no te aman como mereces?”, y le pido que me enseñe a amarle más. 

 Frases de la Beata María de San José para meditar en oración 

Aquí comparto frases para meditar durante tus visitas al Santísimo: 

 ✨ “¡Ay Dios! ¿por qué no te aman como mereces?” 

✨ “Jesús Sacramentado, mi único y gran Amor.” 

✨ “El que ama no se cansa de estar de rodillas.” 

✨ “El Santísimo Sacramento es el consuelo de mi alma.” 

 Estas frases pueden acompañarte en tus momentos de adoración y ayudarte a cultivar un amor más profundo por Jesús.

 Beata María de San José y el ejemplo de la santidad venezolana 

Su vida nos recuerda que la santidad no es cosa de tiempos pasados ni de otras tierras. Venezuela tiene en ella un testimonio vivo de cómo la fe y el amor a Jesús Sacramentado pueden transformar la sociedad y sostener a las almas en medio de dificultades. Ella es un faro de esperanza para quienes desean permanecer fieles en medio de pruebas. 

 La relevancia de su ejemplo en nuestra vida espiritual actual 

En una época donde se pierde la reverencia y se descuida la adoración, el ejemplo de la Beata María de San José nos invita a volver al Santísimo, a ser almas eucarísticas y a comprender que la oración de rodillas es un arma poderosa para nuestra alma y para el mundo. Su testimonio me impulsa a no tener miedo de expresar mi amor al Señor externamente, incluso en lo pequeño. 

 Cómo fomentar la adoración eucarística en tu vida diaria

1️⃣ Dedica al menos 15 minutos diarios frente al Santísimo. 
2️⃣ Si no puedes visitar una capilla, reza espiritualmente ante Jesús Sacramentado desde casa. 
3️⃣ Ora de rodillas cuando puedas, ofreciendo ese sacrificio como acto de amor. 
4️⃣ Medita frases de santos y de la Beata María de San José durante la adoración. 
5️⃣ Une tus trabajos y sacrificios a Jesús Eucaristía durante el día. 

 🌾 Conclusión 

La Beata María de San José siempre oraba de rodillas, y lo hacía porque había comprendido la grandeza de Jesús en la Eucaristía. Su testimonio me impulsa a buscar a Dios con mayor fervor, a enamorarme del Santísimo y a adorarle con reverencia y amor. Te invito a conocer más su vida, a dejar que su ejemplo transforme tu relación con Jesús Sacramentado, y a no temer postrarte de rodillas ante tu Señor, como un acto de amor que el cielo valora más de lo que imaginamos. 
 ✨ Que como la Beata María de San José, podamos decir cada día: “¡Ay Dios! ¿por qué no te aman como mereces?”

No hay Pentecostés Sin María

  

No hay Pentecostés Sin María

La Ascención el Señor

 

Solemnidad de la Ascensión del Señor Jesús al Reino de los Cielos

Solemnidad de la Ascensión del Señor Jesús al Reino de los Cielos

Hoy la Iglesia Universal celebra la Solemnidad de la Ascensión del Señor Jesús al Reino de los Cielos, cuarenta días después de su resurrección.

Galileos, ¿qué hacéis mirando al cielo?

La Ascensión del Señor cierra el ciclo que empezó con la Encarnación del Verbo. Jesús sube al Cielo habiendo redimido la naturaleza humana, la que -vencido el pecado- queda elevada en Él a una condición jamás prevista. Por su parte, los Apóstoles, estupefactos, permanecen mirando al cielo, contemplando cómo la figura del Maestro se pierde en medio de las nubes. ¡Cómo retirar la mirada de la gloria patente! ¡Cómo dejar de mirar en dirección hacia donde no hay más promesas porque ya todo está cumplido!


Pero, de pronto, dos hombres de blanco -dos ángeles- irrumpen en medio del éxtasis y hacen que todos los testigos de la escena vuelvan los ojos a la realidad que deberán enfrentar: su misión, su vocación en medio del mundo… la historia que habrán de escribir.

Compromiso con el mundo y la historia

La Ascención el Señor - Aoraciones


Hace poco más de dos décadas, el Papa San Juan Pablo II reflexionaba en torno a este día y su sentido:

“La contemplación cristiana no nos aleja del compromiso histórico. El “cielo” al que Jesús ascendió no es lejanía, sino ocultamiento y custodia de una presencia que no nos abandona jamás, hasta que él vuelva en la gloria… Mientras tanto -continúa el santo- es la hora exigente del testimonio, para que en el nombre de “Cristo” se predique la conversión y el perdón de los pecados a todos los pueblos’” (Homilía por el día de la Ascensión del Señor 24 de mayo de 2001).










Fuente:

Rosario de Mar a Mar

Oración al Señor de la Misericordia

Oración al Señor de la Misericordia


Oración al Señor de la Misericordia 💜

Oh Señor mi dulce amigo...


Oh Señor mi dulce amigo

cuatro cosas hoy te pido

con mucha necesidad.


Paciencia para sufrir

Fuerza para trabajar

Valor para resistir

las penas que han de venir

y me han de mortificar.


Temperamento sereno

para poder resolver

las cosas con santa calma.


Y así tener en el alma

perfecta tranquilidad.


Esto tengo que pedirte

oh mi Jesús adorado

en este día consagrado

para adorarte y servirte

por siempre.


Amén.✝️🙏🏻

Ofrecimiento de la Coronilla a la Divina Misericordia

 

Ofrecimiento de la Coronilla a la Divina Misericordia

Ofrecimiento de la Coronilla a la Divina Misericordia🕯️🙏

*Dulce Jesús: atiende nuestras súplicas

Por cada uno de los integrantes que conforma este  grupo, sus necesidades corporales , materiales y espirituales. Por el fin de la guerra, la conversión de todos, por los lideres de las naciones, por la Iglesia Católica, por los  Sacerdotes, las Familias, Enfermos, por los niños que han sido abortados y los que seran hoy abortados, por las Almas del Purgatorio, y las intenciones de tu Santo Corazón las del Inmaculado corazón de Maria y las del Castïsimo Corazón de San José.


Jesús Confío en Ti


Diario de Santa Faustina Kowalska 1034 


Rogué al Señor que me permitiera participar en Su dolorosa Pasión, para que en el alma y en el cuerpo sintiera Su dolorosa Pasión en el grado en que una criatura puede participar, a fin de que sienta toda Su amargura. Y el Señor me contestó que me daría esta gracia el jueves, después de la Santa Comunión, de modo singular.                   

Mi dulce Jesús, vengo  a tus pies, para darte gracias por tantos regalos, permíteme ser dócil a tus requerimientos, así como María de Betania......dame la fragancia del fervor en amarte cada día más, ofrezco mis sacrificios, oraciones y todo aquello que te sea agradable....por las Animas Benditas del Purgatorio...mis familiares , conocidos, desconocidos difuntos, gracias Jesús, por invitarme siempre a acompañarte en esta dulce hora. ¡Bendiceme! Bendice al mundo que tanto carece de Ti.  Amén 

Evangelio de hoy

 

Este es el discípulo que ha escrito esto, y su testimonio es verdadero.

Evangelio de hoy Jn 21, 20-25 


Este es el discípulo que ha escrito esto, y su testimonio es verdadero.

En aquel tiempo, Pedro, volviéndose, vio que los seguía el discípulo a quien Jesús amaba, el mismo que en la cena se había apoyado en su pecho y le había preguntado:

 «Señor, ¿quién es el que te va a entregar?».

Al verlo, Pedro dice a Jesús:

«Señor, y este, ¿qué?».

Jesús le contesta:

«Si quiero que se quede hasta que yo venga, ¿a ti qué? Tú sígueme».

Entonces se empezó a correr entre los hermanos el rumor de que ese discípulo no moriría. Pero no le dijo Jesús que no moriría, sino: «Si quiero que se quede hasta que yo venga, ¿a ti qué?».

Este es el discípulo que da testimonio de todo esto y lo ha escrito; y nosotros sabemos que su testimonio es verdadero.

Muchas otras cosas hizo Jesús. Si se escribieran una por una, pienso que ni el mundo entero podría contener los libros que habría que escribir.


Palabra del Señor🙏🏼

San Juan I

San Juan I Papa y Mártir


Este santo era italiano, de Toscana. En el año 523 fue elegido Sumo Pontífice. Para aquella época gobernaba el rey Teodorico que apoyaba la herejía de los arrianos (personas que negaban que Jesucristo es Dios); y sucedió que el emperador Justino de Constantinopla decretó cerrar todos los templos de los arrianos de esa ciudad, prohibiendo que los que pertenecían a la herejía arriana ocuparan empleos públicos. 


Fue así que el rey Teodorico obligó al Papa Juan I a que fuera a Constantinopla y tratara de obtener que el emperador Justino quitara las leyes que habían dado contra los arrianos, pero como Juan no tenía ningún interés de apoyar a los herejes, por el contrario fue a Constantinopla para apoyar el cristianismo y más de 15,000 fieles salieron a recibirlo con velas encendidas en las manos, y estandartes, y lo hicieron presidir muy solemnemente las fiestas de Navidad. 


Como Teodorico se encendió en furiosa rabia, al llegar el Santo Padre a Ravena (la ciudad donde el rey vivía), lo hizo encarcelar y fueron tan crueles los malos tratos que en la cárcel recibió, que al poco tiempo murió. Junto con el Papa fueron martirizados también sus dos grandes consejeros, Boecio y Símaco.


Dicen los historiadores que el rey Teodorico sintió tan grande remordimiento por haber hecho morir a San Juan Primero, que en adelante lo veía hasta en los pescados que le servían en el almuerzo.


Fuente:

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Secuencia de Pentecostés

 

Secuencia de Pentecostés - Aoraciones

Secuencia de Pentecostés


Ven, Espíritu Divino

manda tu luz desde el cielo.

Padre amoroso del pobre;

don, en tus dones espléndido;

luz que penetra las almas;

fuente del mayor consuelo.

Ven, dulce huésped del alma,

descanso de nuestro esfuerzo,

tregua en el duro trabajo,

brisa en las horas de fuego,

gozo que enjuga las lágrimas

y reconforta en los duelos.

Entra hasta el fondo del alma,

divina luz y enriquécenos.

Mira el vacío del hombre,

si tú le faltas por dentro;

mira el poder del pecado,

cuando no envías tu aliento.

Riega la tierra en sequía,

sana el corazón enfermo,

lava las manchas, infunde

calor de vida en el hielo,

doma el espíritu indómito,

guía al que tuerce el sendero.

Reparte tus siete dones,

según la fe de tus siervos;

por tu bondad y tu gracia,

dale al esfuerzo su mérito;

salva al que busca salvarse

y danos tu gozo eterno. Amén.


Oración al Espíritu Santo por Cardenal Verdier

Oh Espíritu Santo,

Amor del Padre, y del Hijo,

Inspírame siempre lo que debo pensar,

lo que debo decir,

cómo debo decirlo,

lo que debo callar,

cómo debo actuar,

lo que debo hacer,

para gloria de Dios,

bien de las almas

y mi propia Santificación.


Espíritu Santo,

Dame agudeza

para entender,

capacidad para retener,

método y facultad para aprender,

sutileza para interpretar,

gracia y eficacia para hablar.

Dame acierto al empezar

dirección al progresar

y perfección al acabar.

Amén.



El Espíritu Santo promueve la vida interior de los bautizados en Cristo

Conduce las almas hacia la madurez interior, y desde lo íntimo del hombre renueva la faz de la tierra. Para la maduración del hombre interior es imprescindible la vida de oración, que se halla en estrecha dependencia con los dones del Espíritu Santo, que sensibilizan al alma para captar la presencia amorosa de Dios y entablar una verdadera relación de amistad.


Todos los Santos nos dan testimonio que el Espíritu es una fuerza que transforma el interior del hombre y de la mujer. La luz que nos aportan los Santos a través de la experiencia que han hecho del Espíritu, y que nos han comunicado a través de sus escritos es muy rica en matices. Pero todos dan testimonio que es el Espíritu quien nos santifica, de forma que adquiramos los caracteres de Jesucristo, sien­do cristificados por la gracia.


La principal misión del bautizado es no poner obstáculos a la acción santificadora del Espíritu y secundarla, de for­ma que avancemos por el camino de la santidad. Para ello, habremos de purificar el corazón, y quitar todo estorbo a la acción del Espíritu de Dios en nosotros. Lo prioritario ante todo es no pecar, pues el pecado mortal expulsa al Espíritu, el pecado venial consentido, debilita su acción santificadora. La otra condición es suplicar a Dios el don de la humildad, pues como nos recuerda San Agustín, solo en el humilde encuentra el Espíritu capacidad de acogida.