Aoraciones

Oración a Jesucristo Nuestro Sumo y Eterno Sacerdote

Señor Jesucristo nuestro Sumo Sacerdote - Aoraciones
Señor Jesucristo, nuestro Sumo Sacerdote — Aoraciones

Oración a Jesucristo, Sumo y Eterno Sacerdote

Señor Jesucristo, Sumo y Eterno Sacerdote, que ofreciste al Padre el sacrificio perfecto en la cruz y nos diste la Eucaristía como memorial de tu entrega, te adoramos y bendecimos con todo el fervor de nuestro corazón.

Tú que fuiste ungido por el Espíritu Santo y enviado a anunciar la Buena Nueva a los pobres, a sanar los corazones heridos y a liberar a los oprimidos, extiende hoy tu bendición sobre todos los sacerdotes del mundo, tus ministros y servidores.

Fortalece, Señor, a quienes has llamado a compartir tu sacerdocio. Que vivan en fidelidad, castidad y entrega total, transformando el pan y el vino en tu Cuerpo y tu Sangre, y transformando también sus vidas en hostias vivas por amor a tu pueblo.

Oh Jesús Sacerdote Eterno, consérvalos en la santidad de tus llagas, protégelos con el manto de tu Madre Inmaculada y líbralos de todo mal, tentación o escándalo. Que ardan en celo apostólico y sean siempre puentes entre el cielo y la tierra.

Te pedimos, Señor, que suscites nuevas vocaciones sacerdotales, generosas, humildes y fieles. Mueve los corazones de los jóvenes para que, al escuchar tu llamado, respondan con un “sí” lleno de amor y confianza, como el de María.

Jesucristo, Sacerdote y Víctima, haznos comprender la grandeza del sacerdocio y ayúdanos a sostener a nuestros pastores con la oración, el afecto y el respeto. Que sepamos reconocer en ellos a hombres escogidos por Ti para guiarnos hacia el Reino.

Te adoramos, Señor, en todos los Sagrarios del mundo, donde permaneces como Pan Vivo para alimentar nuestra alma. Haznos también a nosotros ofrenda agradable al Padre, viviendo en caridad, obediencia y comunión contigo.

Amén.

Escrita por Claret Coromoto para Aoraciones — https://aoraciones.blogspot.com/

Oración para Todos los Días

 

✨ Actos para Todos los Días

Oración devocional diaria por las Benditas Ánimas del Purgatorio

¡Te adoro, Dios mío, Santísima Trinidad, Padre, Hijo y Espíritu Santo, tres personas y un solo Dios!

Me humillo en el abismo de mi nada, bajo los ojos de tu infinita majestad. Creo firmemente en todo lo que te dignaste enseñar a través de la Sagrada Escritura y tu santa Iglesia; creo porque Tú lo has revelado y estoy dispuesto a dar mil veces mi vida por esta creencia.

Pongo toda mi esperanza en Ti: todo lo bueno que hay en mí, ya sea espiritual o temporal, en esta como en la otra vida, es solo de Ti que espero, por los méritos de Jesucristo, mi Dios, mi vida, mi única esperanza.

Te amo, bondad infinita, con toda la ternura de mi corazón, porque te mereces todo mi amor. ¡Ojalá pudiera amarte como los ángeles, los santos y todos los justos te aman! Aúno mi amor, aunque muy débil, con el amor que todos los santos te consagran a Ti, a María y a Jesús.

Oh Dios mío, soberano bien, infinitamente digno de ser amado y servido, lamento mucho haberte ofendido; me arrepiento de todos mis pecados; los odio con todas mis fuerzas y más que todos los males. De ahora en adelante estoy resuelto a morir antes que consentir en lo más mínimo que te desagrade.

En tus manos, hoy y siempre, entrego mi cuerpo y alma, todos mis sentidos y facultades, mi memoria, entendimiento y voluntad: Señor, tenme a mí y todo lo mío como quieras. Dame tu amor y la perseverancia final; y haz que, en todas mis tentaciones, nunca deje de volverme hacia Ti.

Me hago el buen propósito de dedicarme sin reservas a lo que te agrada; dispuesta a sufrir todos los dolores y penalidades para satisfacerte, siempre diré: ¡Señor, hágase tu voluntad!

Deseo que todos te amen y te sirvan; me gustaría consagrarme para hacer que todos los habitantes de la tierra te amen y te sirvan.

Majestad, ofrezco para siempre mis obras regadas con la sangre de Jesús, mi Redentor. Pretendo ganar hoy todas las indulgencias que pueda, y quiero aplicarlas como sufragio por las almas del purgatorio; los recomiendo a tu merced.

También os felicito a todos los pecadores; Ilumina y fortifica a estos miserables, para que todos lleguen a conocerte y amarte. Experimento, oh Dios mío, una alegría extrema, sabiendo que tu felicidad es infinita y nunca terminará. 

Te agradezco todos los dones y beneficios que has prodigado a todos los hombres, y especialmente a mí, el más ingrato de todos. Oh mi amadísimo Jesús, en tus sagradas llagas te doy la bienvenida: que sean mi asilo en la hora de la tentación, ahora y siempre, hasta que me concedas la fortuna de verte y amarte para siempre en el paraíso. 

Que así sea. 

Del ofertorio a la elevación

 Padre Eterno, te ofrezco este sacrificio en acción de gracias por todos los regalos que has hecho a Jesucristo como hombre a la Santísima Virgen María y a todos mis santos protectores.

 Te felicito al Soberano Pontífice, el magistrado que nos gobierna, a mis familiares, benefactores, amigos y enemigos. También recomiendo a los infieles, herejes y todos los pecadores que viven fuera de tu gracia: dales la luz y ayuda que necesitan para salir de tan miserable estado.

Oración a San Judas Tadeo

 

San Judas Tadeo oración con historia devocional

Oración a San Judas Tadeo con historia original

Conoce una historia inspiradora de fe y una oración original a San Judas Tadeo para momentos difíciles y milagros urgentes.

✨ Historia original de fe:
“La carta y la vela de esperanza”

María del Pilar era una madre soltera que trabajaba como costurera en un pequeño taller. Con tres hijos a su cargo y una renta atrasada, se encontraba al borde de la desesperación. 

Una noche, mientras recogía un retazo de tela caída, halló una pequeña estampa vieja de San Judas Tadeo que había pertenecido a su abuela. 

La imagen, desgastada por el tiempo, mostraba al santo con una llama sobre su cabeza y una mirada de profunda compasión. Recordó que su abuela siempre le decía: "Cuando todo parezca imposible, encomiéndate a San Judas Tadeo.

 Él es el patrón de las causas perdidas, pero también de los corazones que no se rinden.” Esa noche, encendió una vela blanca y escribió una carta con todas sus preocupaciones. 

La dejó bajo la estampa y rezó con fervor. A la mañana siguiente, recibió una llamada inesperada: una antigua clienta, ahora encargada de una tienda de moda, le ofrecía un contrato estable para coser vestuarios a medida.

 A los pocos días, su situación comenzó a cambiar radicalmente. Pilar nunca volvió a apagar aquella vela; desde entonces, cada 28 de mes, encendía una nueva en agradecimiento.

🙏 Oración original a San Judas Tadeo

Para momentos difíciles y milagros urgentes

Oh glorioso San Judas Tadeo,
apóstol fiel y primo del Salvador,
tú que viviste junto a la Luz del mundo
y no temiste proclamar su Nombre,
ven ahora en mi auxilio...

Tú, que intercedes por los casos más imposibles
y alivias las cargas de quienes ya no pueden más,
escucha mi súplica humilde y confiada:
(pide aquí tu intención con fe).

Que tu llama de esperanza ilumine mis días oscuros,
que tu intercesión poderosa abra caminos donde no los hay,
y que mi corazón no se rinda ante la dificultad.

San Judas Tadeo, amigo de los afligidos,
enséñame a confiar como tú confiaste,
a permanecer firme cuando todo se sacude,
y a creer que para Dios no hay nada imposible.

Prometo honrar tu nombre,
difundir tu devoción y agradecer eternamente
el consuelo y la gracia que recibo por tu amor.

Amén.


 

Novena a San Antonio de Padua + Oración + Video

 

San Antonio de Padua

Oración a San Antonio de Padua

¡Oh glorioso San Antonio de Padua!, siervo fiel de Dios y amigo de los pobres, tú que fuiste conocido por tu sabiduría, humildad y poderosa intercesión, acudo hoy a ti con el corazón lleno de esperanza.

Tú que hiciste milagros en vida y continúas obrando maravillas desde el cielo, intercede por mí ante el trono del Altísimo. Tú que devotamente anunciaste la Palabra, que consolaste a los afligidos, que encontraste lo perdido, ayúdame también a mí en esta necesidad que me acongoja:

(Aquí se hace la petición personal)

Glorioso San Antonio, tú que abrazaste a Jesús en tus brazos y sentiste el fuego del Espíritu Santo en tu corazón, enséñame a vivir con fe firme, con caridad ardiente y con humildad sincera.

Ruega por nosotros, San Antonio, para que, siguiendo tu ejemplo, también nosotros seamos luz en medio de la oscuridad, refugio para los pobres y fieles instrumentos del amor de Dios.

Te suplico, oh santo milagroso, que tomes mi súplica y la presentes ante el Señor. Si es para mi bien y para gloria de Dios, que sea concedida. Y si no, fortaléceme para aceptarlo con serenidad y fe.

Amado San Antonio de Padua, nunca me abandones. Acompáñame en mis luchas, ilumina mis pasos, y cuando llegue el día de mi partida, guíame al encuentro con Cristo, el Señor.

Amén.

Invoca a San Agustín para pedir sabiduría

Oración a San Agustín

Oh glorioso San Agustín, gran doctor de la Iglesia, cuyo corazón inquieto solo halló descanso en Dios, te invocamos hoy con humildad y esperanza.

Tú, que conociste las trampas del mundo, las dudas del alma y las luchas de la carne, guíanos por el camino de la conversión verdadera. Que como tú, también nosotros podamos decir un día: 

“Tarde te amé, hermosura tan antigua y tan nueva, tarde te amé”.

Ruega por nosotros para que amemos la Verdad con pasión y no temamos seguirla dondequiera que nos lleve. Enséñanos a buscar a Dios con todo el corazón, con todo el entendimiento y con todas nuestras fuerzas.

Intercede por los que están perdidos, por los que han cerrado su corazón a la fe, por quienes han sido heridos por la confusión y el pecado. Que tu ejemplo de conversión radical sea luz en su oscuridad.

San Agustín, amante de la sabiduría divina, fortalécenos en la lucha espiritual, danos claridad en las decisiones difíciles y amor verdadero por la Iglesia de Cristo.

Te pedimos que inspires a los pastores de la Iglesia con tu celo y tu amor por la Palabra, y que intercedas por los jóvenes que buscan sentido en sus vidas.

Oh San Agustín, que ahora gozas del rostro eterno de Dios, ruega por nosotros para que un día también podamos contemplar esa misma gloria sin fin.

Amén.

Oración profunda y esperanzadora a la Virgen de la Encarnación

 

Oración a la Virgen de la Encarnación

Oh Virgen Santísima de la Encarnación, Madre del Verbo eterno, elegida por el Padre desde toda la eternidad y llena del Espíritu Santo, te alabamos y te bendecimos con todo nuestro corazón. En tu seno purísimo, el Hijo de Dios tomó carne humana para habitar entre nosotros y redimirnos del pecado. Tú eres el sagrario viviente del Amor divino, la puerta por la cual vino la salvación al mundo.

Madre admirable, que dijiste “sí” con humildad y fe, enséñanos a vivir con esa misma disponibilidad. Enséñanos a escuchar la Palabra, a meditarla en el corazón y a dejar que transforme nuestras vidas, como lo hiciste Tú en Nazaret. Que tu obediencia inspire la nuestra, y tu silencio orante nos guíe en medio del ruido del mundo.

Intercede, Virgen de la Encarnación, por todos los que dudan, por quienes sufren, por los que no encuentran sentido a sus días. Ruega por las madres que esperan a sus hijos, por los que comienzan un nuevo camino y por aquellos que necesitan renovar su fe.

Madre del Verbo encarnado, protégeme bajo tu manto maternal. Refúgiame en tu ternura y preséntame ante tu Hijo Jesús, para que Él me conceda la gracia que humildemente te pido (mencionar aquí la intención personal).

Oh María, llena de gracia, llena de Dios, ayúdanos a acoger el misterio de la Encarnación en nuestras propias vidas. Que cada día, con tu ayuda, sepamos encarnar el amor, la esperanza y la paz de Cristo en el mundo. Amén.

Claret Coromoto – Aoraciones

Dedicación diaria de la Iglesia Católica

Dedicación diaria de la Iglesia Católica - Aoraciones
Imagen representativa de la Dedicación diaria de la Iglesia Católica en Aoraciones.

Dedicación diaria de la Iglesia Católica

La Iglesia Católica dedica espiritualmente cada día de la semana a una devoción específica, fortaleciendo la fe del creyente mediante una espiritualidad constante. Esta estructura sagrada guía la oración, la liturgia y la vida devocional de millones de fieles.

🌞 Domingo – Día del Señor

  • Dedicado a: La Resurrección de Jesucristo.
  • Sentido espiritual: Celebración de la Eucaristía y el descanso del alma en el Señor.
  • Devoción: Participación en la Misa dominical.

🌙 Lunes – Santos Ángeles y Almas del Purgatorio

  • Dedicado a: Los Santos Ángeles y las Almas del Purgatorio.
  • Sentido espiritual: Protección espiritual y oración por los difuntos.
  • Devoción: Rosario por las almas y oraciones al ángel de la guarda.

✝️ Martes – Santo Nombre de Jesús / San José

  • Dedicado a: El Santo Nombre de Jesús y a San José.
  • Sentido espiritual: Reverencia al nombre de Jesús y ejemplo de virtud por parte de San José.
  • Devoción: Letanías de Jesús y oraciones josefinas.

💖 Miércoles – San José / San Judas Tadeo

  • Dedicado a: San José, y en algunos lugares a San Judas Tadeo.
  • Sentido espiritual: Intercesión poderosa y confianza en la providencia.
  • Devoción: Rosario de San José y novena de San Judas.

🕊️ Jueves – Santísimo Sacramento / Eucaristía

  • Dedicado a: El Santísimo Sacramento del altar.
  • Sentido espiritual: Adoración al Cuerpo de Cristo.
  • Devoción: Hora Santa, comunión y visitas al Sagrario.

❤️ Viernes – Pasión de Cristo / Sagrado Corazón

  • Dedicado a: La Pasión de Cristo y el Sagrado Corazón.
  • Sentido espiritual: Amor reparador y penitencia por los pecados.
  • Devoción: Vía Crucis y actos de consagración.

🌹 Sábado – Virgen María

📜 Resumen devocional por días

Día Dedicación
DomingoResurrección del Señor
LunesSantos Ángeles y Almas del Purgatorio
MartesSanto Nombre de Jesús / San José
MiércolesSan José / San Judas Tadeo
JuevesSantísimo Sacramento / Eucaristía
ViernesPasión de Cristo / Sagrado Corazón
SábadoVirgen María

💬 Invitación a los fieles: Vivir cada día con una intención devocional fortalece nuestra fe y nos une al corazón de la Iglesia. Puedes compartir esta guía diaria con tus seres queridos como una forma sencilla de santificar el tiempo.

Rosario de los 100 Réquiem Por Las Almas del Purgatorio

 

Rosario de los 100 Réquiem por las Almas del Purgatorio
Rosario de los 100 Réquiem por las Almas del Purgatorio

Rosario de los 100 Réquiem (en latín, "descanso") por las Almas del Purgatorio

Rosario de intercesión por las almas del Purgatorio, según la tradición de Santa Catalina de Bolonia, con plegarias, instrucciones y el Salmo 130.

Santa Catalina de Bolonia dejó escrito que muchas veces se obtiene más fácilmente las gracias que deseamos por medio de las almas buenas que están en el purgatorio, que por la intercesión de los santos.

Instrucciones para rezar el Rosario

Para rezar el rosario se puede utilizar un rosario común (dos veces). Después de la señal de la cruz e invocando el auxilio del Espíritu Santo para hacer con fruto esta oración, se comienza con la siguiente invocación:

“Animas santas, ánimas que están purgando, rueguen a Dios por mí; que yo rogaré por ustedes, a fin de que cuanto antes se les conceda la gloria del Paraíso Celestial.”

En las cuentas grandes

  • Un Padrenuestro
  • Un Avemaría
  • Un Gloria

En las cuentas chicas (10 veces)

“Dales, Señor, el descanso eterno y brille sobre ellas la luz que no tiene fin.”

Terminada la primera decena, se repite la cuenta grande y las diez cuentas chicas hasta completar 10 decenas (dos rosarios), es decir, los 100 Réquiem.

Salmo 130 (129)

Canto de peregrinación.

Desde lo más profundo clamo a ti, Señor;
¡Señor, oye mi voz!
Estén tus oídos atentos al clamor de mi plegaria.
Si tienes en cuenta las culpas, Señor, ¿quién podrá subsistir?
Pero en ti se encuentra el perdón, para que seas temido.
Mi alma espera en el Señor, y yo confío en su palabra.
Mi alma espera al Señor, más que el centinela la aurora.
Como el centinela espera la aurora, espere Israel al Señor,
porque en él se encuentra la misericordia y la redención en abundancia:
él redimirá a Israel de todos sus pecados.
Gloria al Padre, al Hijo, etc.
Dales, Señor, el descanso eterno, brille para ellas la luz que no tiene fin.
De las puertas del infierno libra, Señor, sus almas, descansen en paz. Amén.

O también se puede terminar con un Padrenuestro y con otro Réquiem al final:

“Dales, Señor, el descanso eterno y brille sobre ellas la luz que no tiene fin.”

Oración Profunda por las Almas del Purgatorio

 

Velas encendidas en recuerdo de las almas del purgatorio - Aoraciones
Velas encendidas en memoria de las almas del purgatorio - Aoraciones

Oración por las almas del purgatorio

Ruega por las almas necesitadas de purificación y misericordia. Una súplica profunda por los difuntos que esperan la gloria del Cielo.

A cada invocación se contesta: Jesús mío, misericordia

  • Ayuda a mis hermanos y parientes, Jesús mío, misericordia
  • Ayuda a todos mis bienhechores espirituales y temporales, Jesús mío, misericordia
  • Ayuda a los que han sido mis amigos y súbditos, Jesús mío, misericordia
  • Ayuda a cuantos debo amor y oración, Jesús mío, misericordia
  • Ayuda a cuantos he perjudicado y dañado, Jesús mío, misericordia
  • Ayuda a los que han faltado contra mí, Jesús mío, misericordia
  • Ayuda a aquellos a quienes profesáis predilección, Jesús mío, misericordia
  • Ayuda a los que están más próximos a la unión con Vos, Jesús mío, misericordia
  • Ayuda a los que os desean más ardientemente, Jesús mío, misericordia
  • Ayuda a los que sufren más, Jesús mío, misericordia
  • Ayuda a los que están más lejos de su liberación, Jesús mío, misericordia
  • Ayuda a los que menos auxilio reciben, Jesús mío, misericordia
  • Ayuda a los ciegos que ahora reconocen su ceguera, Jesús mío, misericordia
  • Ayuda a los vanidosos que malgastaron su tiempo, Jesús mío, misericordia
  • Ayuda a los pobres que no buscaron las riquezas divinas, Jesús mío, misericordia
  • Ayuda a los tibios que muy poca oración han hecho, Jesús mío, misericordia
  • Ayuda a los perezosos que han descuidado tantas obras buenas, Jesús mío, misericordia
  • Ayuda a los de poca fe que descuidaron los santos Sacramentos, Jesús mío, misericordia
  • Ayuda a los reincidentes que sólo por un milagro de la gracia se han salvado, Jesús mío, misericordia
  • Ayuda a los padres que no vigilaron bien a sus hijos, Jesús mío, misericordia
  • Ayuda a los superiores poco atentos a la salvación de sus súbditos, Jesús mío, misericordia
  • Ayuda a los pobres hombres, que casi sólo se preocuparon del dinero y del placer, Jesús mío, misericordia
  • Ayuda a los de espíritu mundano que no aprovecharon sus riquezas o talentos para el Cielo, Jesús mío, misericordia
  • Ayuda a los necios, que vieron morir a tantos no acordándose de su propia muerte, Jesús mío, misericordia
  • Ayuda a los que no dispusieron a tiempo de su casa, estando completamente desprevenidos para el viaje más importante, Jesús mío, misericordia
  • Ayuda a los que juzgaréis tanto más severamente, cuánto más les fue confiado, Jesús mío, misericordia
  • Ayuda a los obispos y sus consejeros, Jesús mío, misericordia
  • Ayuda a los difuntos sacerdotes de esta diócesis, Jesús mío, misericordia
  • Ayuda a los sacerdotes y religiosos de la Iglesia Católica, Jesús mío, misericordia
  • Ayuda a los defensores de la Fe, Jesús mío, misericordia
  • Ayuda a los caídos en los campos de batalla, Jesús mío, misericordia
  • Ayuda a los sepultados en los mares, Jesús mío, misericordia
  • Ayuda a los muertos repentinamente, Jesús mío, misericordia
  • Ayuda a los fallecidos sin recibir los santos sacramentos, Jesús mío, misericordia

Dadles, Señor, a todas las almas el descanso eterno.
R/ Y brille para ellas la luz perpetua
Descansen en paz
R/ Amén

Oración de ofrecimiento por las almas del purgatorio

Amabilísimo y buen Dios, porque es Tu voluntad que oremos por las pobres almas del purgatorio, te ofrecemos por medio de las purísimas manos de María, nuestra Madre, todas las Misas celebradas en este día para gloria tuya y por la libertad de todas las almas del purgatorio.

Te rogamos humildemente que tengas piedad de todas ellas y canceles sus culpas, por los infinitos méritos de tu amadísimo Hijo.

Amén.

Oración Profunda al Fallecimiento de Un Ser Querido

 

Una súplica a Jesús por el consuelo eterno de quienes han partido y la esperanza del reencuentro celestial

Oración al fallecimiento de un ser querido

Una súplica a Jesús por el consuelo eterno de quienes han partido y la esperanza del reencuentro celestial.

¡Oh Jesús, único consuelo en las horas eternas del dolor, único sostén en el vacío inmenso que la muerte causa entre los seres queridos! Tú, Señor, a quien los cielos, la tierra y los hombres vieron llorar en días tristísimos.

Tú, Señor, que has llorado a impulsos del más tierno de los cariños sobre el sepulcro de un amigo predilecto; Tú, ¡oh Jesús!, que te compadeciste del luto de un hogar deshecho y de corazones que en él gemían sin consuelo.

Tú, Padre amantísimo, compadécete también de nuestras lágrimas. Míralas, Señor, como sangre del alma dolorida, por la pérdida de aquel que fue deudo queridísimo, amigo fiel, cristiano fervoroso.

¡Míralas, Señor, como tributo sentido que te ofrecemos por su alma, para que la purifiques en tu sangre preciosísima y la lleves cuanto antes al Cielo, si aún no te goza en él!

¡Míralas, Señor, para que nos des fortaleza, paciencia, conformidad con tu divino querer en esta tremenda prueba que tortura el alma!

¡Míralas, oh dulce, oh piadosísimo Jesús! y por ellas concédenos que los que aquí en la Tierra hemos vivido atados con los fortísimos lazos de cariño, y ahora lloramos la ausencia momentánea del ser querido, nos reunamos de nuevo junto a Ti en el Cielo, para vivir eternamente unidos en tu Corazón.

Amén.