Aoraciones

Santo Rosario: Días de rezarlo

 

Santo Rosario

Días de rezar Santo Rosario

V./ Por la señal † de la Santa Cruz, de nuestros † enemigos líbranos Señor †, Dios nuestro. En el nombre del Padre † y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Señor mío, Jesucristo, Dios y Hombre verdadero, Creador, Padre y Redentor mío; por ser Vos quien sois, Bondad infinita, y porque os amo sobre todas las cosas, me pesa de todo corazón haberos ofendido; también me pesa porque podéis castigarme con las penas del infierno.

Ayudado de vuestra divina gracia, propongo firmemente nunca más pecar, confesarme y cumplir la penitencia que me fuere impuesta. Amén.

V./ Abre, Señor, mis labios. R./ Y mi boca proclamará tus alabanzas.

V./ Ven, oh Dios, en mi ayuda. R./ Apresúrate, Señor, a socorrerme.

V./ Gloria al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo.

R./Como era en un principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.

Modo de rezar los Misterios: 

Se enuncia el misterio y se reza Padrenuestro, 10 Avemarías, Gloria. Después del Gloria se añade:

María, Madre de Gracia, Madre de misericordia, defiéndenos de nuestros enemigos y ampáranos ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén.

Misterios Gozosos (lunes y sábados)

1º. La Encarnación del Hijo de Dios.

2º. La Visitación de nuestra Señora a su prima santa Isabel.

3º. El Nacimiento del Hijo de Dios en Belén.

4º. La Purificación de nuestra Señora.

5º. El Niño perdido y hallado en el Templo.

Misterios Dolorosos (martes y viernes)

1º. La Oración del Huerto.

2º. La Flagelación del Señor.

3º. La Coronación de espinas.

4º. La Cruz a cuestas.

5º. Jesús muere en la Cruz.

Misterios Luminosos (jueves)

1º. El Bautismo de Nuestro Señor en el Jordán.

2º. La autorrevelación en las bodas de Caná.

3º. El Anuncio del Reino de Dios invitando a la conversión.

4º. La Transfiguración.

5º. La institución de la Eucaristía.

Misterios Gloriosos (miércoles y domingos)

1º. La Resurrección del Señor.

2º. La Ascensión del Señor.

3º. La Venida del Espíritu Santo.

4º. La Asunción de nuestra Señora.

5º. La Coronación de María santísima.

Al terminar los cinco misterios, se reza:

Dios te salve, María, Hija de Dios Padre, llena eres de gracia…

Dios te salve, María, Madre de Dios Hijo, llena eres de gracia…

Dios te salve, María, Esposa de Dios Espíritu Santo, llena eres de gracia…

Letanías

V./ Señor, ten piedad. R./ Señor, ten piedad

V./ Cristo, ten piedad. R./ Cristo, ten piedad.

V./ Señor, ten piedad. R./ Señor, ten piedad.

V./ Cristo, óyenos. R./ Cristo, óyenos

V./ Cristo, escúchanos. R./ Cristo, escúchanos

V./ Dios Padre celestial. R./ Ten misericordia de nosotros

V./ Dios Hijo, Redentor del mundo R./ Ten misericordia de nosotros

V./ Dios Espíritu Santo. R./ Ten misericordia de nosotros

V./ Trinidad Santa, un solo Dios. R./ Ten misericordia de nosotros

SV./ Santa María. R./ Ruega por nosotros

Santa Madre de Dios

Santa Virgen de las vírgenes

Madre de Cristo

Madre de la Iglesia

Madre de la divina gracia

Madre purísima

Madre castísima

Madre virginal

Madre sin mancha de pecado

Madre inmaculada

Madre amable

Madre admirable

Madre del buen consejo

Madre del Creador

Madre del Salvador

Virgen prudentísima

Virgen digna de veneración

Virgen digna de alabanza

Virgen poderosa

Virgen clemente

Virgen fiel

Espejo de justicia

Trono de sabiduría

Causa de nuestra alegría

Vaso espiritual

Vaso digno de honor

Vaso insigne de devoción

Rosa mística

Torre de David

Torre de marfil

Casa de oro

Arca de la alianza

Puerta del cielo

Estrella de la mañana

Salud de los enfermos

Refugio de los pecadores

Consuelo de los afligidos

Auxilio de los cristianos

Reina de los Ángeles

Reina de los Patriarcas

Reina de los Profetas

Reina de los Apóstoles

Reina de los Mártires

Reina de los Confesores

Reina de las Vírgenes

Reina de todos los Santos

Reina concebida sin pecado original

Reina elevada al Cielo

Reina del Santísimo Rosario

Reina de la familia

Reina de la paz

V./ Cordero de Dios, que quitas los pecados del mundo. R./ Perdónanos, Señor.

V./ Cordero de Dios, que quitas los pecados del mundo. R./ Escúchanos, Señor.

V./ Cordero de Dios, que quitas los pecados del mundo. R./ Ten misericordia de nosotros.

Sub tuum praesidium

Bajo tu protección nos acogemos, Santa Madre de Dios; no desoigas nuestras súplicas en nuestras necesidades; antes bien, líbranos de todos los peligros, Virgen gloriosa y bendita. 

V./ Ruega por nosotros, Santa Madre de Dios.

R./ Para que seamos dignos de alcanzar las promesas de nuestro Señor Jesucristo. Amén.

Oración:

 Te suplicamos, Señor, que derrames tu gracia en nuestras almas, para que los que por el anuncio del Ángel hemos conocido la Encarnación de tu Hijo Jesucristo, por su Pasión y su Cruz, seamos llevados a la gloria de la resurrección. Por el mismo Jesucristo, nuestro Señor. Amén. 

Oración a San Miguel Arcángel 

San Miguel, defiéndenos en la batalla: sé nuestro amparo contra la maldad y asechanzas del demonio. Pedimos suplicantes que Dios lo mantenga bajo su imperio; y tú, Príncipe de la milicia celestial, arroja al infierno, con el divino poder, a Satanás y a los otros espíritus malignos que andan por el mundo tratando de perder a las almas. Amén 

Por las necesidades de la Iglesia y del Estado

Padre Nuestro, Avemaría, Gloria. 

Por la persona e intenciones del Señor Obispo de esta diócesis: Padre Nuestro, Avemaría, Gloria.

 Por las benditas ánimas del Purgatorio: Padre Nuestro, Avemaría. Descansen en paz. Amén.





Virgen María trono de sabiduría

 

La Virgen María: Trono de la Sabiduría Divina

Nuestra Señora de la Aurora

La palabra Sabiduría tiene en la Sagrada Escritura varios significados: en primer lugar la Sabiduría personal o subsistente, esto es, el Verbo Divino, y Jesucristo como Hombre, ya que en Él la Humanidad creada estaba unida a la Divinidad en unidad de persona; en segundo lugar, la Sabiduría impersonal, hábito o cualidad de los seres inteligentes, y por último, la Sabiduría, Don del Espíritu Santo.

Bajo estos tres significados la Virgen María es llamada y es verdaderamente Trono o Sede de la Sabiduría. El Evangelista Lucas concluye su Evangelio de la Infancia recordándonos que “Jesús progresaba en sabiduría, en estatura y en gracia ante Dios y ante los hombres” (Lc 2, 52). Cuando la contemplación nos brinda la posibilidad de adentrarnos en este pasaje podríamos formular en estos o en semejantes términos la misma pregunta que San John Henry Newman se hacía comentando este título de las Letanías:

“[…] si una intimidad con su Hijo tan cercana y continua produjo en ella una santidad inconcebiblemente grande, ¿no debió haber sido también grande, profundo, diversificado y completo, el conocimiento que obtuvo durante esos años al conversar con Él del presente, del pasado y del futuro, de modo que, aunque era una pobre mujer sin ventajas humanas, tuviese un conocimiento de la creación, del universo y de la historia que excediera al de los más grandes filósofos, un conocimiento teológico que superase al de los más grandes teólogos, y un discernimiento profético que aventajara al más favorecido de los profetas?”.

Y, sin embargo, puede que el ser Trono de la Sabiduría condujese a María no tanto a obtener la sabiduría de este mundo cuanto aquella otra sabiduría que “se justifica con sus hijos”; aquella Sabiduría divina que habla... “no al mundo, sino a sus hijos, o sea, los que ya están bajo su instrucción y que, conociendo su voz, comprenden sus palabras, y son jueces conforme a ellas” (J. H. Newman, Sermón Universitario IV, 1).

A las pruebas tendríamos que remitirnos. Si no, cómo cabría responder a un planteamiento como el que sigue: “¿Por qué nos sucede a menudo que no nos hallamos preparados para tomar parte en estas festividades, sino porque no somos lo bastante buenos, porque el dogma es en nosotros una mera noción teológica y no una imagen viviente dentro de nosotros?” (J. H. Newman, Gramática del Asentimiento). O entender este argumento:

“El hecho de la revelación es en sí mismo algo cuya verdad puede demostrarse; pero no por ello es irresistiblemente verdadero. Si no, ¿cómo es que hay quien, de hecho, se resiste? Existe una gran distancia entre lo que la revelación es en sí misma y lo que es para cada uno de nosotros. La luz es una cualidad de la materia, como la verdad lo es del cristianismo. Pero la luz no puede ser vista por los ciegos, y hay quienes no pueden ver la verdad, no porque la verdad tenga algún defecto, sino porque el defecto está en ellos mismos. No puedo convertir a nadie partiendo de presupuestos que ellos no me quieren conceder, y sin presupuestos nadie puede probar nada sobre nada” (J. H. Newman, Gramática del Asentimiento).

María es Trono de una Sabiduría que no tiene nada que ver con “una gran memoria” o con haber visto “mucho mundo”. La Sabiduría de la que es Trono María tiene más que ver con aquella otra Sabiduría con la que estaba adornada la Teología de los Santos Padres por la que los que la conocen a menudo experimentan “una viva sensación de crecimiento mental” (J. H. Newman, Sermón Universitario XIV, 17).

Dicho de un modo más directo pero inspirado en los Padres: Esa sabiduría pastoral que responda a la pluralidad de situaciones con la que podemos encontrarnos a diario (cf. Directorio para la Catequesis, 65). Para comprender bien las cosas conviene partir de un dato esencial: “La sabiduría es el último don del Espíritu, y la fe el primero” (J. H. Newman, Sermón Universitario XIV, 30). Y en ambas se da un elemento común especialmente necesario para el hombre: ambas se distinguen perfectamente de todo tipo de “estrechez de miras”. Fe y sabiduría tienen un alcance tan amplio que “no hay ningún tema que la fe activada por la caridad no pueda incluir en su ámbito, sobre el cual no pueda formar un juicio y al cual no pueda hacerse justicia” (J. H. Newman, Sermón Universitario XIV, 40).

No en vano “[…] la verdadera catolicidad, es decir, la plenitud del cristianismo, responde a todas las dimensiones de la indigencia de la naturaleza humana” (J. H. Newman, Sermón Universitario XIV, 45). De este modo se entiende con no poca claridad: “El hombre, al encontrar el amor de Dios en Cristo, no sólo experimenta lo que es realmente el amor, sino que igualmente experimenta de forma irrefutable que él, pecador y egoísta, no tiene el verdadero amor. Ambas cosas las experimenta en una: la finitud creatural del amor y su culpable entumecimiento” (H. Urs Von Balthasar, Sólo el amor es digno de fe).

Ya quisiéramos haber podido auscultar los pensamientos de la oración de Aquella que es el Trono de la Sabiduría y, sin embargo, con sus mismas palabras a buen seguro que en sus oraciones irían siempre entremezclados estos y otros pensamientos: “Sea siempre objeto de nuestra plegaria y de nuestros esfuerzos la apertura para captar el conjunto de los designios de Dios, y el crecimiento ‘hasta que alcancemos la talla de la plenitud de Cristo’ (Ef 4, 13). Que todo prejuicio, seguridad en nosotros mismos, doblez interior, falta de realismo, absolutismo y sectarismo queden lejos de nosotros, gracias a la luz de la sabiduría y al fuego de la fe y el amor. Hasta que veamos las cosas como Dios las ve, con el juicio de su Espíritu y conformes al sentir de Cristo” (J. H. Newman, Sermón Universitario XIV, 48).

© 2023 Nuestra Señora de la Aurora

Novena al Sagrado Corazón de Jesús

Imagen devocional del Sagrado Corazón de Jesús
Imagen devocional del Sagrado Corazón de Jesús que acompaña la novena única y profunda.

Novena al Sagrado Corazón de Jesús

Novena profunda y tradicional para la devoción al Sagrado Corazón de Jesús, con oraciones antiguas y reflexiones contemporáneas.

Día 1: El Amor del Corazón de Jesús

Oración antigua: “Oh dulcísimo Corazón de Jesús, manantial eterno de amor, en Ti confío y a Ti me entrego. Hazme digno de tu ternura.”

Señor Jesús, que me amaste hasta derramar tu Sangre, haz que mi corazón no sea de piedra ante tu llamado. Enséñame a amar como Tú, con entrega y sin medida, aun cuando cueste, aun cuando duela.

Jaculatoria: Sagrado Corazón de Jesús, haz mi corazón semejante al Tuyo.

Día 2: Corazón paciente en el dolor

Oración antigua: “Corazón doliente de Jesús, por el sufrimiento que soportaste por mí, hazme paciente en la tribulación y firme en la fe.”

Tu Corazón no maldijo cuando fue herido, ni huyó de la cruz. Enséñame a sufrir contigo, no como castigo, sino como medio de redención y unión. Que cada dolor sea semilla de esperanza.

Jaculatoria: Sagrado Corazón de Jesús, en la cruz me refugio.

Día 3: Corazón que perdona sin límite

Oración antigua: “Corazón amantísimo de Jesús, que perdonaste incluso a tus enemigos, enséñame a perdonar desde lo profundo del alma.”

Hoy dejo en tus manos todo rencor, toda herida. Dame la gracia de liberar a quienes me han herido, así como Tú me liberaste del peso del pecado. Que tu perdón me transforme.

Jaculatoria: Corazón de Jesús, fuente de perdón, sana mi alma.

Día 4: Corazón manso y humilde

Oración antigua: “Jesús, manso y humilde de Corazón, forma mi alma según tu dulzura. Vence mi orgullo con tu humildad divina.”

Hoy me postro ante Ti, renunciando a mis vanidades. Hazme pequeño en mi pensar y grande en el amar. Que tu humildad brille en mí como luz en medio del mundo.

Jaculatoria: Jesús manso y humilde, haz mi corazón semejante al tuyo.

Día 5: Corazón eucarístico

Oración antigua: “Corazón Sacratísimo de Jesús, oculto en el Sacramento del Altar, fortalece mi alma con tu presencia viva.”

Cada comunión es un milagro de amor. Que no me acostumbre jamás a tu presencia. Haz de mi corazón un sagrario viviente que te adore y te alabe, incluso en silencio.

Jaculatoria: Sagrado Corazón eucarístico, ven a morar en mí.

Día 6: Corazón encendido en caridad

Oración antigua: “Corazón ardiente de Jesús, inflama mi alma con la llama de tu caridad, para que viva para Ti y para los demás.”

El amor verdadero nace de Ti. Que no me detenga en palabras vacías, sino que sirva con entrega, ore con fuego y ame con todo lo que soy.

Jaculatoria: Enciende, Señor, mi corazón con tu caridad.

Día 7: Corazón que consuela

Oración antigua:Sagrado Corazón de Jesús, consuelo de los afligidos, sé mi consuelo en esta hora difícil.”

Nadie me comprende como Tú, Jesús. Vengo a Ti con mis angustias, mis soledades, mis noches oscuras. Abrázame. No quiero más respuestas, sino tu paz.

Jaculatoria: Corazón de Jesús, ñbálsamo de mi alma herida.3}

Día 8: Corazón fiel y protector

Oración antigua: “Jesús, refugio del pecador, no permitas que me aleje jamás de tu Corazón abierto.”

Guárdame, Señor, cuando el mundo me arrastre. Sé mi escudo, mi roca, mi fortaleza. Si me aparto, llámame. Si caigo, levántame.

Jaculatoria: Sagrado Corazón, sé mi refugio y mi salvación.

Día 9: Corazón Rey del Universo y de mi vida

Oración antigua: “Reina, oh Sagrado Corazón, en cada alma, en cada familia, en toda la tierra. Sé Tú nuestro único Rey.”

Hoy te corono, Señor, con mi vida. Reina en mis pensamientos, mis palabras, mis decisiones. Reina en mi familia, en mis dolores y alegrías. Sé el centro y el fin.

Jaculatoria: Sagrado Corazón de Jesús, reina por siempre en mi corazón.

Oración final para cada día:
Oh Jesús, por tu Corazón adorable te suplico esta gracia (mencionar intención).
Confío en tu promesa: “Venid a mí todos los que estáis fatigados... y os aliviaré.”
Haz de mi vida una ofrenda viva a tu Corazón.
Amén.

Novena al Sagrado Corazón de Jesús

Oraciones iniciales (para todos los días)

¡Oh Corazón divinísimo de mi amado Jesús, en quien la Santísima Trinidad depositó tesoros inmensos de celestiales gracias! Concédeme un corazón semejante al tuyo, y la gracia que te pido, si es para mayor gloria de Dios, tu sagrada devoción y el bien de mi alma. Amén.

 ¡Oh Corazón sacratísimo, dulcísimo y manso de Jesús, que, con ferventísimos deseos y ardentísimo amor, deseas corregir y desterrar la sequedad y tibieza, de nuestros corazones! Inflama y consume las maldades e imperfecciones del mío, para que se abrase en tu amor; dame la gracia de resarcir las injurias e ingratitudes hechas contra Ti, oh amantísimo Corazón, y la que te pido ahora, si es para mayor gloria de Dios, culto tuyo y bien de mi alma. Amén.

San Pablo VI

 

San Pablo VI  Papa

San Pablo VI  Papa


Este santo papa romano llamado Giovanni Battista Montini Alghisi, nació en Concesio en 1897. Fue ordenado sacerdote en 1920, estudió diplomacia en Roma, entrando a formar parte de la secretaría de Estado vaticana en 1923, tras un breve paso por la nunciatura de Varsovia. Como consiliario eclesiástico de la Federación Universitaria tomó parte en los conflictos de esta organización con el régimen de Mussolini.


Durante la Segunda Guerra Mundial llevó a cabo una importante labor al frente de la comisión pontificia de asistencia. Su tarea pastoral y sus tendencias renovadoras lo alejaron de la curia vaticana, siendo nombrado arzobispo de Milán en 1954. Fue el primer cardenal nombrado por el papa Juan XXIII, con quien colaboró estrechamente en la organización del Concilio Vaticano II. A la muerte del pontífice le sucedió como tal y dio continuidad a la renovación emprendida en la Iglesia.


En 1965 pronunció un importante discurso ante la Asamblea General de la ONU, hechos que constituyeron los primeros hitos de una serie de viajes pastorales en el marco de una amplia política ecuménica y de acercamiento a los problemas del mundo. Al final de su pontificado, dio muestras de ceder a las presiones de los sectores más conservadores y publica las encíclicas Sacerdotalis coelibatus y Humanae vitae, vistas por algunos como un retroceso frente a otras como Ecclesiam suam y Populorum progressio. 


Su inmediato sucesor fue Juan Pablo I, fallecido un mes después de su elección en 1978, tras lo cual se inició el pontificado del carismático Juan Pablo II.















Fuente:

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Credo

El Credo de los Apóstoles | Aoraciones
El Credo de los Apóstoles
El Credo de los Apóstoles

El Credo de los Apóstoles

Creo en Dios Padre, Todopoderoso, Creador del cielo y de la tierra.

Y en Jesucristo, su único Hijo, Nuestro Señor, que fue concebido por obra y gracia del Espíritu Santo, nació de Santa María Virgen;

padeció bajo el poder de Poncio Pilato, fue crucificado, muerto y sepultado, descendió a los infiernos;

al tercer día resucitó entre los muertos, subió a los cielos y está sentado a la derecha de Dios Padre, Todopoderoso;

desde allí vendrá a juzgar a vivos y a muertos.

Creo en el Espíritu Santo, la Santa Iglesia Católica, la comunión de los santos, el perdón de los pecados, la resurrección de la carne y la vida perdurable.

Amén.

Trabajar por la paz debemos empezar por nosotros

 

Trabajar por la paz debemos empezar por nosotros

Para trabajar por la paz debemos empezar por nosotros

Leyendo a Etty Hillesum hemos encontrado aportaciones que nos pueden ayudar en el momento actual ante una sociedad tan fragmentada.


  Esta vez, queremos invitaros a reflexionar sobre la paz en nuestro mundo y en nuestra sociedad. Estamos viviendo un tiempo de polarización y enfrentamiento, tanto en nuestra sociedad como en nuestro mundo, y es importante hablar sobre ello y ver cómo nos posicionamos en medio de la realidad y que es lo que decidimos proponer en nuestras predicaciones y en nuestro modo de actuar.


  Esto lo podemos ver en los enfrentamientos ideológicos actuales, en la división que se está produciendo desde la política y que está calando en la sociedad. Solo queremos construir la sociedad con los que comparten un mismo pensamiento, una misma ideología y se tiende a ver a los demás como enemigos. Dejamos los argumentos a un lado y nos dedicamos a ridiculizar, desprestigiar, despersonalizar... al diferente, al contrario. ¿No nos damos cuenta que si queremos construir una sociedad en la que todos tengan parte, la tenemos que construir entre todos?


  Esto lo podemos encontrar, igualmente, en los numerosos conflictos armados que se están dando en nuestro mundo, aparezcan o no en las noticias: Ucrania, Palestina, Sudán, Myanmar... y que están produciendo tantas muertes, desplazamientos y sufrimientos.


  Para esta reflexión, os ofrecemos el capítulo séptimo de la carta encíclica del papa Francisco, Fratelli Tutti, con un material para ayudar en su lectura y reflexión, junto a otro material que hemos preparado con algunas citas de Etty Hillesum que nos pueden ayudar. Etty Hillesum fue una mujer judía, que vivió la segunda guerra mundial y que murió en el campo de concentración de Auschwitz. Nos dejó unas reflexiones muy interesantes en sus diarios y cartas sobre el amor, la bondad, la belleza, etc., en un contexto en el que parece muy difícil encontrarlas; unas reflexiones que son muy válidas para los tiempos que estamos viviendo. Nos hubiese gustado poneros algunas otras consideraciones, pero tampoco queríamos que el material fuese demasiado extenso.


  Además, como en anteriores ocasiones, queremos ofreceros también una propuesta de oración para que las podáis realizar en las comunidades o con los grupos con los que hagamos camino.


  No queremos terminar esta breve presentación sin tener en cuenta a nuestros hermanos y hermanas de origen haitiano en el Seibo, República Dominicana, los cuales están siendo sometidos a violencia y a maltrato y están viendo conculcados sus derechos básicos. Estos, que no son acontecimientos sólo de estos días, sino que ya llevan tiempo sucediendo, nos tienen que llevar a decir basta, como gritó el gran santo, que hemos celebrado hace poco, Monseñor Oscar Arnulfo Romero. No podemos guardar silencio ante la conculcación de los derechos humanos. También queremos tener presente a toda la familia dominicana, dominicos y dominicas, que los acompañan y caminan a su lado.
















Fuente:

Fray Javier Aguilera OP

Promotor de Justicia y Paz y cuidado de la Creación

Dominicos - Provincia de Hispania

Oración de la mañana

 

Oración de la mañana


Oración de la mañana: abro mi corazón a tu presencia


Señor mío y Dios mío, en este momento abro mi corazón a tu presencia y me dispongo a recibir todo el poder que Tú me quieres dar, para usar en este día en cada una de las dimensiones de mi vida.

Te pido, Señor, que me permitas estar abierto a las sugerencias y comentarios que aquellos que me aman me hagan, quiero ser receptivo a sus comentarios para poder crecer.

También te pido que desde ya bendigas a las personas con las que voy a interactuar en esta jornada, para poder tener con ellas relaciones fructíferas que nos den a todos el ambiente que necesitamos para seguir creciendo.

También te pido que me ayudes a controlar mis emociones en los momentos en que éstas me vayan a hacer equivocarme o fallar.

Refuerza mi corazón con una efusión de Espíritu Santo, para que sea tuyo total y plenamente.🌼

Amén.


🛐 Padre Dios, aléjanos del chisme y de sus tentaciones, también de prestar atención a las críticas y de darle a quienes los usan el poder de perturbarnos.

Señor, te ruego que pases tus manos sanadoras por todo aquel que sienta dolor y esté enfermo.

Gracias, Señor, gracias. Amén.


 FELIZ Y BENDECIDO LUNES EN LAS MANOS DE DIOS.

San Agustín de Canterbury

 

San Agustín de Canterbury Primer Arzobispo de Canterbury


San Agustín de Canterbury Primer Arzobispo de Canterbury


Este santo es considerado uno de los más grandes evangelizadores, al lado de San Patricio de Irlanda y San Bonifacio en Alemania. Tiene el gran mérito de haber dirigido la evangelización de Inglaterra.


Era superior del convento benedictino de Roma, cuando el Sumo Pontífice San Gregorio Magno se le ocurrió en el año 596 tratar de evangelizar a la isla de Inglaterra que era pagana. Conociendo el espíritu generoso y emprendedor de Agustín, que no se acobardaba ante ninguna dificultad, el Papa lo envió con 39 monjes más a tratar de convertir a esos paganos sajones.


En el año 597 salió de Roma encabezando el grupo de cuarenta monjes. Se detuvo en la isla de Lérins. Aquí le hablaron del temperamento belicoso de los sajones, y esto lo aterró hasta el punto de hacerlo regresar a Roma a pedirle al Papa que le cambiara de programa. Para animarlo, Gregorio lo nombró abad y poco después, casi para hacerle dar el paso definitivo, tan pronto llegó a Galia, lo hizo consagrar obispo. Continuó su viaje con breves etapas. Finalmente llegó a la isla británica de Thenet, a donde el rey fue personalmente a darle la bienvenida, por invitación de su piadosa esposa.


Para todos fue una feliz sorpresa. El rey acompañó a los monjes hasta la residencia que le habían preparado en Canterbury, a mitad de camino entre Londres y el mar, en donde se levantó la célebre abadía que después llevará el nombre de Agustín, corazón y sagrario del cristianismo inglés; y fue el mismo rey quien pidió el bautismo, llevando con su ejemplo a miles de súbditos a abrazar la religión cristiana.


El Papa se alegró con la noticia que llegó a Roma, y expresó su satisfacción en las cartas escritas a Agustín y a la reina. El santo misionero murió el 26 de mayo del 604 y fue enterrado en Canterbury en la iglesia que lleva su nombre.







Fuente:

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Evangelio de hoy

Evangelio de hoy
 

Evangelio de hoy Mt 28, 16-20 

• Bautizados en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo.


En aquel tiempo, los once discípulos se fueron a Galilea, al monte que Jesús les había indicado.

Al verlo, ellos se postraron, pero algunos dudaron.

Acercándose a ellos, Jesús les dijo:

«Se me ha dado todo poder en el cielo y en la tierra. Id, pues, y haced discípulos a todos los pueblos, bautizándolos en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo; enseñándoles a guardar todo lo que os he mandado. Y sabed que yo estoy con vosotros todos los días, hasta el final de los tiempos».


Palabra del Señor🙏🏼

Oración de la noche

 
Oración de la noche

Oración de la Noche: Unidos en la Paz de Cristo

Una oración profunda para cerrar el día en unidad con Jesús, acompañada de un salmo y un pasaje del evangelio para meditar antes de dormir.

Oh mi Adorable JESÚS,

Que nuestros pies vayan juntos, que nuestras manos recojan unidas, que nuestros corazones latan al unísono, que nuestro interior sienta lo mismo, que el pensamiento de nuestras mentes sea uno, que nuestros oídos escuchen juntos el silencio, que nuestras miradas se compenetren profundamente fundiéndose la una en la otra, y que nuestros labios supliquen juntos al ETERNO PADRE, para alcanzar misericordia. Amén.

Salmo 4: Paz y Confianza en Dios

"En paz me acostaré y asimismo dormiré; porque sólo tú, Señor, me haces vivir confiado." (Salmo 4:8)

Que esta promesa de paz divina inunde nuestro ser esta noche, disipando toda ansiedad y temor, y que el descanso sea un regalo de la gracia de Dios para renovar nuestras fuerzas.

Evangelio de San Juan 14:27

"La paz os dejo, mi paz os doy; yo no os la doy como el mundo la da. No se turbe vuestro corazón, ni tenga miedo."

Jesús nos regala una paz que sobrepasa todo entendimiento, una paz que permanece firme en medio de las tormentas. Al confiar en Él, nuestro descanso será verdadero y nuestra noche llena de bendición.

Santa Noche, que el amor de Cristo nos envuelva y nos guíe hasta el amanecer, para que cada nuevo día florezca en esperanza y fe renovada.

Publicado el