Entra en el Rosario contemplativo: ora con el Evangelio paso a paso
¿Te animas a entrar en la profundidad del Evangelio con esta oración?
Te invitamos a descubrir el Rosario contemplativo, una forma de oración que te sumerge en la vida de Jesús y te permite caminar junto a Él, de la mano de la Virgen María. Esta guía paso a paso te ayudará a vivir cada misterio del Rosario con mayor atención, amor y recogimiento.
Guía para orar el Rosario contemplativo
- Busca un momento de calma y decide cuánto tiempo deseas dedicar a la oración.
- Elige un lugar tranquilo y una postura corporal que favorezca tu recogimiento.
- Respira con serenidad, aquieta el corazón y reconoce la presencia del Señor.
- Contempla la imagen del pasaje evangélico correspondiente al misterio.
- Lee o escucha el Evangelio lentamente, dejando que cada palabra toque tu corazón.
- Haz silencio interior, permitiendo que la Palabra resuene en lo profundo de ti.
- Mientras rezas el Padrenuestro, diez Avemarías y el Gloria, permanece en contemplación del misterio, reviviendo esa escena con la imaginación.
Orar con el corazón y la mirada en Jesús
Cuando inicies cada decena, trae a tu interior la palabra o imagen que más te haya tocado. Mira el rostro de Jesús, escucha su voz, siente lo que sucede. Permanece en el misterio mientras repites las oraciones del Rosario.
La clave del Rosario meditado con el Evangelio es mantener viva la atención en el relato evangélico mientras repites las oraciones. No se trata solo de rezar, sino de contemplar, amar y acompañar a Cristo.
“Mientras repetimos ‘Ave María’, meditamos los misterios gozosos, luminosos, dolorosos y gloriosos de la vida de Cristo, pero también de nuestra vida, porque nosotros caminamos con el Señor”.
— Papa Francisco
Al finalizar cada misterio, descansa en el Gloria. Deja que tu alma se llene de gozo por haber estado con Jesús y María. Así, el Rosario se convierte en una verdadera experiencia de encuentro espiritual.
¿Por qué orar el Rosario contemplativo?
- Te ayuda a vivir el Evangelio desde el corazón.
- Profundiza tu relación personal con Jesús y María.
- Fortalece la fe y da paz al alma.
- Es una forma poderosa de intercesión por ti y por el mundo.
Ora con fe, con amor y en silencio interior. Jesús te espera en cada misterio, y María te guía en el camino de la contemplación.
¿Te animas a comenzar hoy mismo?