Oración a la Divina Providencia
Señor de infinita bondad y misericordia, Dios de Providencia, en Ti confío plenamente. Tú que provees cada aliento, cada sustento y cada gracia, acudo a Tu amoroso cuidado para que ilumines mi camino en este día y siempre.
Padre Bueno, Tú conoces mis necesidades más íntimas, mis anhelos y mis temores. Derrama Tu divina luz sobre mis dudas, fortalece mi fe cuando flaquee y consuélame en mis momentos de desánimo. Que Tu mano providente nunca me abandone, y que en mi corazón nazca la certeza de Tu presencia constante.
Divina Providencia, Tú cuidas de los pájaros del cielo y engalanas los campos con flores eternas. Sé mi refugio en la tormenta, mi guía en la oscura incertidumbre y mi paz en la ansiedad. Enséñame a discernir Tu voluntad en cada circunstancia, para que mi vida sea un testimonio de gratitud y esperanza.
Oh Dios de bondad infinita, concédeme la gracia de aceptar con humildad lo que no puedo cambiar, el valor para transformar lo que dependa de mí y la sabiduría para reconocer Tu plan perfecto en cada situación. Que mi corazón se abra a la confianza plena, sabiendo que todo lo provees con amor y cuidado infinitos.
Divina Providencia, en Ti encomiendo mis intenciones de hoy: que se satisfagan mis necesidades del alma y del cuerpo, que reine la paz en mi familia, que no falten el pan cotidiano ni la esperanza en los corazones afligidos. Que Tu mano benéfica descienda sobre los enfermos, consuele a los que sufren y guíe a quienes buscan Tu luz.
Dios Providente, te agradezco por las bendiciones visibles e invisibles que derramas sobre mí cada día. Que mi mirada no se pierda en las preocupaciones terrenas, sino que se eleve en adoración y confianza. Que mi boca proclame Tu grandeza, mi vida refleje Tu fidelidad y mi alma se llene de alabanza.
Amado Dios de Providencia, confío en ti porque eres el Alfa y la Omega, el principio y el fin. En tus manos coloco mi presente y mi futuro, mis éxitos y mis fracasos, mis alegrías y mis tribulaciones. Haz que, con humilde confianza, pueda repetir siempre el salmo del justo que espera en Ti: “Lo exalto a Él, mi Dios y Rey; mi esperanza está en Aquel que me salva” (Salmo 71:5).
Madre de la Divina Providencia, Virgen de ternura, enséñanos a fiarnos de Dios como Tú lo hiciste, para que, con tu intercesión, podamos experimentar siempre la abundancia de su amor y la paz de su voluntad. Que tu maternal cuidado prepare nuestro corazón para recibir las maravillas de la Providencia divina.
Por Jesucristo, Tu Hijo amado, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo, Padre de amor y Providencia eterna. Amén.
Intenciones
(Escribe aquí tus peticiones y necesidades con confianza.)
Agradecimientos
(Aquí puedes anotar las gracias recibidas y mostrar gratitud a la Divina Providencia.)