Aoraciones: junio 2024

Oración del Papa León Xlll a San Miguel arcángel

 

Oración del Papa León Xlll a San Miguel arcángel

Oración del Papa León Xlll a San Miguel arcángel 

San Miguel Arcángel, defiéndenos en la batalla. Sé nuestro amparo contra la perversidad y acechanzas del demonio. Reprímale Dios, pedimos súplicantes Y tú, Príncipe de la Milicia Celestial, arroja al infierno con el divino poder a satanás, y a los otros espíritus malignos que andan dispersos por el mundo para la perdición de las almas. Amén

San Antonio de Padua

 

San Antonio de Padua


San Antonio de Padua: Fernando de Bulloes y Taveira de Azevedo


Este santo que se llamaba originalmente Fernando de Bulloes y Taveira de Azevedo nació en Lisboa, Portugal, en 1195; a los 15 años ingresó a los Canónigos Regulares de San Agustín, pero diez años después ingresó a los Frailes Menores Franciscanos donde a los 25 años adoptó el nombre de Antonio. 

Tenía voz clara y fuerte, memoria prodigiosa y un profundo conocimiento, el espíritu de profecía y un extraordinario don de milagros. Como era un gran predicador lo mandaron como misionero por numerosas ciudades por Italia y Francia. 

San Antonio de Padua - Aoraciones


Convirtió a muchos pecadores sobre todo con su buen ejemplo. Cuentan que mientras oraba en su habitación se le apareció Jesús, le puso las manitas al cuello y lo besó. Antonio recibió esta gracia extraordinaria por que mantuvo su alma limpia incluso del más mínimo pecado y amaba mucho a Jesús.


Cuando Antonio enfermó se retiró a un monasterio en las afueras de Padua, donde murió a la edad de 36 años, el 13 de Junio de 1231. Sucedieron muchos milagros después de su muerte, y su fama de obrar actos prodigiosos nunca ha disminuido por lo que en la actualidad es reconocido como el más grande taumaturgo de todos los tiempos, y se le llama el “Santo de los milagros".


Treinta y dos años después cuando sus restos fueron trasladados a Padua, se encontró íntegramente conservada la lengua, mientras que el cuerpo estaba aniquilado. El entusiasmo popular ha hecho que San Antonio, sea reconocido por los fieles de todo el mundo como el "Santo Universal"; y fue el franciscano, San Buenaventura, quien dijo: "Acude con confianza a Antonio, que hace milagros, y él te conseguirá lo que buscas."


El Papa Gregorio IX lo canonizó menos de un año después de su muerte en Pentecostés el 30 de Mayo de 1232.


Oración al Arcángel Zadquiel

 

La oración al Arcángel Zadquiel significa buscar misericordia y perdón


La oración al Arcángel Zadquiel significa buscar misericordia y perdón

 Este arcángel ayuda a liberar el dolor emocional, a perdonar a otros y a uno mismo, y a transformar la negatividad en positividad.

“Arcángel Zadquiel, protector divino, guía mi camino y líbrame de cualquier peligro. En tu nombre pido protección contra las energías negativas que puedan rodearme.”

“Arcángel Zadquiel, envuelve mi hogar y a mi familia en tu manto de protección. Ayúdame a sanar las heridas emocionales y encontrar la paz en mi corazón.”

“En tu nombre, Arcángel Zadquiel, libero el dolor del pasado y abro mi corazón a la sanación. Guíame en mi camino espiritual y ayúdame a crecer en sabiduría y amor.”

“En tu nombre, Arcángel Zadquiel, transforma mis pensamientos y emociones negativas en positivas. Te doy gracias por tu presencia amorosa y por las bendiciones que has traído a mi vida."

“Arcángel Zadquiel, enséñame a ser compasivo y misericordioso con los demás, así como tú lo eres conmigo. En tu nombre, derrama tu compasión sobre aquellos que sufren.”

“Arcángel Zadquiel, interviene en situaciones de conflicto y ayuda a encontrar soluciones pacíficas. Invocamos tu energía para transformar la discordia en armonía.”

“Arcángel Zadquiel, extiende tu influencia sanadora a todo el mundo y ayuda a traer paz y unidad. Rezamos por un mundo lleno de amor y comprensión mutua.”


“Arcángel Zadquiel, ángel de la misericordia, ayúdame a encontrar el perdón en mi corazón. Libérame de las cadenas del rencor y guíame hacia una vida de paz y comprensión. Amén.”



 "Oh, amado Arcángel Zadquiel, Vengo ante ti con el corazón abierto y lleno de esperanza. Te pido que me ayudes a encontrar el amor verdadero, un amor que sea puro, duradero y que me llene de felicidad. Abre mi corazón para que pueda recibir el amor y ser capaz de darlo también. Ayúdame a eliminar de mi mente y de mi corazón cualquier pensamiento o sentimiento negativo que pueda estar bloqueando el amor. Llena mi corazón de paz, alegría y compasión. Guíame para que pueda encontrar a la persona indicada para mí, alguien con quien pueda compartir mi vida y construir un futuro juntos. Te pido que me ayudes a ser paciente y a tener fe en que el amor llegará a mi vida en el momento perfecto. Gracias por tu amor y tu guía.



 

Evangelio de hoy: Bienaventurados los pobres de espíritu

 


Evangelio de hoy Mt 5, 1-12


 Bienaventurados los pobres de espíritu.


En aquel tiempo, al ver Jesús el gentío, subió a la montaña, se sentó, y se acercaron sus discípulos; y él se puso a hablar, enseñándoles:

«Dichosos los pobres en el espíritu, porque de ellos es el reino de los cielos.

Dichosos los que lloran, porque ellos serán consolados.

Dichosos los sufridos, porque ellos heredarán la tierra.

Dichosos los que tienen hambre y sed de la justicia, porque ellos quedarán saciados.

Dichosos los misericordiosos, porque ellos alcanzarán la misericordia.

Dichosos los limpios de corazón, porque ellos verán a Dios.

Dichosos los que trabajan por la paz, porque ellos se llamarán los Hijos de Dios.

Dichosos los perseguidos por causa de la justicia, porque de ellos es el reino de los cielos.

Dichosos vosotros cuando os insulten y os persigan y os calumnien de cualquier modo por mi causa. Estad alegres y contentos, porque vuestra recompensa será grande en el cielo, que de la misma manera persiguieron a los profetas anteriores a vosotros.»


Palabra del Señor🙏🏼

Oración a San José

 
Oración a San José Patrono de la Adopción Espiritual


Oración a San José Patrono de la Adopción Espiritual

 Hoy miércoles Josefino

Padre Eterno, en tu infinita sabiduría y bondad elegiste a San José como padre adoptivo de tu Hijo.

Te adoró y te sirvió en Jesús, a quien le confiaste el cuidado de su vida.

Dame la Gracia de imitar a San José, siguiendo los caminos de tu sabia providencia y confiando en tu conducción.

Concédeme el espíritu de oración y de silencio que admiramos en él.

San José, Padre de la Sagrada Familia de Nazaret, Protector de la Iglesia, Patrono de Adopción Espiritual, te imploro un gran amor a Jesús y a María, que pueda amarlos como tú los amas, que mi vida se desarrolle entre la oración y el trabajo, como la tuya. 

También te pido que intercedas por los papas del niño que adoptaré espiritualmente a partir de mañana para que tengan la valentia de defender la vida de su hijo, como lo hiciste tú con Jesus, salvándolo de la matanza de Herodes.

Amén.

Santa Faustina y su devoción continua al Glorioso San José

Santa Faustina y su Devoción Continua al Glorioso Patriarca San José

Entre las páginas del Diario de Santa Faustina Kowalska, el Apóstol de la Divina Misericordia, se revela su vínculo profundo con San José, no solo como Patrono de la Congregación de las Hermanas de la Santísima Virgen María de la Misericordia, sino como su protector personal. En San José, Santa Faustina descubrió una ayuda incomparable en su misión, un apoyo del que nunca se sintió privada.

En el III Cuaderno de su Diario, un acontecimiento marcó fuertemente la devoción de la santa polaca a San José. Santa Faustina escribió:

“San José me ha pedido que tenga hacia él una devoción continua. Él mismo me ha dicho que diga tres oraciones todos los días junto con el ‘Memorare’. Me ha mirado con gran cordialidad, me ha mostrado cuánto apoya esta obra y me ha prometido una ayuda muy especial.”

Esta experiencia muestra cómo la intercesión de San José puede sostener nuestra vida espiritual y las obras que realizamos para la gloria de Dios, invitándonos a una confianza filial y a cultivar una relación viva con este gran protector de las almas.

Evangelio de hoy

 

Evangelio de hoy  - Aoraciones


Evangelio de hoy (11,27-33)

Lectura del Santo evangelio según San Marcos

En aquel tiempo, Jesús y los discípulos volvieron a Jerusalén y, mientras paseaba por el templo, se le acercaron los sumos sacerdotes, los escribas y los ancianos y le preguntaron: «¿Con qué autoridad haces esto? ¿Quién te ha dado semejante autoridad?»

Jesús les respondió: «Os voy a hacer una pregunta y, si me contestáis, os diré con qué autoridad hago esto: El bautismo de Juan ¿era cosa de Dios o de los hombres? Contestadme.»

Se pusieron a deliberar: «Si decimos que es de Dios, dirá: «¿Y por qué no le habéis creído?» Pero como digamos que es de los hombres…» (Temían a la gente, porque todo el mundo estaba convencido de que Juan era un profeta.)

Y respondieron a Jesús: «No sabemos.»

Jesús les replicó: «Pues tampoco yo os digo con qué autoridad hago esto.»


Palabra del Señor🙏🏼

Devoción de la Marina a la Virgen del Carmen

 

Devoción de la Marina a la Virgen del Carmen


Devoción de la Marina a la Virgen del Carmen: Versos a la Virgen Marinera

A devoción de la Marina a la Virgen del Carmen es muy antigua. Sabemos que desde la Edad Media en todos los pueblos y ciudades de la costa española se le rinde culto religioso en las procesiones y romerías marítimas que portan su imagen. En abril de 1901, la reina regente doña María Cristina proclamó a la Virgen del Carmen patrona de la Marina española, declarando el 16 de julio como el día en que la Iglesia celebra su liturgia. Desde muy antiguo tiene acreditado su oficio y menester de marinera nuestra Señora.

Para la Armada española la Virgen es la expresión y manifestación de su gran devoción, ya que es patrona del mar y de su Marina. Tras la victoria de Lepanto la devoción mariana se extendió a países de Europa y América, estando íntimamente unida a Hispanoamérica a través de los misioneros españoles en su colonización. Pero es en muestro país donde más arraigada se encuentra esta advocación.

Una de las primeras citas, rigurosamente histórica, referente al culto mariano la encontramos en Fernández. Duro repetidas veces:

«…en la tarde del 11 de octubre, víspera del hallazgo de tierra deseada habían cantado las tripulaciones, a la ocasión la Salve de costumbre… y entre las prácticas religiosas de las naves figuraba la oración por la mañana y tarde…»

La liturgia y la tradición mariana usan con frecuencia gozosa la metáfora y la alegoría de la Virgen marinera. San Bernardo, cantor del Dulce Nombre de María, sienta la equivalencia de este nombre con el Stella Maris 

«estrella del mar».

 Ella siempre nos acompaña y protege de las adversidades y zozobras de la vida. «Estrella de la mar, puerto de folgura», la llama el Arcipreste de Hita. 

«Buen tiempo, mar tranquila, dulce puerto», 

nos presagia en el verso a la Virgen Santísima Pedro de Espinosa. Juan Jáuregui la ve en su obra poética Rimas Sacras como 

«Norte que de las ondas  se retira, sin ver jamás en ellas triste ocaso». 

Ella «va originando las espumas de piélagos de gracia», en el decir suntuoso y decorado en la poesía del conde de Villamediana. Lope de Vega, cantando a la «Virgen del Mar, Estrella Tramontana», nos regala la delicia de estos versos, que tienen el movimiento y el aire marino de aguas navegadas:

«Voy en las alas de la mar furiosa, con roto barco y con mojadas velas, fluctuando, a morir peligro claro. Tú contra las sirenas torre hermosa, y el canto en que disfrazan sus cautelas, eres del mundo esclarecido faro, de las nubes amparo, porque la luz en el extremo ardía, esos brazos, María.»

Cervantes, cercado por las aguas de la adversidad, implora a Nuestra Señora:

«Sed Vos aquí la estrella que en este mar insano mi pobre barca guíe y de tantos peligros la desvié.»

Pero ninguno quizá como fray Luis de León clama a la Virgen marinera con más angustiada y conmovida voz de náufrago, metido en el mar temeroso de su tribulación:

«Virgen, lucero amado, en mar tempestuoso claro guía, a cuyo santo rayo calla el viento: mil ondas a porfía, hunden en el abismo un desarmado leño de vela y remo.»

Una antigua canción predecesora de la Salve Marinera se cantaba en el siglo xIII, aunque no parece que se conociera mucho entre las dotaciones y gentes de la mar:

Salva nos Stella Maris et Regina Caelorum, Qua pura Deum parís Salva nos Stella Maris Et per rubum signaris, Nesciens viri torum; Salva nos Stella Maris Et Regina Caelorum. 

El Ave Maris Stella de Cristóbal de Castillejo (siglo xv) se cantaba en las naves de la Armada de 1769. Dice así:

«Clara estrella del mar dichosa puerta del cielo madre de nuestro consuelo, Virgen nacida sin par. Reina bienaventurada de todos consolación en todo tiempo y sazón. Más, gracia singular las rodillas por el suelo,pedimos vuestro consuelo mientras estamos en la mar.»

La Marina española ha sido y es cabeza de esta devoción y patronazgo de las distintas instituciones, que mantienen vivas sus tradiciones y proclaman a la Virgen del Carmen marinera por excelencia, designándola Capitana y Generala de los mares. Raro es el marino que no deje asomar por entre el escote, tostado de yodo y de sal, la medalla o el escapulario de la Virgen del Carmen, y rara es también la dotación del buque que antes de hacerse a la mar no ofrece o reza una plegaria a su patrona, pidiéndole buenos vientos y buenos mares durante su travesía marinera. Pocos sabrán rezar mejor que estos arraigados hombres de la mar que rinden su amor y su devoción a su Virgen marinera.

En todo nuestro litoral y pueblos marineros existen santuarios y ermitas que iluminan y acompañan al navegante y esperan su arribada a puerto. Basta decir que cada uno de nosotros, navegantes, tenemos bien sabido, como el poeta:

«Que tú nos salvarás, ¡oh, marinera Virgen del Carmen!, cuando la escollera parta la frente en dos de mi navío.»

Por último, sirvan estas pequeñas y modestas consideraciones como expresión de reconocimiento y fervorosa devoción de todos los hombres de la mar a su patrona, la Virgen del Carmen.


La Visitación de la Virgen María a su prima Santa Isabel

 

La Visitación de la Virgen María a su prima Santa Isabel

La Visitación de la Virgen María a su prima Santa Isabel

“Vuelve tus ojos a la Virgen y contempla cómo vive la virtud de la lealtad. Cuando la necesita Isabel, dice el Evangelio que acude cum festinatione —con prisa alegre.”

Acompaña a María

Acompaña con gozo a José y a Santa María... y escucharás tradiciones de la Casa de David. Oirás hablar de Isabel y de Zacarías, te enternecerás ante el amor purísimo de José, y latirá fuertemente tu corazón cada vez que nombren al Niño que nacerá en Belén.

Caminamos apresuradamente hacia las montañas, hasta un pueblo de la tribu de Judá. (Lucas 1, 39)

Llegamos. Es la casa donde va a nacer Juan, el Bautista.

Isabel aclama, agradecida, a la Madre de su Redentor: “¡Bendita tú eres entre todas las mujeres, y bendito es el fruto de tu vientre! ¿De dónde a mí tanto bien, que venga la Madre de mi Señor a visitarme?” (Lucas 1, 42-43)

El Bautista nonato se estremece... (Lucas 1, 41) La humildad de María se vierte en el Magníficat.

Segundo Misterio Gozoso del Santo Rosario

“Bienaventurada eres porque has creído”, dice Isabel a nuestra Madre. La unión con Dios, la vida sobrenatural, comporta siempre la práctica atractiva de las virtudes humanas: María lleva la alegría al hogar de su prima, porque “lleva” a Cristo.

María, Maestra de Fe

¡Bienaventurada tú, que has creído!, así la saluda Isabel, su prima, cuando Nuestra Señora sube a la montaña para visitarla. Había sido maravilloso aquel acto de fe de Santa María: “He aquí la esclava del Señor; hágase en mí según tu palabra.”

La paz de sabernos amados por nuestro Padre Dios, incorporados a Cristo, protegidos por la Virgen Santa María, amparados por San José. Esa es la gran luz que ilumina nuestras vidas y que, entre las dificultades y miserias personales, nos impulsa a proseguir adelante animosos.

Cada hogar cristiano debería ser un remanso de serenidad, en el que, por encima de las pequeñas contradicciones diarias, se perciba un cariño hondo y sincero, una tranquilidad profunda, fruto de una fe real y vivida.

Reflexión inspirada en “Es Cristo que pasa”.

Evangelio de hoy: Marcó 14. Éste es mí cuerpo. Está es mí sangre.



Evangelio del Día: Última Cena y Fiesta del Corpus Christi

Lectura del Evangelio según San Marcos 14

“Esto es mi cuerpo. Ésta es mi sangre.”

El primer día de los Ázimos, cuando se sacrificaba el cordero pascual, le dijeron a Jesús sus discípulos:

— ¿Dónde quieres que vayamos a prepararte la cena de Pascua?
Él envió a dos discípulos, diciéndoles:
— Id a la ciudad, encontraréis un hombre que lleva un cántaro de agua; seguidlo y, en la casa en que entre, decidle al dueño: «El Maestro pregunta: ¿Dónde está la habitación en que voy a comer la Pascua con mis discípulos?»
Os enseñará una sala grande en el piso de arriba, arreglada con divanes. Preparadnos allí la cena.

Los discípulos se marcharon, llegaron a la ciudad, encontraron lo que les había dicho y prepararon la cena de Pascua.

Mientras comían, Jesús tomó un pan, pronunció la bendición, lo partió y se lo dio, diciendo:

— Tomad, esto es mi cuerpo.

Cogiendo una copa, pronunció la acción de gracias, se la dio, y todos bebieron. Y les dijo:

— Ésta es mi sangre, sangre de la alianza, derramada por todos. Os aseguro que no volveré a beber del fruto de la vid hasta el día que beba el vino nuevo en el reino de Dios.

Después de cantar el salmo, salieron para el monte de los Olivos.

Palabra del Señor.


Oración de la Mañana - Fiesta del Corpus Christi

Querido Dios, en esta mañana vengo ante Ti con un corazón humilde y lleno de fe. Te pido que me liberes de la ansiedad y del pánico que a veces me abruman. Ayúdame a confiar en que mi futuro está en tus manos amorosas y sabias.

Hoy celebramos el Corpus Christi, en el Evangelio de hoy, nos dice el milagro de amor que nos diste en la Eucaristía. Recordamos con gratitud el regalo de tu Cuerpo y Sangre, que nos ofreces en cada misa.

Este sacramento es signo de tu presencia real entre nosotros, una fuente inagotable de gracia y sanación. Ayúdame a entender la importancia de este día y a valorar profundamente la Eucaristía.

Que mi corazón se llene de reverencia y amor cada vez que me acerque a recibirte. Te pido que me des la fuerza para ir a adorarte y visitarte en el Santísimo Sacramento. En tu presencia, sé que puedo encontrar la paz y la sanación que mi alma necesita.

Señor, en esta fiesta del Corpus Christi, renueva mi fe y mi amor por Ti. Que cada visita a tu altar sea una oportunidad para crecer en santidad y experimentar tu amor sanador. Líbrame de mis miedos y ayúdame a vivir este día con gratitud y alegría.

Te lo pido en el nombre de Jesús, tu Hijo amado, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo, Dios por los siglos de los siglos. Amén.


📍Domingo, 3 de Junio de 2024

📖 “El que come mi carne y bebe mi sangre permanece en mí y yo en él.” (Juan 6, 56)


Publicado por: Claret Coromoto | Fuente: Aoraciones

Oración de la Mañana

 

Oración de la Mañana


 Oración de la Mañana: Querido Dios


Querido Dios, en esta mañana, vengo ante Ti con un corazón humilde y lleno de fe. Te pido que me liberes de la ansiedad y del pánico que a veces me abruman. Ayúdame a confiar en que mi futuro está en tus manos amorosas y sabias. Que tu paz, que sobrepasa todo entendimiento, llene mi mente y mi corazón, disipando cualquier temor. Hoy celebramos la fiesta del Corpus Christi, el milagro de amor que nos diste en la Eucaristía. Recordamos con gratitud el regalo de tu Cuerpo y Sangre, que nos ofreces en cada misa.


Este sacramento es un signo de tu presencia real entre nosotros, una fuente inagotable de gracia y sanación. Ayúdame a entender la importancia de este día y a valorar profundamente la Eucaristía. Que mi corazón se llene de reverencia y amor cada vez que me acerque a recibirte. Te pido que me des la fuerza y la determinación para ir a adorarte y visitarte en el Santísimo Sacramento. En tu presencia, sé que puedo encontrar la paz y la sanación que mi alma necesita.


Señor, en esta fiesta del Corpus Christi, renueva mi fe y mi amor por Ti. Que cada visita a tu altar sea una oportunidad para crecer en santidad y para experimentar tu amor sanador. Líbrame de mis miedos y ayúdame a vivir este día con gratitud y alegría, consciente de tu presencia constante en mi vida. Te lo pido en el nombre de Jesús, tu Hijo amado, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo, Dios por los siglos de los siglos. Amén🙏🏼


📍Domingo, 2 de Junio de 2024📍


📖El que come mi carne y bebe mi sangre permanece en mí y yo en él.

Juan 6:56🕊

Oración de Reparación al Inmaculado Corazón de Maria

 

Oración de Reparación al Inmaculado Corazón de Maria


Oración de Reparación al Inmaculado Corazón de Maria, que se realiza todos los sábados de mes


¡Oh Inmaculado Corazón de María, traspasado de dolor por las injurias con que los pecadores ultrajan vuestro santísimo Nombre y vuestras excelsas prerrogativas! Aquí tenéis postrado a vuestros pies, un indigno hijo vuestro, que, agobiado por el peso de sus propias culpas, viene arrepentido y lloroso, y con ánimo de resarcir las injurias que, a modo de penetrantes flechas dirigen contra Vos hombres insolentes y malvados. Deseo reparar con este acto de amor y rendimiento, que hago delante de vuestro amantísimo Corazón, todas las blasfemias que se lanzan contra vuestro augusto Nombre, todos los agravios que se infieren a vuestras excelsas prerrogativas y todas las ingratitudes con que los hombres corresponden a vuestro maternal amor e inagotable misericordia. Aceptad, oh Corazón Inmaculado esta pequeña demostración de mi filial cariño y justo reconocimiento, junto con el firme propósito que hago de seros fiel en adelante, de salir por vuestra honra cuando la vea ultrajada y de propagar vuestro culto y vuestras glorias. Concededme, oh Corazón amabilísimo, que viva y crezca incesantemente en vuestro santo amor, hasta verlo consumado en la gloria. Amén.

Oración de la mañana al Sagrado Corazón de Jesús

Oración de la mañana al Sagrado Corazón de Jesús

Oración de la Mañana al Sagrado Corazón de Jesús

Comienza tu día con fe, amor y esperanza en el Sagrado Corazón de Jesús.

Sagrado Corazón de Jesús, te doy gracias por el don de un nuevo amanecer. Te ofrezco mi primer suspiro de este día, mi pensamiento y mi corazón. Me consagro a Ti con amor y, unido a tu Santo Sacrificio del Altar, me entrego a Dios Padre con todo lo que soy: mis trabajos, mis oraciones, mis sufrimientos y mis alegrías.

Recíbelos, Señor, en reparación de mis pecados y por la venida de Tu Reino a nuestros corazones. Te adoro con reverencia, Sagrado Corazón de Jesús, y te amo con todo mi ser.

Gracias, Dios mío, por haberme creado, por hacerme tu hijo y por protegerme durante la noche. Todo lo que hoy haga, piense o diga, deseo ofrecerlo según Tu santa voluntad, para mayor gloria tuya.

Presérvame del pecado y líbrame de todo mal. Que tu gracia me acompañe y me fortalezca en cada momento del día.

Sagrado Corazón de Jesús, en Ti confío.

Amén.