
Rosario de los 100 Réquiem (en latín, "descanso") por las Almas del Purgatorio
Rosario de intercesión por las almas del Purgatorio, según la tradición de Santa Catalina de Bolonia, con plegarias, instrucciones y el Salmo 130.
Santa Catalina de Bolonia dejó escrito que muchas veces se obtiene más fácilmente las gracias que deseamos por medio de las almas buenas que están en el purgatorio, que por la intercesión de los santos.
Instrucciones para rezar el Rosario
Para rezar el rosario se puede utilizar un rosario común (dos veces). Después de la señal de la cruz e invocando el auxilio del Espíritu Santo para hacer con fruto esta oración, se comienza con la siguiente invocación:
“Animas santas, ánimas que están purgando, rueguen a Dios por mí; que yo rogaré por ustedes, a fin de que cuanto antes se les conceda la gloria del Paraíso Celestial.”
En las cuentas grandes
- Un Padrenuestro
- Un Avemaría
- Un Gloria
En las cuentas chicas (10 veces)
“Dales, Señor, el descanso eterno y brille sobre ellas la luz que no tiene fin.”
Terminada la primera decena, se repite la cuenta grande y las diez cuentas chicas hasta completar 10 decenas (dos rosarios), es decir, los 100 Réquiem.
Salmo 130 (129)
Canto de peregrinación.
Desde lo más profundo clamo a ti, Señor;
¡Señor, oye mi voz!
Estén tus oídos atentos al clamor de mi plegaria.
Si tienes en cuenta las culpas, Señor, ¿quién podrá subsistir?
Pero en ti se encuentra el perdón, para que seas temido.
Mi alma espera en el Señor, y yo confío en su palabra.
Mi alma espera al Señor, más que el centinela la aurora.
Como el centinela espera la aurora, espere Israel al Señor,
porque en él se encuentra la misericordia y la redención en abundancia:
él redimirá a Israel de todos sus pecados.
Gloria al Padre, al Hijo, etc.
Dales, Señor, el descanso eterno, brille para ellas la luz que no tiene fin.
De las puertas del infierno libra, Señor, sus almas, descansen en paz. Amén.
O también se puede terminar con un Padrenuestro y con otro Réquiem al final:
“Dales, Señor, el descanso eterno y brille sobre ellas la luz que no tiene fin.”